Es ingenuo seguir pensando, que con el imperio norteamericano es imaginable
una relación amistosa o por lo menos una relación platónica. Pensar que los
libertadores, historiadores, escritores, pensadores y soñadores de un mundo
nuevo, hablaban metafóricamente de la orgullosa sentencia, de que Latinoamérica
es el patio trasero del vecino del norte, o de que la frase de “América para
los americanos” sinónimo de “God bless América
y los demás que se jodan. Simón Bolívar, con una de tantas frases premonitorias
que cabalgan en el tiempo, dijo…: “Los Estados Unidos de Norte América, parecen
destinados por la providencia, a plagar la América de miserias en nombre de la
libertad” y ahora Barack Obama con esta perla, para justificar su inmoralidad
nobelesca: “Entiendo que la guerra no es popular.
Pero también sé esto: que el concepto de que la paz es deseable no es
suficiente para lograrla –dijo–. La paz requiere sacrificios.” Continuó: “No
erradicaremos el conflicto violento durante nuestras vidas. Habrá momentos en
que las naciones –actuando individualmente o en conjunto– encontrarán que el
uso de la fuerza no sólo es necesario sino está justificado moralmente”.
El Comandante Hugo Chávez y su gobierno,
trabajan incansablemente para erradicar la pobreza en Venezuela y la vez
ejecuta actualmente políticas revertidoras de las tragedias climatológicas,
buscando alianzas económicas y
tecnologías extranjeras, para atacar los problemas de vivienda, alimentación,
salud, educación y todo cuanto conlleve al bienestar social de los ciudadanos.
Se destinan grandes inversiones, producto del creciente PIB y las reservas
internacionales, para paliar como nunca, un sinnúmero de necesidades derivadas
de un modelo importado y fracasado, que a diario nos golpea en coletazos de
muerte, sin que se avizore en la conducta imperial un cambio significativo. Por
el contrario, una arrogancia pasmosa ondea en la cubierta de la cuarta flota y a
las luchas diarias del gobierno nacional
para campear “El temporal” del calentamiento global y la búsqueda del bienestar
de un pueblo, se suma inmoralmente el ataque constante y sin pausa de un
gobierno hostil, como el de USA, que no tregua al combate, aunque no la
pediremos jamás.
Patria socialista o muerte…..Venceremos
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