Se necesitan humildad, entendederas, tiempo y mucha intuición para vislumbrar el alcance e impacto de las transformaciones y unión de los pueblos de América Latina y el Caribe. Desbordada emocionalmente por los acontecimientos que se están sucediendo en este lado del mundo y con todos mi ser en posición recepción, he decidido dedicar este espacio a expresar mi más profundo agradecimiento:
Al destino por haberme colocado en esta América multicolor
A mis “maestros” de los años 60 -70 por haber orientado mi mirada hacia el Sur.
A la vida por haberme dado la oportunidad de recorrer casi todos los países de mi patria grande
A la naturaleza por haber privilegiado a América Latina y el Caribe con todo tipo de dones
A todas y todos aquellos que han contribuido al despertar y la insurgencia en nuestra región, por posibilitar nuestro presente
A quienes se dedicaron y dedican a pensar y soñar endógenamente a Nuestra América por conducirnos hacia su comprensión y facilitar su transformación.
Al Comandante Fidel y al pueblo cubano por su dignidad, generosidad y resistencia.
Al comandante Chávez por su autenticidad, amor y osadía; por su gran visión – intuición; por su lucha incesante por la independencia de Venezuela y por sus iniciativas a favor de una integración real y soberana de Estados y pueblos.
A los presidentes y autoridades de los países que integran el ALBA por sus proyectos nacionales y sus esfuerzos compartidos en pro de la instauración del poder popular en América Latina y el Caribe.
A mis hermanos de los pueblos originarios de toda América por compartir su espiritualidad y sabiduría.
A las autoridades civiles y militares revolucionarias por su importancia para la concreción y defensa de los procesos nacionales y regionales.
A quienes desde distintas trincheras trabajan militantemente por la transformación de nuestros países y nuestra región
A los queridos compas con quienes comparto pequeñas luchas cotidianas en territorio enemigo.
Gracias…
mariadelav@gmail.com