Como nunca en la historia política de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, contra toda la carga ideológica y racial que aún persiste en la sociedad estadounidense, llega a la presidencia aclamado por millones de personas dentro y fuera de los Estados Unidos. La esperanza de un mundo mejor se colocaba en las manos de un hombre de color.
Para asegurar ese lazo de esperanza puesto en Barack Obama, con la urgencia del show mediático y la necesidad de tapar la gran crisis económica que desde entonces sufre el pueblo norteamericano y el mundo, sin merito alguno se le otorga el Premio Nobel de la Paz. Muchas fueron las criticas y pocas las acciones merecedoras.
Barack Obama, se hace el loco y con la asesoría de la Secretaria de Estado, la inefable Hillary Clinton y su incondicional amigo, Ban Ki Moon, Secretario General de Naciones Unidas, participan directamente del derrocamiento de Manuel Zelaya en Honduras y en el cruento y despiadado exterminio del Pueblo Palestino por parte de las fuerzas armadas israelíes.
Así llegamos a nuestros días, donde con la corana de laureles cual emperador romano, Barack Obama, Premio Nobel de la Paz, invade Libia y ejecutan a su Presidente, mientras que la economía estadounidense y sus aliados Francia, Inglaterra, Italia, España, se sumerge cada vez más en un evidente y estremecedor fracaso.
Viene el fin del mundo, vociferan desde las entrañas de CNN, BBC, Fox. Como nos enseñó Hollywood, en un sin número de películas; cuando un presidente negro llegue a la Casa Blanca, la raza humana, de Estados Unidos, estará en peligro y será necesario, por cualquier vía acabar con el enemigo.
Hoy, aupado desde CNN, BBC, y toda la plataforma de propaganda, con el apoyo y consejo incondicional de su Secretaria de Estado y Ban Ki Moon, Barack Obama, premio nobel de la paz, carece de ética y de moral, sin embargo va por el mundo dando lecciones de legalidad, libertad y democracia. Su economía y la de sus aliados europeos está agotada. Su modelo no funciona, en el mundo los Indignados recorren las calles en contra del sistema que a sangre y fuego invade países y saquea recursos. Que en nombre de la libertad y la justicia busca dominar el mundo.
La mayor empresa bélica de la historia humana, hoy como en el pasado, pretende ser usada para reactivar las economías decadentes. Ahora, Barack Obama, comandante en jefe del ejército imperial más poderoso y destructivo que la humanidad haya conocido, amenaza a Siria, a Irán, a Rusia, a China con una guerra de incalculables dimensiones y donde el perdedor será la raza humana por órdenes del hombre que sin meritos llegó a obtener el Premio Nobel de la PAZ.
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