Estos días ha renacido en Panamá un fuerte debate tras la aprobación
del Tribunal de Apelación de Paris de extraditar este domingo a Manuel
Antonio Noriega, militar y cabeza de gobierno entre 1983-1989
La caída del Muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría el 9 de
noviembre de 1989 dio inicio a un nuevo periodo de invasiones de los
Estados Unidos contra gobiernos inquietantes que para nada eran
comunistas, al contrario, muchos de los presidentes eran antiguos
miembros de la Central de Inteligencia Americana (CIA). El 20 de
diciembre de 1989 el Presidente norteamericano George Bush inició la
llamada “Operación Causa Justa” bombardeando Panamá y produciendo
centenares de asesinatos, muchos civiles como el fotógrafo de EL PAÍS
Juantxu Rodríguez. Todavía, casi 22 años después para borrar la memoria
no existen datos oficiales del total de muertos. Esta invasión contra el
exmiembro de la misma CIA, Noriega, era el inicio de una nueva oleada
de violencia e injerencia de los Estados Unidos, como contra el gobierno
de Saddam Hussein (en 1991 y 2003), también antiguo miembro de la CIA,
contra el poder de los Talibanes y Osama Bin Laden en Afganistán (en
2001) que fueron parte de la invasión de los Estados Unidos contra el
sistema comunista de los años 70 en el país asiático, o la reciente
invasión contra Muamar Gadafi, un socio de los Estados Unidos en su
guerra contra el supuesto Terrorismo Islámico.
En 1969 empezó a
gobernar en Panamá el Comandante nacionalista y populista Osmar
Torrijos, designando en 1972 un Congreso Constituyente para redactar una
nueva Carta Magna donde se resaltaban algunos beneficios de las clases
populares y las comunidades indígenas. Un objetivo fue la negociación de
un nuevo tratado sobre el Canal de Panamá entre Torrijos y el
expresidente norteamericano Jimmy Carter en 1977, firmando una
transición final antes del año 2000 para que la gestión del Canal pasara
a manos del gobierno panameño y se cerrasen las bases militares
norteamericanas. Este tratado no fue bienvenido por los
ultraconservadores norteamericanos y Torrijos empezaba a ser una pieza
inquietante. Noriega, militar del ejército panameño, como miembro de la
CIA se convertiría en una fuente de información. Torrijos murió en un
atentado aéreo en 1981, donde se han hecho declaraciones como las del
segundo cabecilla de las Fuerzas Armadas hasta 1987, el Coronel Roberto
Díaz, sobre la autoría de Noriega en relación con la CIA.
Noriega se convirtió en 1983 en cabeza de estado – no presidente -
del gobierno de facto, pero no fue justamente el amigo que esperaba el
ultraconservador y gobernante Partido Republicano de los Estados Unidos.
En 1984 Noriega cerró la Escuela de las Américas en territorio
panameño, academia central donde formaba bélicamente el Pentágono a los
militares latinoamericanos en estrategias de contenido anticomunista.
Además, tuvo conflictos con diferentes presidentes panameños que querían
cumplir los mandatos de Washington. En 1985 renunció a la Presidencia
Nicolás Arditto, pasando a cubrir el rol el Vicepresidente Eric Arturo
De Valle, quien intentó en 1988 destituir al General Noriega como Jefe
de las Fuerzas Armadas y Noriega a la vez como cabeza de estado
desconoció a De Valle como Presidente y a Roderick Esquivel como
Vicepresidente, dos personalidades que se refugiaron en la embajada de
los Estados Unidos para posteriormente exiliarse.
Las drogas como injerencia política
La campaña de los Estados Unidos contra Noriega cada vez era más fuerte, no solamente etiquetando al General de dictador y violador de Derechos Humanos sino también como narcotraficante vinculado con el cártel de Medellín de Colombia. La estrategia de comunicación antidrogas es parte de la injerencia de los Estados Unidos como ha utilizado contra los Talibanes etiquetándolos de cultivadores de opio, contra las FARC como narcoguerrilla de la coca para justificar el Plan Colombia mientras ocultaron los vínculos demostrables del expresidente Álvaro Uribe con el cártel de Medellín, e incluso poniendo a Evo Morales como antiguo productor de coca vinculado totalmente a la cocaína y no como hoja milenaria en Bolivia. También se ha acusado sin pruebas al Presidente cubano, Raúl Castro[1], de enviar droga a Miami cuando la historia es a la inversa donde la mafia de Miami intenta constantemente insertar cocaína en la isla.
Uno de los principales problemas de la población norteamericana es el
alto consumo de drogas, y el uso de un discurso de antidrogas es la
estrategia del gobierno para ganarse a la opinión pública sobre la
invasión a otro estado, muera quién muera. Noriega era una incomodidad,
como los sandinistas en Nicaragua, para poder llevar a cabo los Estados
Unidos su plan de globalización neoliberal con el Consenso de Washington
y el posterior proyecto del Plan Puebla Panamá.
Después de la
invasión de los Estados Unidos, Noriega fue arrestado y llevado a Miami
para condenarlo a 40 años de prisión. Cumplida una pena de 20 años como
prisionero de guerra, en abril de 2010 fue extraditado a Francia para
ser juzgado por asuntos de limpieza de dinero negro. Finalmente, en el
mes de junio, Estados Unidos dio luz verde a las autoridades francesas
para extraditar a Noriega a Panamá, que será transportado este domingo
por un avión de la agencia española Iberia[2].
Noriega ha sido condenado tres veces en Panamá, sin presencia personal
en sus juicios, por el supuesto asesinato de varios opositores a su
régimen. “Mi propósito es volver a Panamá y demostrar mi inocencia,
dado que se han ejecutado juicios con mi ausencia y sin asistencia
jurídica”,[3] confirmó Noriega después de conocer la noticia.
En
Panamá el debate queda abierto. Noriega tiene 77 años y según la
legislación un preso con más de 70 años puede pedir el arresto
domiciliario. Parte del pueblo quiere ver a Noriega morir dentro de la
prisión, y otro parte quiere aclarar las dudas sobre sus acciones, pero
lo que parece que ha generado una amnesia histórica son los centenares
de muertos que produjo la invasión norteamericana. Una condena que nunca
se ha hecho oficial, y mucho menos se ha juzgado a los culpables como
el militar Colin Powell, quien dirigió también las invasiones a Irak.
[1] http://www.neoliberalismo.com/lugarteniente.htm
[2] http://actualidad.rt.com/actualidad/america_latina/issue_33379.html
[3] http://www.rnw.nl/espanol/bulletin/la-justicia-francesa-autoriza-la-extradici%C3%B3n-de-manuel-noriega-a-panam%C3%A1
anibal_gb@hotmail.com