La canalla mediática internacional y la derecha paramilitar colombiana están montando la olla para crear un Sucumbios en Venezuela. Juan Manuel Santos, el artífice de la matanza de Sucumbíos en Ecuador se quita la máscara y junto a su Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, comienza la guerra sucia contra Venezuela, claro que esta vez, más peligrosa que la del paisa que jamás ocultó su odio hacia la Revolución Bolivariana, hacía el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y hacia el pueblo venezolano, a quienes calumnió y ofendió como le vino en ganas durante su paso por el Palacio de Nariño, que en esos tiempos el humor del pueblo lo bautizó como El Palacio del Narquiño, por lo que ya todos sabemos.
Para justificar esa agresión contra la soberanía ecuatoriana y para cobrarle la ofensa de haber expulsado de su territorio a los sicarios uniformados que habitaban la base militar extranjera que profanaba la dignidad del hermano pueblo bolivariano de Ecuador, el imperio, a través de sus cipayos del gobierno colombiano, convirtieron a un encuentro entre Raúl Reyes, Comandante de las FARC y un grupo de estudiantes y activistas civiles, en un campamento de la guerrilla colombiana en territorio de ese país, cuyo líder Rafael Correa, ha declarado a la revolución cívica como anti imperialista y bolivariana. De esa manera aviones norteamericanos apoyaron con ataques aéreos a las fuerzas terrestres colombianas que en una abierta provocación invadieron la zona de Sucumbíos en territorio ecuatoriano en la frontera, donde perpetraron una cobarde matanza de civiles, que estaban durmiendo para el momento del artero ataque, que hasta hoy permanece en la impunidad, porque, la CIDH, la CIJ, la ONU, la OEA y demás parapetos de las fuerzas imperiales que están destrozando al planeta y arrasando pueblos pacíficos que pugnan por lograr su independencia, para castigar los crímenes del imperio y sus lacayos, no tienen oídos, ojos, ni tiempo.
La patraña de que un frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, opera y se oculta en territorio venezolano, es una vieja treta de la oligarquía colombiana, que en connivencia con su par venezolana, pugna por provocar una invasión extranjera a la patria de Bolívar. Las provocaciones a lo largo de la historia, sobran, bandidos del DAS ha penetrado nuestro territorio para realizar labores de espionaje, en los 80 metieron en aguas del golfo de Venezuela a El Caldas, una chatarra marina, para ver si Venezuela hundía y así justificar la agresión, el secuestro en Caracas de un activista político colombiano, sin permiso del gobierno venezolano, el affaire de la Hacienda Daktari, donde no hace falta ser un eminente investigador para saber que la derecha colombiana en el gobierno, es la responsable de esa invasión, e intento de magnicidio.
La invitación al Presidente Hugo Chávez, para que sirviera de mediador en el acto de liberación de prisioneros en manos de las FARC, para luego por boca del entonces presidente Álvaro Uribe, tratar de implicarlo como aliado de la guerrilla y por supuesto desestabilizador, es decir para hacer del gobierno bolivariano en el ámbito internacional una fuerza maligna injerencista, que viola la soberanía de su vecino.
Ahora con las presuntas discrepancias entre Álvaro Uribe y el inefable jefe militar durante su régimen, buscan por conveniencia economicista el acercamiento con Venezuela para de nuevo intentar enlodar la dignidad bolivariana y exponernos nuevamente ante el mundo como un estado forajido, que perturba la vida a su inocente vecino.
Pero ahí no acaba todo, esa misma oligarquía degenerada y su par venezolana, de toda la vida han tratado por todos los medios de sembrar dudas entre los pueblos.
A los venezolanos, desde siempre nos han hecho creer que los compatriotas y las compatriotas colombianos y colombianas, son sinónimo de carteristas, de tracaleros, de narcotraficantes, de prostitutas y todo lo que se le antoja a esa clase burguesa para descalificar al ciudadano de a píe. De nosotros al otro lado de la frontera, le siembran al pueblo colombiano la conseja, que somos explotadores, matones, corruptos y ahora que somos comunistas como muchachitos y que representamos una amenaza para su patria por ser aliados de la guerrilla, a la cual damos cobijo en nuestro territorio, suministramos armas,dinero y demás elementos de logística.
Afortunadamente los pueblos de Venezuela y Colombia, históricamente hemos sido hermanos, hijos del mismo padre libertador y las organizaciones de luchas sociales de uno y otro lado se han venido encargando de desmontar todas esas patrañas, que las criminales oligarquías siembran para dividirnos y por eso nunca nos llevaran a una guerra fratricida, aunque monten un Sucumbios contra Venezuela.
Periodista*
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