El marcado aumento en el número de funcionarios en la embajada de Estados Unidos en Asunción, Paraguay durante el año pasado, ha sido necesario para mantener el control sobre el gobierno paraguayo. La campaña electoral está en pleno apogeo y con el objeto de dirigirla al detalle, el aparato de inteligencia que opera a partir de la embajada norteamericana, necesitaba reforzar su personal. No se debe permitir el acceso al poder a las fuerzas hostiles a los intereses de Estados Unidos. Federico Franco, el presidente subrogante de Paraguay que en el mes de junio del año pasado y según un libreto de la CIA, logró la “remoción constitucional” del presidente legalmente elegido, Fernando Lugo, ha cumplido su misión. Es necesario que su sucesor sea tan confiable y tan manipulable como él.
La caída del helicóptero Robinson 44 donde murió Lino Oviedo, uno de los candidatos presidenciales paraguayos, se convirtió en breve sensación mundial. La caída se produjo en horas de la noche del 2 al 3 del corriente, cuando Oviedo regresaba a Asunción al norte del país. La ruta completa no es de más de 200 kilómetros y el helicóptero era piloteado por un ex piloto militar experimentado en vuelos nocturnos. Una tercera persona a bordo del aparato era el guardaespaldas de Oviedo quien gozaba de la completa confianza del general retirado y líder del Partido Unión Nacional de Ciudadanos con Ética, UNACE.
El helicóptero despegó con buen tiempo, con un frente nuboso a penas visible en el horizonte.
La primera etapa del vuelo transcurrió normalmente y el avance del helicóptero fue monitoreado por el centro de control de vuelos del aeropuerto de Asunción desde donde se comprobó la conexión de radio varias veces. Repentinamente se perdió el control radial. Los intentos por restablecer el contacto fueron infructuosos. En las primeras horas de la mañana se despachó un grupo de rescate en busca de Oviedo y sus acompañantes. El radiofaro del helicóptero permitió que el sitio de la caída fuera encontrado rápidamente. Los cuerpos mutilados y los restos del helicóptero fueron hallados en un palmeral y los rescatistas se sorprendieron al encontrar los restos dispersos en forma de abanico a una distancia entre 100 y 150 metros de donde el motor y la cabina se encontraban incrustados en el terreno. Esta circunstancia ha dado pábulo para pensar que Oviedo fue víctima de un intento de asesinato mediante un artefacto explosivo.
En el primer informe oficial –un tanto cauteloso—respecto de la muerte de Oviedo, no se descartó la idea que se trataría de un acto terrorista. El dinámico y polémico político era a menudo aludido como “el último caudillo paraguayo” y tenía muchos enemigos.
Militar de carrera, Oviedo irrumpió en la vida política del país en el mes de febrero de 1986 como uno de los factores principales en el derrocamiento del dictador Stroessner. Desde 1993 hasta 1996 Oviedo estuvo a cargo de la Jefatura del Alto Mando de las Fuerzas Armadas. Según sus enemigos, fue durante ese período que él echó las bases de su prosperidad financiera, brindando cobertura a contrabandistas y carteles de la droga. Sus pretensiones de convertir su popularidad en presidencia no tuvieron éxito. Sus rivales triunfaron pero nunca le perdonaron sus métodos de lucha tras bastidores, sus intentos de organizar golpes de estado y su empleo de la violencia contra sus opositores. En consecuencia, tuvo que pedir asilo político en Brasil y luego Argentina y una condena a 10 años de cárcel que no cumplió totalmente debido a su “buena conducta”.
Este año Oviedo habría cumplido 69 años y había señalado que su participación en las elecciones del 2013 sería su último intento por llegar a la presidencia. En las encuestas figuraba en tercer lugar de aceptación y estaba haciendo todo lo posible por revertir la corriente a su favor. Los esfuerzos electorales de Oviedo fueron enfrentados con reacciones hostiles de parte de sus principales rivales a quienes él catalogaba como “Mafia”. Primero y principalmente él se refería así al Partido Colorado, que estuvo en el poder durante la dictadura de Stroessner. Durante la década de los 80 Oviedo mismo perteneció a un movimiento de “tradicionalistas” dentro del partido, quienes se interesaban por un “tercer camino” promovido por el presidente argentino Juan Domingo Perón a fines de la década de los 40. El año En el año 2002 Oviedo creó su propio partido UNACE al cual ingresaron muchos ex miembros del Partido Colorado. El candidato presidencial del Partido Colorado, Horacio Cartes, piensa que el potencial de Oviedo para atraer votantes a través de opiniones moderadamente conservadoras, era extremadamente peligroso ya que tradicionalmente estos son los electores con los que cuenta el Partido Colorado. De ahí emana la razón por la ferocidad creciente en la confrontación entre Cartes y Oviedo en la etapa final de las elecciones del 21 de abril de este año.
Refiriéndose a sus posibilidades de victoria, Oviedo todo el tiempo decía que sería presidente si antes no era asesinado por la Mafia. De hecho, Oviedo había insinuado el origen mafioso de la riqueza de Horacio Cartes, lo cual le habría permitido “contratar” al Partido Colorado para llevar a cabo sus ambiciones presidencialistas. Oviedo se refirió a esto durante su última entrevista que dio a la radioemisora Guyra Campana unas horas antes de su muerte. Lo que resulta intrigante es que la condición de mafioso de Cartes no haya despertado curiosidad en la comunidad de inteligencia norteamericana. En Wikileaks ha habido bastante información en torno a las operaciones ilegales de Cartes, lavando dinero, financiando narcotráfico hacia Brasil y Argentina como también contrabando de productos etílicos y de tabaco. Durante el encuentro de representantes de la CIA y de la DEA, se discutió detalles específicos en torno a la compleja operación para conseguir información incriminatoria sobre Cartes. No cabe duda que esta información si que se consiguió. Pero, ¿exactamente cómo se utilizó esta evidencia incriminatoria? Las agencias norteamericanas de inteligencia manejan el show en el continente tal como lo hacen en su país. Si tuviéramos que creer las declaraciones hechas por el millonario en el sentido que él nunca ha tenido problemas para visitar Estados Unidos, ya sea por negocios o por vacaciones. De ese modo parece que definitivamente “logró un compromiso” y no resulta difícil colegir cuál es su esencia. A pesar de todos sus millones, Cartes está colgando de un anzuelo.
Por otra parte, debemos señalar que la embajada norteamericana nunca tuvo una “leal” consideración por Lino Oviedo. ¿Qué decían sobre él los agentes de inteligencia norteamericanos en sus oficinas y en el Departamento de Estado? He aquí algunos extractos de despachos enviados al Departamento de Estado en abril del 2008: “Se trata de un líder de carácter fuerte, inclinado al mesianismo. Se le conoce como mentalmente inestable, por sus tendencias anti-democráticas y es proclive a la violencia; por sus habilidades para el engaño y la manipulación. Es un pragmático que cree que la relación con Estados Unidos es un mal necesario. Oviedo exhibe una posición anti-norteamericana aunque corre a pedir el apoyo de Estados Unidos para solucionar sus propios problemas. Se trata de un populista pero simpatiza más con las fuerzas de la derecha que con las de la izquierda. Es extremadamente ambicioso y tiene ansias de poder. Es inmanejable.” La palabra clave aquí sería “inmanejable”.
La documentación de la CIA sobre Oviedo que fue enviada a la comisión parlamentaria que investiga las actividades de los carteles de la droga en Brasil, incluía información acerca del involucramiento del paraguayo en operaciones de tráfico ilegal de estupefacientes, armas y contrabando. Ahí también se sostiene que Oviedo había logrado reunir un capital de alrededor de mil millones de dólares. En la documentación se hace hincapié sobre el hecho que él tuvo una influencia negativa sobre empresarios brasileños corrompiéndolos con dinero fácil. La credibilidad de este tipo de información exige que sea revisada. Las agencias norteamericanas de inteligencia a menudo producen información cuestionable o deliberadamente falsificada con el objeto de “justificar” la persecución de personas indeseables. Entre ellas a Lino Oviedo.
Es posible suponer que el manejo de la CIA de la documentación sobre Brasil fue una acción deliberada dirigida a comprometer a Oviedo ante los ojos de los políticos brasileños y miembros de las fuerzas armadas de ese país. Desde el mismo inicio de sus actividades, Oviedo prefirió dedicarse a Brasil que es el principal rival estratégico de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental y en lo que se refiere a los agentes de la CIA, Oviedo no merecía ningún tipo de tolerancia.
El candidato presidencial Efraín Alegre y el candidato a la vicepresidencia, Rafael Felizolla participan en la campaña electoral en representación del gobernante Partido Liberal-Radical Auténtico, PLRA. Ambos son ex ministros del gobierno de Fernando Luego. Alegre manejaba el campo de la construcción y las comunicaciones, mientras que Felizolla estaba a cargo de la política interior. La embajada norteamericana no ha tenido ningún problema con ellos de carácter ideológico o delictual, lo cual explica su inclusión sin problemas en el proceso electoral.
Los partidos de la izquierda acusan a Alegre y a Felizolla de colaboración con las “instancias de dominación” norteamericana en Paraguay. Ninguno de los dos políticos ha hecho pública una refutación fundamentada contra esta acusación. ¿Habrá alguna razón para llamar la atención del electorado sobre un problema tan delicado como este?
No obstante, es posible referirse con más detalles a la carrera política de Felizolla. Primeramente, la embajada norteamericana se fijó en Felizolla en el 2005 cuando este participó en un seminario dedicado al fortalecimiento de las relaciones entre Paraguay y Venezuela. Felizolla se refirió de manera bastante crítica a la política de Washington y se expresó positivamente sobre el gobierno de Chávez, como también sobre la acción de gobiernos “populistas” tales como el de Lula Da Silva, Kirchner y de otros líderes de izquierda latinoamericanos. A pesar de sus “aislados e inmaduros ataques” Felizolla, como “joven y prometedor político” empezó a ser invitado a recepciones en la embajada norteamericana. Antes de su nombramiento como Ministro del Interior, Fernando Lugo “recibió sugerencias” de parte del embajador norteamericano y repentinamente Felizolla se convirtió en uno de los ministros más populares del gobierno de Lugo. Fue a través de él que los norteamericanos reformaron las instituciones políticas y de inteligencia del Paraguay, infiltrándolas con sus propios agentes, llevando a cabo operaciones contra “terroristas árabes” en el área de Triple Frontera y enfrentaron al “movimiento guerrillero marxista” del Paraguay como también la influencia desquiciante de los “emisarios de Chávez, Ortega y otros.”
Existe la posibilidad que el Partido Liberal-Radical Auténtico triunfe en las elecciones presidenciales del Paraguay. Tiene la oportunidad a la mano puesto que la viuda de Oviedo, antes del funeral de su marido, anunció que su partido UNACE apoyará al “duo Alegre-Felizolla”. Teniendo todo esto en cuenta, Washington no puede perder. Se ha hecho el trabajo con los favoritos en la carrera electoral y se han conseguido las garantías correspondientes. No habrá ningún resultado inesperado.
Traducción desde el inglés por: Sergio R. Anacona
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