Traducción desde el inglés por
Sergio R. Anacona
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Timothy Tracy llegó a Venezuela en el mes de septiembre del 2012 posando como cineasta con la misión de cubrir la campaña pre-electoral encabezada por el Presidente Hugo Chávez y el candidato de la oposición Henrique Capriles.

Desde el mismo comienzo se comportó de manera extraña. Por ejemplo, él nunca se presentó en las oficinas de la Asociación de Periodistas Extranjeros, APEX. Hasta los corresponsales independientes lo hacen con el objeto de hacer su estadía en el país más cómoda. Sin embargo, él se mantuvo al margen con el objeto de evitar demasiadas preguntas de colegas meticulosos.

Tracy se manejaba bien en Caracas y no tuvo dificultades para encontrar a la gente adecuada. Empleó la lista de individuos recomendados para establecer los primeros contactos con activistas radicales de la oposición y financiar sus actividades. Los contactos incluían a la Juventud Activa de Venezuela Unida, JAVU y el Movimiento Venezolano 13 de Abril. También logró contactar con el Movimiento Revolucionario Tupamaro, MRT dirigido por personas que en algunas ocasiones señalaron estar listos para tomar las armas si la oposición intentaba derrocar al gobierno legalmente establecido.

En particular Tracy trató de evaluar cuán potente era la organización, si en realidad contaba con la capacidad para el empleo de la fuerza como también cuán efectivo era su accionar con los servicios de seguridad.

Según el SEBIN, lo principal de la misión de Tracy fue la de provocar conflictos y choques entre los chavistas y la oposición o, dicho con otras palabras, crear las condiciones para una guerra civil.

Actuando de manera encubierta, Tracy consiguió sorprendentemente bien estar siempre desplazándose. Por ejemplo, filmó el entrenamiento a jóvenes militantes para enfrentar a las fuerzas policiales dictado por el general retirado Antonio Rivero, figura destacada en la organización Voluntad Popular. También filmó los desórdenes cerca de la embajada de Cuba en Caracas el día 13 de febrero del 2013.

Tracy fue visto por agentes del SEBIN en Puerto Cabello donde está ubicada la principal base naval del país. El periodista puso especial interés en el palacio presidencial y trato de fotografiarlo (cosa que está prohibida sin un permiso especial). Cuando lo estaba haciendo, fue detenido por la guardia pero lo dejaron libre en poco tiempo. La guardia de palacio ha estado en alerta desde el año 2004. La medida se tomó debido a un intento de asaltar el palacio y asesinar al Presidente Chávez por conspiradores de extrema derecha y un destacamento de 130 paramilitares colombianos vestidos con uniformes militares venezolanos.

Los analistas del SEBIN no dudan que Tracy ha recibido entrenamiento especial para operar en “ambientes hostiles”. Esta conjetura es corroborada por su extraordinaria habilidad para penetrar varias organizaciones aunque no queda claro quién lo entrenó, si la CIA la Agencia para la Defensa o la Agencia Anti-Drogas, DEA. El sujeto no es muy conversador, cuando se le interroga simula que su castellano no es muy bueno. Se le interroga con la ayuda de un intérprete lo cual le brinda la oportunidad de repensar sus respuestas.

Ivana Cardinale, reportera venezolana, dice en un artículo publicado en Aporrea.org que ella consultó Internet en cuanto se produjo el escándalo tratando de encontrar algo acerca del cineasta ¡pero no encontró nada! Poco tiempo después ella se sorprendió al encontrar que “repentinamente” los resultados de Google traían cierta información y un sin número de fotografías de Tim Tracy. Quizás ellos pensaron que los servicios venezolanos de seguridad estarían demasiado ocupados con la salud del Presidente Chávez como para prestarle atención a un periodista a medio tiempo. Incluso la validez de su pasaporte era por un año. ¿Pensarían ellos que el gobierno caería antes que su pasaporte se venciera?.

Luego de la detención de Tracy, en Estados Unidos se ha lanzado una campaña en su defensa. Al margen de cuán amplia sea la evidencia, sus amigos y parientes sostienen que él es inocente. Así mismo, sus padres y un par de amigos de la universidad de Georgetown podrían ser sus actores. Incluso la información acerca de su estadía en la universidad es turbia. Quizás se deba a que el centro universitario es la CIA. El mismo presidente Obama sostuvo que las acusaciones contra el cineasta documentalista Timothy Tracy de 35 años eran “ridículas” y que el caso de Tracy sería tratado como cualquier otro en que un ciudadano norteamericano estuviera en un “enredo legal” en el extranjero. Aengus James, admite que él es amigo y colega de Tracy en Hollywood, California. Este hombre es en verdad director y productor pero el nombre de Tracy jamás se menciona en ninguna de sus películas. Tal vez a él le fue solicitado que le diera una mano a un compatriota que está en apuros a consecuencia de su lucha contra el “comunismo en América Latina”. James estuvo de acuerdo en ayudarlo: “No han detenido a ningún agente de la CIA. Tampoco tienen a un periodista detenido. Tienen a un muchacho con una cámara”, dijo. James describió a Tracy como “valiente pero un tanto quijotesco”.

Señaló James que todo esto comenzó estando en una fiesta en el sur de la Florida. “Conoció a una chica bonita que le comentó “si tú eres en verdad un cineasta documentalista, contarás la historia de lo que está pasando en Venezuela”, y si tú le dices algo así a Tim, seguro que él va, aunque no conozca a nadie allí y que no sepa nada sobre la situación política en el lugar y sus consecuencias.” James resulta bastante inventivo cuando describe a Tracy como alguien que se mantiene alejado de la política y con una cierta inclinación por la aventura, vivaz e ingenuo para la edad que tiene. “Qué se espera de alguien como él?.

Por otra parte, han surgido informes en el sentido que Tracy recolectaba materiales para un documental sobre organizaciones criminales que operan al norte de Estados Unidos dedicadas al contrabando al narcotráfico y al tráfico de personas. Pero, ¿dónde está la película? Quizás Tracy actuó como cineasta en alguna parte de la frontera canadiense por que en realidad trabajó para la DEA vigilando a los narcotraficantes locales. ¿No sería esa la razón por la que los funcionarios norteamericanos demoraron en actuar cuando el caso de Tracy se hizo público? Las actividades de la DEA están prohibidas en Venezuela debido a que esta agencia se involucró anteriormente en recolectar información sobre políticos y militares venezolanos. Aquellos que fueron reclutados fueron empleados en el tráfico controlado de cocaína o para operaciones contra el gobierno de Chávez.

La situación del país es lo suficientemente complicada. La embajada de Estados Unidos se encuentra bajo un estricto y reforzado control por parte de los servicios policiales de Venezuela. No podría ser de otra manera, tomando en consideración los múltiples hechos en que esta aparece involucrada en conspiraciones incluyendo un golpe de estado en abril del 2002 y en el “paro petrolero” a fines del mismo año y comienzos del 2003. De ahí que los agentes como Tracy son enviados a Venezuela con el objeto de planificar otro golpe. Tal como lo ve Washington, la situación posterior a la elección presidencial del 14 de abril pasado, cuando Maduro ganó por un margen reducido, resulta favorable para un “cambio de régimen” empleando el “poder suave” con la ayuda de los estudiantes y los líderes de la oposición.

Estados Unidos piensa que existen bases sólidas para creer que la derrota de Capriles podría tornarse en revancha mediante el aumento gradual de la presión sobre la dirección política bolivariana. La oposición.

se mueve libremente, controla el 80 por ciento de los canales de televisión y las radioemisoras, haciendo cobertura propagandística, la juventud radicalizada incita a la protesta en las grandes ciudades, ha habido intentos de bloquear edificios institucionales y las fuerzas policiales son provocadas con el objeto de producir acciones represivas. Hay que reconocer que la oposición tiene un gran potencial de movilización. Bajo ciertas circunstancias, ella podría repetir las manifestaciones del mes de abril del 2002 cuando Chávez fue transitoriamente derribado del poder. La inflación y la escasez de alimentos causadas por empresas privadas (una repetición del escenario chileno) compañas propagandísticas atizando lo de la corrupción de manera totalmente desproporcionada, alguna gente hasta cierto punto harta de los políticos del “período de Chávez”, algunos de los cuales pertenecen a la “quinta columna” dentro de las filas del gobierno –en realidad, todos estos problemas son de difícil solución.

¿Será capaz Maduro de evitar el escenario del mes de abril del 2002 cuando la oposición efectuó nuevos nombramientos y justo ahí, en el Palacio de Miraflores, dividió las esferas de influencia, encarcelando a los bolivarianos sin juicio alguno? El entonces presidente Pedro Carmona dijo que Chávez debía ser eliminado. Capriles y su equipo, serán también liquidadores inmisericordes del poder bolivariano. Derramarán sangre, pero podemos estar seguros que el Imperio no intervendrá.

Esas son las leyes de la revancha

En el mes de abril del 2010 agentes del DAS, servicio de inteligencia colombiano, fueron detenidos en el estado Barinas. Se encontraban recolectando información sobre la infraestructura eléctrica venezolana. Es bien sabido que el DAS coopera de manera estrecha con la comunidad de inteligencia norteamericana. En el mes de agosto del 2012 un marine norteamericano retirado, con experiencia en Irak y Afganistán fue detenido en el estado Táchira. Antes de su captura trató de deshacerse de su documentación. No hace mucho tiempo las autoridades venezolanas declararon persona non grata a dos agregados militares norteamericanos. Oficiales patriotas venezolanos informaron que ellos intentaron reclutar agentes entre las filas de la Fuerza Aérea. El número de estos eventos está en aumento lo cual demuestra el hecho que los esfuerzos por recolectar inteligencia hostil se están intensificando.

De este modo ese empleó la información sobre la red eléctrica para provocar apagones por parte de los enemigos del régimen bolivariano. Los usuarios tuvieron que esperar días hasta que fuera restaurado el suministro eléctrico. La reiteración de tales hechos conduce a que la exasperación de los electores se desborde fuera de toda proporción. Esta fue una de las razones para la crítica fluctuación hacia la oposición durante las elecciones del 7 de octubre del 2012 y del 14 de abril del 2013.

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