Activar un mecanismo de dominación a países de Europa siempre definidos como “civilizados”, deja al 2 de Junio 2013 cual fecha histórica del rostro del sometimiento mundial del capitalismo salvaje, impuesto por EE UU sirviéndose de un afrodescendiente (por lo visto piti-blanco), pues regalándole un inmerecidísimo “premio Nobel de la paz” al iniciar su primer gobierno, lo vienen utilizando para ordenarle y responsabilizarlo de: invasiones, guerras abiertas, intervenciones, o como el caso de Evo Morales secuestrar en pleno vuelo el avión presidencial de una nación soberana, impidiéndole repostar, es decir prohibiéndole recargar de gasolina a la aeronave en forma previsiva, durante el viaje del gobernante indígena sobre tierras europeas convertidas por la Casa Blanca en colonias del aparato bélico gringo. ¿Qué sentirán ciudadanos portugueses, españoles, franceses e italianos de conducta soberana dentro y fuera de sus territorios natales, frente a la conducta de esclavitud demostrada por los gobiernos de Lisboa, Madrid, París y Roma?.
En particular resulta una bofetada a los europeos de raza blanca que por siglos nos han llamado despectivamente sudacas, indios y negros, resultar hoy colonizados por la administración imperialista de un afrodescendiente. Mientras tanto desde Latinoamérica, la región más próspera del mundo, la de mayor y mejor avance en materia de desarrollo económico y social, damos lecciones de ser auténticas patrias, dejando atrás posiciones de administraciones parias obedientes a gobiernos estadounidenses y corporaciones internacionales del capitalismo depredador. Definitivamente esta desesperada “metida de pata” del imperialismo mercantilista intentando un magnicidio aéreo que a Dios gracias no ocurrió, desnuda los intereses antipueblo de las mal llamadas democracias representativas europeas de “primer orden”, fracasadas frente a sus respectivos pueblos que día a día en las calles demandan cambios, volteando sus miradas hacia la revolución venezolana, la ecuatoriana, el gobierno plurinacional de Bolivia y las actitudes dignas de los gobernantes de izquierda de Venezuela, Bolivia, Argentina, Uruguay, Nicaragua y Brasil, duélale a quien le duela.