“Estados Unidos tiene que garantizar” y “Europa debe rebelarse”, o hablando por no “dejá”

Un jurista, para más señas, conocido internacionalista, al hablar de lo que espera por el deber ser, en caso que Snowden proceda a viajar al país que le conceda asilo, dijo que “Estados Unidos tiene que garantizar el respeto al traslado de Snowden.

Un diputado al Parlamento Andino, motivado por la situación del joven ex espía gringo, dijo que “Europa debe rebelarse ante diplomacia coercitiva de Estados Unidos”.

Aparte que uno y otro, desde ópticas diferentes, hablan en el fondo motivados por el mismo asunto, incurren en semejante error.

Los dos parecieran fundamentarse en el deber ser. Estados Unidos, está obligado a respetar las leyes y los acuerdos internacionales en materia de asilo y permitir que el joven ahora anclado en Moscú alce vuelo hacia donde le han ofrecido asilo humanitario, es la posición del jurista. Lo que parece un niño esperando a “los Reyes Magos”.

Guantánamo, es una vergüenza. Allí se secuestran ciudadanos del mundo, se les aísla de la familia, someten a un estado de indefensión absoluta y torturan de manera salvaje. Tanto es así, que los gobiernos norteamericanos ni siquiera se molestan en negarlo, sino solamente prometen “que el día llegará” cuando cierren ese campo de concentración. Un simple arranque emocional o discurso improvisado, lleva a cualquiera a decir, en cualquier rincón del mundo, “EEUU debe cerrar a Guantánamo”.

Una de las primeras ofertas de Obama, y de las tantas incumplidas, consistió en cerrar aquella vergonzosa y macabra prisión. Lo entendió como parte de su deber ser y proceder. Es posible que hasta lo haya prometido de la mejor buena fe creyendo que llegaría a tener el mando. Pero allí está la prisión, igual que antes. Lo único que ha hecho el presidente afro descendiente, es repetir su promesa como quien revalida el pasaporte, para revalidar la fe.

-“Mi deber ser o hacer”, dijo Obama en su campaña primera por la presidencia de la república y repitió cuando entró a despachar en la Casa Blanca, es acabar con las guerras. Mucha gente creyó aquello, por el simple pensar que el poder emanaba de la silla presidencial en la sala oval y se trasmitía por ósmisis y los glúteos. Los suecos, se creyeron el discurso y el “deber ser” y le dieron por adelantado un crédito generoso y blando, el premio Nobel de la Paz. Las guerras, agresiones, invasiones, bombardeos y el no deber ser, cayeron del cielo como lluvia torrentosa e inacabable.

¿Quién puede pensar, estando en sus cabales, que EEUU, está en disposición de actuar de buena fe, atendiendo al deber ser, de conformidad al derecho de la gente y no a lo que les convenga a quienes allí mandan?

Por supuesto, una cosa es lo que uno piensa y otros son los hechos. No es descartable que ante la presión internacional el gobierno norteamericano permita el paso o movimiento de Snowden hacia donde le ofrezcan asilo, pero no por el deber ser, ni por las disposiciones legales. Es más, no descansarán en encontrar la manera que el joven ex espía de la CIA, calle para siempre sobre los asuntos que conoce que comprometan la diplomacia de los gobernantes de su país de origen.

EEUU, o mejor su clase dirigente, hasta aquello de “América para los americanos”, de 1823, que les hizo creer que éramos su patio trasero, le quedó corto. La crisis del capitalismo de hoy, con una Europa derrumbada e incapacitada en gran medida para resolver a mediano plazo sus serias dificultades –hay países como Grecia que llevan más de dos años en constantes protestas por la simple subsistencia de la gente – y una Suramérica emergente que se toma en serio el asunto de la soberanía y el manejo independiente de sus recursos, fortalece en los gringos la idea, surgida en la etapa del imperialismo, que el mundo les pertenece.

Europa se ha apegado a los dictados del FMI y por intermedio de este, espera que la política guerrerista de Estados Unidos, que ella dispuesta está a apoyar por intermedio de la OTAN, la saque del foso donde se halla sumergida.

Siendo así, ¿cómo esperar por ahora que el no bien llamado viejo continente, se rebele ante las imposiciones diplomáticas de los EEUU? El niño por allá duermo con un ojo despierto y mirando hacia la chimenea por si baja o resbala “Santa Claus”.

Europa, en esa tenebrosa comandita o banda de forajidos que llaman la OTAN, está participando activamente en la política guerrerista, invasora, de Estados Unidos. Han redescubierto lo ventajoso y veloz de acumular capitales, bienes y vender mercancías, al viejo estilo del pillaje, robo, saqueo del precapitalismo, mediante invasiones y el sometimiento de otros pueblos. Eso hicieron a Libia; intentan ahora con Siria y sueñan para Irán. Al primero de los países nombrados le escamotearon para empezar las reservas internacionales.

Por eso, pedirle a la Europa de ahora, a sus gobernantes, se rediman de su actual conducta, no pasa de una oración que pese su buena fe, contribuye a crear esperanzas infundadas.

Lo que tiene cabida es esperar porque el movimiento popular europeo tome calor, ascienda el movimiento de masas, se concrete un proyecto progresista y revolucionario que saque del poder a los cómplices de la rapacidad.


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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