Los Papeles del Pentágono desclasificados, después de muchos años del cruento golpe de Estado contra el gobierno socialista de Salvador Allende, pusieron al desnudo la participación directa de la CIA, en el gobierno de Richard Nixon. Esos papeles desclasificados le permitió al mundo saber al dedillo cómo fue la intromisión de los Estados Unidos, a través de su presidente, Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger, quien era el personaje más solicitado, a nivel de la conspiración, tanto dentro de los Estados Unidos, como en el seno de las Fuerzas Armadas chilenas.
El Proyecto FUBELT (conocido como TRACK II), estaba destinado a socavar las bases y al gobierno de Salvador Allende y, por ende, promover el golpe de Estado militar en Chile. Los aspectos más relevantes del Proyecto están detallados en los documentos desclasificados del gobierno de los Estados Unidos, por la National Segurity Archive del 11 de septiembre de 1998. Es decir, 25 años después del cruento golpe. Allí se incluyen las reuniones entre Estados Unidos, el secretario de Estado, Henry Kissinger y los funcionarios de la CIA, y los cables de la CIA, a su llegada a Santiago de Chile, y un resumen de las medidas secretas en 1970, que describían las acciones destinadas a impedir las elecciones de ese año, donde participaba como candidato de la Unidad Popular, Salvador Allende.
Bajo estos lineamientos llevados a cabo desde Estados Unidos, través de su presidente Nixon y el secretario de Estado Kissinger, con minuciosos estudios hasta sus últimos detalles, una vez que no pudieron parar las elecciones de 1970, donde Salió electo el candidato de la Unidad Popular, Salvador Allende, Como no pudieron parar las elecciones, y que Salvador Allende se alojara en el Palacio de la Moneda, símbolo del poder en Chile, entonces aceleraron el golpe de Estado, con los resultados conocidos a partir del 11 de septiembre de 1973: la instalación de un régimen cruel, asesino y fascista que alargaría su permanencia en el poder hasta 17 años después, cuando fue, al menos, sacado del poder a Augusto Pinochet, asesino , ladrón y a sus familiares. Pero con ello no terminó el drama de esos 17 años de asesinatos, desapariciones, torturas y encarcelamiento de los seguidores de Salvador Allende. Aún, hoy día, las heridas siguen abiertas y los chilenos no pueden salir de la herida emocional que les dejó la dictadura.
En Venezuela no debemos olvidar lo que pasó en Chile. Porque acá, dentro de nuestro escenario político, hay gente que aspira y conspira para que se de un golpe de Estado similar al que se dio en Chile. Por eso es que por el Departamento han desfilado varios de esos personajillos, bien conocidos en la derecha amarilla, en la búsqueda de apoyo para que Estados Unidos prepare una intervención para acabar con el chavismo y el legado de Hugo Chávez Frías. Por eso el Gigante insistía en Unidad, Unidad y más Unidad. Lucha, batalla y victoria, como el único medio de mantener bajo control a los golpistas internos y externos. ¡Alerta, mucha alerta! ¡Recordemos a Chile!
¡PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS!
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.