Los cables difundieron la noticia. “Obama insulta a Putin”. Ocurrió al término de la Cumbre del G-20. Desde aquí le hago saber al vocero sionista que todas las acepciones del insulto proferido contra el Presidente Putin le calzan perfectamente a quien no es capaz de entender que ninguna solución militar es posible cuando un ejército (por más fuerte e internacional que sea) se enfrenta a todo un pueblo (como el sirio) y a la conciencia antimperialista del mundo.
Sus profundas frustraciones infantiles, sumadas a las insuficiencias adquiridas en las primeras etapas de su formación y luego en su paso por Columbia y por Harvard, homologan a Obama con Nixon, con Bush y con todos aquellos que pasaron por la Casa Blanca para vociferar lo que sus amos sionistas piensan pero no expresan.
De su infancia se sabe que sus padres se divorciaron cuando tenía dos años de edad. Su madre se volvió a casar y lo abandonó y a su padre no lo volvió a ver hasta que tuvo diez años, por última vez. Murió en 1982.
Obama asistió en sus primeros años a escuelas locales en Yakarta hasta que cumplió los diez años (Yakarta es la capital de Indonesia cuya población es 95% musulmán y profesan el islam: 190 millones, la mayor en el mundo).
Luego vivió en Honolulu (Hawai-EEUU) con sus abuelos maternos. ¿Dónde nació? Aún esto es toda una controversia. En su adolescencia, según él mismo, consumió marihuana, cocaína, y alcohol.
Ya mayor y casado Obama pasó varios meses en Bali (una provincia de Indonesia), “buscando su identidad”.
Pasó por el instituto Occidental College de Los Ángeles y por la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. Probablemente aquí haya sido cooptado por los cazadores de pusilámines. Luego trabajó en corporaciones vinculadas con los negocios y la investigación de interés público. En 1988 ingresó a la escuela de derecho Harvard Law School.
Harvard y Columbia son dos de las ocho universidades que integran la llamada “Ivy League” o Red La Hiedra. Todas privadas y fundadas por los primeros invasores puritanos del territorio norteamericano e identificadas por su profundo conservadurismo y su filiación republicana. Harvard se fundó en 1636 y Columbia en 1764. Todas al noreste del actual EEUU.
Obama trabajo en diferentes organizaciones católicas y protestantes antes de ser marketeado para los cargos públicos que llegó a desempeñar. Finalmente en junio de 2008 tuvo su presentación ante los sionistas del Club de Bilderberg y cinco meses después fue elegido presidente. Igual ha ocurrido con todos los presidentes estadounidenses desde que en 1950 el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) se encriptó en Bilderberg. Antes los digitaba el propio CFR.
Obama traduce el pensamiento guerrerista de la Comisión Trilateral que producen los “cerebros” de la globalización del terror: Zbignieb Brzezinsky y Henry Kissinger.
El primero y David Rockefeller fundaron La Trilateral en 1973 provocando el giro del capitalismo imperante hacia el neoliberalismo global que hegemoniza el poder de las grandes corporaciones bélico industriales, la precarización mundial del trabajo, la financiarización de la economía y el rol policiaco del Estado.
Brzezinsky, Kissinger y Rockefeller, son también miembros directivos del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) y del Club de Bilderberg.
Obama no tiene voz propia ni la tendrá. Es apenas el vocero de turno de las élites del poder sionista-norteamericano. Es obvio que lo que dijo en San Petersburgo no lo pudo pensar por sí mismo. Tampoco tuvo el coraje de asumirlo como propio. Buscó apoyarse en la señora Merkel, en el magnicida Cameron y en un turco al que llamo “chico”. Cameron es el primer ministro inglés que en junio del presente año propuso a la OTAN asesinar al presidente sirio Bachar Al Assad e instaurar un gobierno militar en Damasco a través de un Golpe de Estado.
Estos tres, firmaron junto a los voceros de Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí, España, Turquía y EE.UU, el texto que “respalda una fuerte respuesta internacional tras el uso de armas químicas en Siria”.
Junto a Israel, estos son los gobiernos que con sus fuerzas mercenarias llevan a cabo el genocidio en Siria desde hace dos años. Hoy pretenden su destrucción total, so pretexto del “uso de armas químicas”.
La “respuesta internacional” a esta aventura sionista-norteamericana la vienen dando los pueblos del mundo a través de su movilización permanente en apoyo al gobierno sirio y a la resistencia de su pueblo.
Respecto de las supuestas “pruebas” del uso de armas químicas, mostradas por el impresentable secretario de estado norteamericano, existen diversos estudios que han demostrado que se trató de un montaje de los que EEUU e Israel suelen utilizar para justificar sus atrocidades contra la humanidad. Para muestra, un botón: el auto-ataque a las “torres gemelas” para justificar la invasión a Afganistán, a Irak e instaurar la historia reciente de muerte, terror y éxodo de millones de mujeres, hombres y niños en todo Oriente Próximo, y para darle la oportunidad a Israel de terminar con la limpieza étnica de árabes y apropiarse totalmente de Palestina.
Y un botón más: A colación del anuncio de poner bajo supervisión internacional las armas químicas que supuestamente tendría Siria.
Israel y EEUU tenían preparado un ataque con armas químicas sobre alguna región de Israel para justificar la invasión y destrucción de Siria. Esto frente al fracaso sionista-norteamericano de convencer a China y Rusia sobre la conveniencia de “degradar” a Siria. Primero en el Consejo de Seguridad, luego en la Cumbre del G-20. Pero igualmente ante el fracaso de sus “lobistas” en el Congreso norteamericano para “autorizar” la destrucción. Al menos, por ahora.
Al tomar conocimiento del operativo que se preparaba para conmemorar el día de las “torres gemelas” (11 de septiembre), se habría producido la acción rápida de la diplomacia rusa con el gobierno sirio para evitar un nuevo montaje que le diera a la alianza sionista-judío norteamericana la oportunidad de destruir un pueblo y una cultura que se niega a ponerse de rodillas.
En este contexto, el insulto de Obama al Presidente Putin, tiene un contenido político. Expresa el fracaso de las élites sionistas de pretender imponer su moral genocida, con la impunidad de otras oportunidades, frente a la posición ética del Presidente Putin respecto de la unipolaridad, la seguridad internacional, el uso de la fuerza militar, la multipolaridad.
“Pretender regentar el mundo de manera unipolar es ilegítimo e inmoral (...) La problemática de la seguridad internacional es mucho más amplia que el tema de la estabilidad político-militar, porque abarca la estabilidad de la economía mundial, la eliminación de la pobreza, la seguridad económica y el desarrollo del diálogo entre civilizaciones (...) No cabe duda de que el potencial económico de los nuevos centros del crecimiento mundial va a redundar inevitablemente en el aumento de su influencia política y fortalecer el carácter multipolar del mundo”. (Vladimir Putin: Discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich-Alemania.10 de febrero 2007).
Esta es una posición que la Merkel, Cameron, “el chico turco” y los demás voceros de la lista de “respaldo” a la intervención militar conjunta, ONU-OTAN-EEUU-Israel-Mercenarios, nunca terminarán por entender. A una distancia enorme de los “principios” de las élites sionistas del poder estadounidense que proclama John Kerry. Lejos del insulto que sí les calza, muy bien, a los decadentes de la política.