En términos de modernidad, la carta de Putin en el New York Times, es el equivalente a un puñetazo en la mesa. Y solo Rusia puede hoy, darse el lujo de pegar ese golpe. Tengamos en cuenta, que según quien y como se pegue ese golpe, pueden volcarse los vasos y temblar los comensales.
La Historia expuso a Rusia, al sacrificio de millones de sus habitantes, en el corto periodo que va de 1914 a 1945, en varias guerras continuadas en su vasto territorio, sumadas a una guerra ideológica, contra el capitalismo, que se extendió formalmente hasta 1991.
Guerra que continua subrepticiamente, hasta nuestros días, basada ahora, en la fuerza indiscutible que representa el disponer Rusia del territorio más extenso, las reservas energéticas más voluminosas, sumadas al desarrollo, de una misilistica superior a la del Occidente, unidos a un formidable poderío nuclear .
Hacía rato, que yo esperaba esa reacción de parte de Rusia, en relación a la permanente agresión de USA, contra los países y los pueblos, que resisten sus planes de dominación económica y geopolítica imperial.
Y digo que la esperaba hace tiempo, aunque no es precisamente el de Putin y sus compañeros en el Poder, el gobierno que representa mis aspiraciones, para el pueblo Ruso.
Pero desde que el traidor de Yeltsin, permitió con su silencio cómplice, la agresión de USA en 1999 a Yugoslavia, con la colaboración de la ONU y la OTAN.
Luego en el 2001, invaden a Afganistán, sin oposición alguna de Rusia, posterior al ataque a las torres gemelas en New York. Ataque del que se sospecha con serios fundamentos, que fue realizado por el propio gobierno de Estados Unidos, como excusa para comenzar un periplo de agresiones y anexiones, con el objeto de establecer el dominio mundial, de la corporaciones privadas americanas y del que acusan los yanquis a Al Qaeda, a pesar de que este último es un conocido movimiento títere de USA.
Siguiendo en el 2003, cuando los norteamericanos, basándose en mentiras por ellos inventada, invadieron a Irak, masacrando a bombazos a miles de iraquíes, contra la opinión de Alemania, Francia, China entre otros y sin la autorización de la ONU. Allí los discursos de señoritas sentimentales, que el gobierno de Rusia ya en manos de Putin y Medvedev, emitió contra la invasión, resultaron ridículos frente a las bombas y la matanza de inocentes.
Cerrando el periplo sangriento del Imperio, cuando USA y sus compinches agredieron a Libia, seguía al frente del gobierno Ruso el tándem Putin Medvedev, y la abstención entonces, en el uso del veto en la ONU, por parte de Rusia, facilito en gran medida el rápido desenlace, a favor del Imperio y la derrota de Gadafi.
Con todos estos antecedentes, la carta de Putin sobre la agresión a Siria, sorprendió, como lo haría un puñetazo, en una mesa alegremente ocupada por diplomáticos, acostumbrados al discurso y la sonrisa falsa de su profesión.
Sobre las reacciones de los políticos de los dos partidos, dándose por ofendidos, por la intervención de Putin, en “asuntos internos” de USA, nos cuenta la prensa norteamericana.
Desde aquellos que dijeron, que la carta de Putin, “ofende la inteligencia de los norteamericanos”, sin justificar objetivamente que tal inteligencia existe, hasta los que “vomitaron “ y “se sintieron nerviosos” porque un ex- KGB les explicara cuáles son sus intereses , quizás porque ellos los norteamericanos, para esa tarea, tienen a la prestigiosa CIA, el que más o el que menos, se consideró vulnerado en su amor propio.
Si hubieran prestado atención a una frase, con la que Putin califico en su momento la agresión a Libia, quizás les fuera más sencillo entender esta reacción. Entonces el dirigente ruso, la califico de “cruzada medieval” y que tenía el carácter preocupante de una política habitual.
El puñetazo de ahora, es la continuación de aquella frase y define, que la actitud imperial de USA y su falta de respeto a los derechos de otros pueblos, le preocupan a Rusia en su carácter de potencia mundial y da entender que no se va a desligar, de tomar posición en el futuro, cuando esa política de los norteamericanos afecte sus intereses.
Y finalmente, quiero darles mi propia impresión, de porque esta reacción tan “delicada” de los políticos norteamericanos.
La llamo delicada, porque que si lo analizamos, es mucho más “dulce “, de lo que nos tienen acostumbrados y de lo que sería dable esperar, de semejantes halcones mafiosos, irresponsables capaces de destruir el mundo, por sus mezquinos y codiciosos intereses.
Creo que estas reacciones nos indican una intensa preocupación, y quizás por primera vez, en mucho tiempo, estos políticos, estén representando a sus mandantes, el pueblo todo de USA, pueblo el cual no me cabe duda, el puñetazo de Putin, lo sintió en las terminaciones nerviosas donde se siente el miedo.
Miedo, que retrotrae a muchos a los años 50 , cuando debían someterse en las escuelas ,fábricas y oficinas a los ensayos sorpresivos de ataques nucleares, posiblemente a ser ejecutados por el “monstruo comunista ruso”.
Miedo, que la potencia misilistica y nuclear de Rusia, cuya capacidad no ignoran, pueden producir en un pueblo como el norteamericano, “virgen de sufrimientos en su territorio” en todas las guerras, que llevaron sus Presidentes, últimamente al exterior con aviones, drones, bases y soldados.
Y cuentan los que saben, que la incertidumbre de perder tal “virginidad”, a la que en general se la teme dolorosa, lógicamente produce miedo.