La falange fascista venezolana, ya no encuentra que inventarse para atacar a la revolución bolivariana y su proceso liberador. Ahora salen con el cuento de que el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías está vivo y que está secuestrado. Mayor estupidez, Chavez está vivo y anda suelto con la espada de Bolívar empuñada con su irredenta zurda. Y anda haciendo estragos en la canalla mediática y económica no solamente en Venezuela, sino en el mundo. ¿Es que acaso no lo oyeron en la Asamblea Anual de la Organización de Naciones Unidas? ¿Son tan estultos e inútiles los dirigentes, como asesores de la derecha venezolana, que no oyeron, ni vieron lo que todos oímos y vimos a través de los canales de televisión que transmitieron en vivo, el discurso del Canciller Elías Jaua, con la posición de Venezuela, frente a la arrogancia injerencista de Barack Hussein Obama? El relacionista público del Pentágono, en su desesperación por mantener el estatus de amo del mundo, está dando patadas de ahogado y vino a ese foro mundial, a mentir descaradamente y a tratar de continuar con sus amenazas y mensajes de terror, contra los estados y gobiernos que no se cuadren con sus criminales planes, contra el Medio Oriente y América Latina, como primera avanzada rumbo a la dictadura planetaria, que le permita al Complejo militar, tecnológico y comunicacional, manejar por la fuerza y a su antojo los recursos naturales de que dispone esta inmensa e importante parte del planeta, como panacea para tratar de evitar el derrumbe de un sistema consumista que ya no tiene cabida en el planeta y que está en su fase superior, que le condena a desaparecer.
Chávez habló en la ONU y hasta recordó que allí al igual que en la asamblea anterior donde denunció a Bush, como criminal de guerra, continúa oliendo a azufre, porque el diablo no ha salido de esa organización, simplemente cambió la pigmentación de piel, pero su mano sanguinaria sigue tratando de dominar el escenario.
En la voz de Elías Jaua cuando preguntaba porque no se enjuiciaba al estado más terrorista que conoce el universo, para que responda por sus agresiones y crímenes de guerra en contra pacíficos y desde el punto de vista militar indefensos países, como Irak, Libia, Afganistan y ahora Siria; allí estuvo la voz de Hugo Chávez. Cuando el Canciller de la República Bolivariana de Venezuela, condenó la acción criminal del gobierno de Barack Obama al dedicarse a violentar la privacidad de dirigentes del mundo y la soberanía de los estados, a través del delictivo espionaje electrónico, ahí estaba hablando el Comandante Eterno. Cuando el Canciller con toda su autoridad y dignidad bolivariana, proclama el derecho a la autodeterminación de los pueblos y a la defensa de su dignidad y soberanía, en particular los de UNASUR, CELAC y ALBA, en nombre de los cuales se pronunció, allí está la voz clara, diáfana, transparente y plena como la luna llena de Hugo Rafael Chávez Frías.
Cada vez que un vocero de consejo comunal, laboral, estudiantil, profesional o gremial expone sus ideas o reclama sus derechos, como sujeto activo, participativo y protagonista del proceso revolucionario, allí está la voz del Comandante Eterno, que enseñó no solo al pueblo venezolano, sino a todos pueblos oprimidos del mundo a levantarse contra sus opresores, a denunciar a la delincuencia planetaria imperial y a participar en la organización de la colectividad como arma efectiva contra quienes pretenden apabullar al mundo.
Hugo Chávez está vivo y habla a cada instante a través de los millones de seres humanos que en Europa, Asía, África, América del Norte y América Latina y El Caribe, levantan su voz para reivindicar el derecho a la dignidad y autodeterminación que por ley natural tienen los pueblos del mundo.
Esas voces rebeldes que se levantaron mayoritariamente en la ONU, para denunciar el terrorismo de Estado y la pillería universal que lleva adelante el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y la patota europea, representan la voz del Comandante de la Revolución Bolivariana, que continúa incendiando praderas en el mundo y que por eso sin temor a equivocarnos afirmamos que: La voz de Hugo Chavez retumbó en la ONU.