Quienes propician la conspiración contra el proceso bolivariano a través de la guerra económica, con el acaparamiento y la especulación, destinada a crear rechazo al gobierno nacional, mediante la inducción de la rabia, hacía el legado del Comandante Eterno, Hugo Rafael Chávez Frías, con las dificultades a que están sometiendo al pueblo de manera inclemente, pretenden cambiar nuestras conquistas por las aberraciones del pasado. No debemos olvidar que en la IV República, la miseria en el país azotaba a más del cuarenta por ciento de la población, obligando a importantes segmentos de la sociedad a tener a la perrarina, como plato de la ingesta diaria, ante la imposibilidad de comprar productos cárnicos; en consecuencia la salud del pueblo estaba por el suelo y el analfabetismo campeaba, las oportunidades de estudio estaban negadas a los pobres, por cuanto el programa del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, era ir a la privatización absoluta de la educación desde primaria a la universitaria, porque para el capitalismo la educación no es una inversión social, ni un derecho humano, sino un gasto suntuario, que cada cual debe cubrir.
Ese era el programa que tenía en su plan de gobierno el candidato de la falange venezolana Henrique Capriles Radonski, para ponerlo en ejecución si por desgracia para la patria de Bolívar, el pueblo se equivocaba y votaba por esa formula, disfrazada de demócrata, pero en el fondo fascista, razón por la cual, venezolanos honestos que disienten del proceso bolivariano, pero que aman a su patria, desertaron de las filas de la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática y entregaron a los medios y al pueblo en asambleas populares, copia del compromiso con el FMI y el BM, que tenía el candidato de la falange amarilla y sus socios de la MUD, que con trampas engañaban al electorado.
El proyecto de la derecha apátrida era desmantelar al Estado, reducirlo a su mínima expresión y entregar a las transnacionales, todos los recursos naturales y la facultad de diversos ministerios entregarla a empresa privadas, incluyendo lo atinente al régimen penitenciario.
El caso es que afortunadamente este pueblo ya no es el pazguato de la segunda mitad del siglo pasado, que lo engañaban con bolsitas de arroz, chapas de zinc, una promesa y una palmadita en el hombro, para que continuara dependiendo de la externalidad, sino que con el liderazgo del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, aprendió, que tiene derechos sobre los recursos de nuestro territorio, que estudiar, tener salud y , alimentarse debidamente no es privilegio de los señores burgueses, parásitos y apátridas, sino que son derechos inalienables que como venezolano le corresponden y que está obligado a defender, hasta con su propia vida si llega el caso.
Las recetas del FMI y del BM, que el Club Bildelberg, vende como la panacea para alcanzar el “progreso”, son el peor veneno contra la salud de los pueblos del mundo. La primera experiencia con esas criminales recetas económicas la experimentamos en Suramérica, donde dejó recuerdos imborrables, en Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Venezuela y los países centroamericanos, donde todavía lloran los muertos caídos en las calles, en los campos, en liceos y universidades, durante las protestas contra el cerco de hambre que estos organismos depredadores, agentes del complejo militar, tecnológico y comunicacional, que pretende dominar al mundo, tendieron a todos los países del mal llamado tercer mundo.
La reacción de los rebeldes pueblo del continente fue de resistencia, lucha y victorias, al punto que esta parte de América ha dejado de ser el patio trasero de Estados Unidos, papel que vergonzosamente han asumido países de la culta y otrora imperial Europa, venida a menos, con el resurgimiento del fascismo en todo su territorio, en algunos casos disfrazado de democrático, de socialista, de centro y paremos de contar; pero lo cierto es que los pueblos europeos están pagando las consecuencias de los gobiernos banqueros, del Club Bilderberg, que en definitiva es el dueño del circo, que mantiene al sionismo internacional a la cabeza de los gobiernos europeos, de Estados Unidos y de buena parte del resto del mundo, donde los pueblos al igual que en América y Europa, luchan por alcanzar la libertad, como en los casos de África y Asia.
El perverso paquete que la derecha venezolana, nos quería y todavía pretende endosarnos, es el mismo que ahora el sionismo internacional, está experimentando en Europa, donde la ciudadanía está siendo golpeada hasta más no poder. Los suicidios han aumentado producto de la expoliación a que han sido sometidos los miembros de la clase media, por lo banqueros que les han despojado hasta de sus viviendas donde habían hecho su vida y aspiraban pasar sus años de adultos mayores. Los trabajadores se enfrenta diariamente a la policía reclamando sus derechos que les han sido conculcados por un estado sometido a la autoridad de los organismos multilaterales que manejan la economía y finanzas en ese mundo del capitalismo.
Grecia, Turquía, Portugal, Francia y España, son los mejores ejemplos de los estragos que ha causado el trago amargo que la señora Ángela Merkel, ha sido la encargada de administrárselo. En España, ya la población no tiene ni siquiera donde tomar un trago, porque los locales nocturnos están cerrando sus puertas, todos los conciertos y demás espectáculos programados para fin de año, han sido cancelados, porque la situación económica por la que atraviesa el país no garantiza absolutamente nada.
En otras palabras el FMI y el BM, le quitó la navidad a los pueblos europeos, que han sido víctima de la mafia banquera internacional, que con el engaño de el “PROGRESO”, ha puesto de rodillas a todo el mundo, obligando a los pueblos a ajustarse el cinturón al máximo en cada arborada, para cumplir con los compromisos que sus gobiernos, han adquirido con el sionismo internacional, con el prometido paraíso del FMI y del BM, que está hundiendo a Europa.