Malinche Go Home

De verdad que definitivamente hay quienes segados por el odio, la ambición de poder y los deseos de venganza, en sus desesperadas maniobras, para conseguir sus objetivos, bajo la premisa de que el fin justifica los medios, llegan al extremo de caer en sus propias trampas y entonces les ocurre como la comiquita de El Coyote y el Correcaminos, en la que el primero siempre está tendiendo celadas al singular bípedo y termina cayendo en ellas, o lo que es igual como Yacumbele, que el mismito se mató o como el axioma criollo, que ilustra esa conducta con: “Escupir p'ariba”. Es decir que el salivazo que pretende lanzar sobre el otro le cae en la cara·

Eso mismo le ocurrió a la “Malinche” de la Asamblea Nacional, que en su desesperado afán por desafiar a la institucionalidad venezolana y por causar todo el daño posible a ese odiado pueblo pata en el suelo, que ahora está alzado con el poder, con un autobusero en la presidencia de la república, se fue de bruces y ante la posibilidad de poder calumniar a su patria en un organismo internacional para pedir la invasión militar por parte de sus compatriotas de corazón, aceptó la representación ante el foro americano, de un gobierno hostil a Venezuela que viene buscando desde diversos escenarios la intervención extranjera, para dar al traste con el gobierno bolivariano y revolucionario, que como legado nos dejó el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, refundador de la República Bolivariana de Venezuela, como patria libre y soberana, bajo la protección de la Unión Cívico – Militar, formula perfecta articulada por este gigante americano, para permear el sueño de Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José de San Martín, José Martí, Farabundo Martí, Augusto César Sandino, Emiliano Zapata, Pancho Villa y otros tantos soñadores de la Patria Grande.

La señora que venían paseándose por el mundo, conspirando contra la seguridad y la soberanía de la patria de Bolívar y en el ámbito nacional, llamando a la rebelión violenta para encontrar salida por vías no democráticas, no deliberantes y mucho menos electorales, a lo que ella considera una pesadilla comunista que se ha apropiado del país, cayó en su propia trampa. La Malinche que seguramente ahora renunciará a la nacionalidad venezolana para adquirir no la panameña, sino la soñada por todos los apátridas como es la Norteamericana, aceptó el nombramiento de representante permanente alterna, de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, con lo cual automáticamente renunció a su condición de parlamentaria al violentar los artículos 191 y 149 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Claro que no tiene porque sentirse frustrada, porque ahora tiene la oportunidad de incorporarse a la gusanera miamera y desde allí lograr una nominación para el Congreso de la Un ión a través de la derecha republicana y fortalecer la comparsa que en contra de nuestra amada patria conspira desde hace años en el congreso estadounidense, donde ahora mismo se arman proyectos de leyes para aplicar a Venezuela, las mismas o peores medidas canallas, que desde hace 50 años, el imperio mantiene vigentes contra la heroica república de Cuba, hermana que ahora no está sola, por cuanto forma parte del concierto de pueblos latinoamericanos y caribeños que han decidido ser libres para siempre y esa decisión no es negociable.

El libreto de la CIA, aplicado sin éxito en Irán y China, pero con relativas victorias en Irak y Libia, está fracasando en Ucrania, en Siria y, ha sido derrotado en Venezuela, con lo cual el proyecto globalizador del sionismo internacional, que pretende dominar al mundo a través de la dictadura financiera, con la bota de la OTAN y direccionada desde el Complejo Militar, financiero y Comunicacional, que pisotea al pueblo norteamericano y pugna por convertirse en gendarme del mundo, cada día se pone más difícil. Sobre todo cuando vemos organismos que como la OEA, que en pasado reciente avalaron golpes de Estado e invasiones patrocinadas por Estados Unidos, violentando todos los principios del derecho internacional y de los derechos humanos; en los últimos dos intentos del imperio del norte a través de sus lacayos por intervenir en los asuntos internos de Venezuela y en la última tentativa, con la complicidad de una parlamentaria venezolana, que se prestó como comodín a un gobierno enemigo de nuestra patria, cuando intentó coronar su alta traición a la patria, por mayoría absoluta los estados latinoamericanos y caribeños, que conforman ese foro, armados de coraje y dignidad, al unísono gritaron: Malinche Go Home.


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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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