Bashar Al Assad, acaba de obtener un triunfo contundente para la presidencia de la República, un 88,7%; echando por tierra las mentiras y calumnias en su contra. Cuenta con un gran respaldo popular, que el gobierno de EEUU ahora trata de desconocer y no encuentra la forma de justificar su derrota.
Siria, se ha convertido en otra víctima de E.E.U.U., es la continuación, de lo que recientemente hicieron en Irak, y luego en Libia. El propósito es el mismo, apoderarse de todos los recursos naturales y energéticos que posee el país árabe.
El libreto violento del presidente Obama, es el mismo que usó George H. Bush, y el mismo que seguirá utilizando El Imperio Norteamericano, para tratar de apoderarse del petróleo, el gas y el agua de las diferentes naciones. Esta locura imperial, podría también aplicarse a nuestro país, por su importancia minera, petrolera y gasífera.
En los últimos 30 meses, se ha tratado de engañar al mundo, con una supuesta guerra civil en Siria, que no es tal. Se tata, de que varios gobiernos, como el alemán, francés, británico y estadounidense, han financiado a fuerzas mercenarias, para derrocar al presidente legal y legitimo de Siria, Bashar-Al Assad; pero como no lo han podido lograr tan fácilmente, como lo hicieron con Irak y Libia, ahora utilizan el pretexto del uso de armas químicas por parte de ese gobierno, para ayudar a los grupos invasores mercenarios, que están perdiendo la guerra.
Cuando hay reacciones en todo el mundo, inclusive en el mismo E.E.U.U., en contra de la intervención imperialista en Siria; aquí en Venezuela, esa oposición apátrida y pitiyanqui, respalda las acciones en contra del pueblo y gobierno de Siria: Henrique Capriles, llamó “carnicero” al presidente de Siria, Bashar al-Asad; agregando: “el mundo tiene que defender los derechos humanos y castigar con todo el peso de la ley a los regímenes como el de Bashar al-Asad”. Mientras que Leopoldo López afirmó: “Bashar al-Assad es un asesino, él es responsable de 100 mil muertos, las pruebas están allí”; Julio Borges señaló: “ Que el Gobierno deje de pensar tanto en Siria y se ocupe de Venezuela”, “que nadie sabe ni donde queda”. Milos Alcalay enfatizó, que “el informe de los expertos de la ONU, es determinante, ya que será muy difícil seguir argumentando la inocencia de un régimen que con represión ha marcado con lágrimas y luto a la población de su propio país. Y ello no puede ser tolerado por las naciones civilizadas, ya que constituiría un grave precedente”. Por su parte, Timoteo Zambrano, en su momento, informó sobre el contenido del comunicado de su partido Un Nuevo Tiempo: “El desmedido afán de poder, sectarismo y autoritarismo de Bashar al-Assad, ha conducido ese país a una guerra civil fratricida con claros signos de genocidio. Ahora se une, un posible ataque con armas químicas de destrucción masiva, violando así, normativas internacionales y resoluciones de las Naciones Unidas”. Hay que destacar igualmente, el silencio observado por otros líderes de la oposición sobre el tema sirio, como María Corina Machado, Ramón Guillermo Aveledo, Henry Ramos Allup e Ismael García, entre otros, a fin de no sufrir las consecuencias de una opinión que pudiera comprometer su apoyo incondicional al gobierno de E.E.U.U. y así perderían también su financiamiento.
“La administración estadounidense, en estos momentos, es un animal salvaje y sediento de sangre. Las bombas son su único vocabulario. Sabemos que muchos norteamericanos, están horrorizados por la postura de su gobierno, pero da la impresión de que no puede hacer nada”. Harold Pinter. “A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz”. Whalt Whitman.
Estados Unidos, se ubica en el primer país del mundo, en violaciones a la soberanía y los Derecho Humanos de otros países. Es el país con mayor cantidad de tropas estacionadas en el extranjero. Se calcula en 364.000 militares los acantonados en más de 130 países y regiones del mundo. Los habitantes locales, son en muchas ocasiones víctimas de la violación de los Derechos humanos por parte de esos soldados estadounidenses. Las tropas estadounidenses en Okinawa (Japón) son famosas por su constante implicación en casos criminales tales como incendios premeditados y violaciones. Tras la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos han cometido más de 300 delitos sexuales en el archipiélago. En Filipinas hay más de 52.000 niños no reconocidos, cuyos padres son marines estadounidenses estacionados antes de 1991 en este país del sureste de Asia.
Pese a la existencia de una Convención Internacional (a la que Estados Unidos no se adhirió) contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios, Estados Unidos de América utiliza ampliamente los mercenarios tanto en el plano interno, como externo en muchos países; en Colombia y en las misiones llamadas de mantenimiento de la paz, en Croacia, en Bosnia-Herzegovina y en Kososovo.
El gobierno de Estados Unidos, ha suministrado armas y material de seguridad a gobiernos y a grupos armados de todo el mundo que han cometido torturas, homicidios políticos y otros abusos contra los Derechos Humanos, además de entrenado, en su propio país, a miles de militares en prácticas de represión.
Como mayor productor y exportador de armas del mundo, Estados Unidos contribuye a que se cometan cada vez más abusos contra los Derechos Humanos. El tipo de armas de electrochoque que exporta Estados Unidos, se ha utilizado para torturar en todo el mundo.
El irrespeto al Derecho Internacional por parte de Estados Unidos, ha sido unas constante en la historia. Simplemente cuando observamos la cantidad de acuerdos que los sucesivos gobiernos norteamericanos se han negado a adherir, tenemos una muestra clara del menosprecio de los Estados Unidos por los Derechos Humanos y a las normas de convivencia internacional.