“Hace falta una refundación democrática y profunda
del sistema de Naciones Unidas”,
Presidente Nicolás Maduro
69° Asamblea General de la ONU.
Luego de la intervención del Presidente Maduro ante la 69 Asamblea General de la ONU, quedo demostrado que en Venezuela la teoría social-política es el socialismo y su praxis es la revolución. En su discurso, no solo develo lo equivocado que esta quienes apuestan a la derrota del proceso bolivariano en Venezuela, sino que a la vez alumbro el camino para aquellos cuyo dogmatismo de izquierda y derecha, no les permite sentir que estamos venciendo en esta lucha por un mundo consustanciado con lo humano, con la vida, con el amor.
En ese sentido las palabras del Presidente Maduro, expresadas con la pasión que nos caracteriza a los latinos y la certeza de quien esta asido de un ideario amplio y suficiente para el análisis de la realidad concreta, demostraron con ejemplos sencillos, la nueva conformación geopolítica y geo estratégica del maltratado otrora tercer mundo, y sus organizaciones, esperanzas y luchas.
Su discurso fue claro y preciso, y sin vacilación se enmarco en los elementos propositivo y concreto, que demandan una refundación de la ONU, en base a la nueva realidad integracionista que se vive en el mundo de hoy. Con sus palabras quedo demostrado, que el viejo sistema de naciones unidas está obsoleto, devaluado y corroído por la pretendida hegemonía planetaria que intenta imponer el imperio norte americano y sus secuaces. De allí que, alzara su voz de protesta sobre la conformación del consejo de seguridad y apuntara sin vacilación a la solicitud expresa de una nueva conformación de este a partir las fuerzas que se agrupan cada organismo multilateral de integración.
Por supuesto, la mezquina oposición interna y sus aparatos mediáticos, apenas si se contentó con las palabras que el Presidente Obama pronunciara a favor de su cachorro Leopoldo López. Lo expresado por resto del mundo, incluyendo a nuestro presidente, para este obcecado grupúsculo de rabiosos apátridas, no existió y ni revistió importancia alguna.
Podemos asegurar sin temor, que estamos atravesando el umbral para el nacimiento de un nuevo hombre y una nueva sociedad. Que en este siglo XXI los problemas de inequidad e injusticia del capitalismo como sistema y como modo de vida, pierden fuerza ante el desarrollo de un pensamiento socio histórico que revitaliza al socialismo científico y profundo sin menoscabo de las pasiones y acciones de diversas tendencias e interpretaciones sociales, políticas, culturales y religiosas, que para bien de nuestro tiempo, coinciden que la salida a los grandes problemas de la humanidad, pasan por derrotar a las hegemonías imperiales con la fuerza de la preservación de la vida plural y diversa.
