Los gringos que nos tienen en la mira y, por los vientos que soplan, los
fulanos fusiles rusos como que llegarán el día de la pera. Tampoco nada
que llegan las patrulleras españolas ni los aviones brasileños. Imagínense
que mañana nos coloquen un portaaviones frente a La Guaira, con un montón
de amariconados marines con sus caras embetuminadas, ¿con qué carajo los
vamos a enfrentar?
Había asegurado el general García Carneiro que los 100 mil fusiles rusos
Kaláshnikov, iban a estar aquí para mediados del pasado diciembre, pero
luego, el 23 de febrero, recibimos la fatal noticia, por parte del propio
ministro de la Defensa, almirante Orlando Maniglia, que ahora será para
mediados de este año cuando lleguen, y ya no los cien mil como se había
anunciado, sino apenas 30 mil.
Esto me está oliendo muy feo, y ya estoy que no creo ni en la madre que me
parió. ¿Habrá en todo esto una mano super-peluda para que nos cojan
descuidados y desarmados, y que estas mismísimas se encuentren en el
propio Ministerio de la Defensa?
Por las amenazas gringas, puede que de aquí a agosto ya el peo con EE UU
esté definitivamente prendido, y entonces nosotros tengamos que salir a
pelear con chopos.
La necesidad de estas armas son básicas porque forma parte de la
estrategia política fundamental defensiva, para que los gringos vean que
no andamos tan a la deriva ni tan desarmados.
Estos 100 fusiles son parte del contrato de adquisición, suscrito entre el
Ministerio de la Defensa de Venezuela y empresas rusas hace casi dos años.
Por otro lado, hay que ver el tiempo que lleva el asunto de la
transferencia de tecnología para que Venezuela pueda llegar a desarrollar
sus propios talleres de mantenimientos de esos equipos militares, que
incluyen la elaboración de millones de municiones y para el mantenimiento
y reparación de los propios fusiles.
A mí me tiene muy preocupado la lentitud como se van procesando la
adquisición de los equipamiento de los componentes de la FAN: Ejército,
Aviación, Armada y Guardia Nacional.
Sin los F-16, con la amenaza sobre las empresas españolas y brasileñas,
nosotros deberíamos mirar hacia Argentina que tiene también poderosas
empresas en producción de armas.
La Revolución Bolivariana necesita mostrar su músculo militar además del
ideológico, porque los gringos están evaluando nuestra fortaleza militar
para proceder a una invasión fulminante y rápida, tipo de la que lanzaron
contra Manuel Antonio Noriega en Panamá. Ojo avizor, camaradas de las FAN.