Crónicas de la era imperial Obama

La Salida: un año después la conjura es develada

La Casa Blanca hoy; Barack, toda la noche a deambulado por de la oficina, no ha dormido, está molesto, preocupado…, Entre un trago y otro comenta para si algunas cosas, maldice, trata de sonreír y no puede. Mira, mira a la distancia a través de las cortinas…La falta de sueño durante las últimas 48 horas se hacen evidentes…Quiere conversar, quiere reír, me mira, levanta su mano señalando, señalando en la distancia como queriendo decir algo, simplemente no puede, su rabia, su impotencia le impide pronunciar palabra alguna…

En su escritorio, con fecha 11 de febrero de 2015, desde las embajadas de Alemania, Inglaterra, Canadá y Colombia, así como de corresponsales internacionales en Venezuela, temprano en la mañana llegaba un sinfín de correos, señales urgentes, todas con una frase, “aborten”…

Durante la noche y la madrugada, su furia, su derrota, lo ha colocado en una posición nada agradable. Por momentos camina, se detiene, mira, si mira al vació, perdido en el espacio tiempo. Por algunos minutos de esta noche conversó con Joe, por teléfono, poco, muy poco, sólo lo suficiente para señalar que; ¿dónde está la falla? ¡Dile a Stewart que renuncie! ¡Somos el hazmerreír del mundo! Ordenó llamar a CNN, con su director, con Patricia, a quien con furia y muy amenazante la llamó mentirosa, intrigante, falta de ética…

En la antesala, por horas, muchas horas, algunas personas venidas desde hace días de Venezuela, esperaban ser atendidas. Los días previos los vi sonreídos, brindaron con Joe y con el propio Obama, entonces eran felices. Muy felices, hoy lucen mal, mucho peor que el propio Obama, quien conocida la noticia del fracaso en la operación de asalto y toma del poder en Venezuela, sólo ha conciliado palabras para amenazar y despedir a una serie de funcionarios involucrados. Quiere deslindarse de la derrota, según sus comentarios, todos, absolutamente todos sus funcionarios, los propagandistas y la oposición venezolana, lo convencieron de dar la orden para el asalto final. Que era el momento oportuno de resolver la Cuestión Venezuela y así, con la prepotencia imperial que lo caracteriza, por radio prensa y televisión ordenó torcer el brazo a todo aquel país que no siguiera sus órdenes.

El gobierno y los servicios de inteligencia de Venezuela neutralizaron el plan, ahora los Estados Unidos de América, su presidente Barack Obama y sus servicios de inteligencia han sido puestos al escarnio, al descubierto. Es, sin duda alguna, la derrota política y de intervención más contundente que en los últimos tiempos el poder imperial haya sufrido

Por momentos, desde el sur, llegan señales mucho más preocupantes, descubierto y neutralizado el plan de invasión y derrocamiento del gobierno en Venezuela, todo indica que los aviones que bombardearían Caracas, como mínimo, están estacionados en territorio colombiano. Su presidente y canciller, no participaron en la última reunión de UNASUR. Esa Colombia, la de hoy, la de Santos es, como hace doscientos años, la misma de Santander, esa que traicionó a Bolívar y su sueño de Patria Grande. ¡Ya lo hicieron antes, “disfrazaron” helicópteros venezolanos con emblema de la Cruz Roja Internacional! Ahora, el problema de Juan Manuel es dar explicaciones a sus vecinos, a la América Latina y Caribeña, lo demás es cuento. Entonces ¿es la búsqueda de la paz en Colombia un distractor para invadir Venezuela? Parece. Consolidado la intervención y usurpación del poder en Venezuela, difícilmente pueden concretarse tales acuerdos en Colombia, las fuerzas guerrilleras que hoy buscan conciliación y paz serán exterminadas.


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Felipe Marcano


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