Empiezo a convencerme de que el primero de los dos Obamas se leyó Las venas abiertas de América Latina, el libro del nuestroamericano Eduardo Galeano que le regalara el Comandate Supremo Hugo Chávez, cuando este ejercía la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.
Los dos Obamas, que siempre han sido el único Barack arrepentido de su color de piel, sumiso a sus primeros amos ingleses, racista, ambicioso, procapitalista y deseoso del exterminio de la pobreza en el mundo a fuerza de misiles, bombarderos, marines que apuntarán bien contra los pueblos indómitos del mundos, deseosos de independencia, libertad e igualdad en sociedades de justicia, se ha destapado en sus desesperos ya no solo aterrorizando con sus armas y la saña de la que es capaz, sino pretendiendo recordarnos que puede llegar a "torcernos el brazo" o invadirnos y exterminarnos, si es preciso y mientras pueda conservar intactas las mayores reservas mundiales de petróleo que son, y serán para siempre, del pueblo venezolano.
El vocero principal del Pentágono y del Departamento de Estado yanqui -premiado por genocida con un Nobel de la Paz-, alzó su voz contra el pueblo de Venezuela, creyéndose que por gritar muy alto llegaría a atemorizarnos. El más reciente de sus histéricos lecos fue el que emitió este lunes 9 de marzo cuando chilló que Estados Unidos considera a nuestro pueblo y al Gobierno Bolivariano y Chavista, que preside el camarada Nicolás Maduro, como "una amenaza para la seguridad" de EEUU.
No imaginaba el títere político que ocupa la Casa Blanca y responde a los intereses del capital transnacional, que es el que verdaderamente domina y gobierna al mundo, ...por ahora, que su desesperada actitud, luego de ver fracasados los múltiples intentos injerencistas e indirectos de derrocar a la Revolución Bolivariana y a los gobiernos, primero de Chávez y ahora de Maduro, desde el momento cuando estos se identificaran -en pensamiento y acciones- con la causa antiimperialista expresada por La Comuna de Caracas, a finales del mes de febrero y comienzo de marzo del año 1989, cuando se produce el denominado, mediáticamente, "sacudón".
Obama, recurriendo a fuerzas paramilitares provenientes del narcotráfico que controla directamente el "Doctor Barito", mejor conocido por su remoquete de capo de las drogas, como Álvaro Uribe Vélez, y otros aliados de la región, ha intentado infructuosamente, en varias oportunidades, poner fin a los procesos liberadores que crecen por Nuestramérica y el mundo, bajo el liderazgo del Gigante Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana y Chavista que recorre al mundo como esperanza de libertad, de independencia definitiva, de multipolaridad y multiculturalidad, en fin, como esperanza de sociedad socialista que acabe con toda explotación de la humanidad en los procesos de producción de sus bienes materiales y espirituales.
Reacio a leer Las venas abiertas de América Latina, quizás porque, con aires de superioridad, pensaba que nadie lo iba a adoctrinar en "principios comunistas" a estas alturas de su vida, Barack Obama no logró darse cuenta a tiempo de que las realidades sociales nuestroamericanas han cambiado y de forma radical. No pudo darse cuenta de que la huracanada fuerza de los pueblos que, por determinadas circunstancias se hizo visible a partir de aquel 27 de febrero de 1989 y que supo ser recogida con firme liderazgo por el Comandante Hugo Chávez, gracias a la primera acción organizada, que encabezó el 4 de febrero de 1992, bajo los mismos principios de clase expresados tres años antes en el "Caracazo", no habrá imperio que la detenga.
Hoy no me cabe dudas de que el desesperado habitante de la Casa Blanca, deseoso de anotarse muertos y víctimas nuestroamericanas en su haber genocida, ¡NO PASARÁ! No pasará en Venezuela ni en ninguno de nuestros pueblos hermanos, porque cada vez somos un solo pueblo más unido, que jamás será vencido. ¡Contra el imperialismo, por la independencia definitiva y la Patria socialista!... Yanquis de mierda, ¡Váyanse al carajo!... Pero también llévense de una vez, a los pocos lacayos y apátridas que les han acompañado en sus aventuras desestabilizadoras y golpistas.
