Antes de meterme en el asunto de esta nota, previamente debo hacer por lo menos una consideración. La revolución o el proceso, evidentemente tiene sus estrategias y creo que gran parte de ellas están focalizadas en mantener la situación tal y como viene viniendo. Controla algunas cosas y espera por las oportunidades que le ofrece los adversarios y miren que ofrecen bastante oportunidades.
Ese asegurar la situación tal y como va viniendo, encaja con un proceso de adaptación, más no, con una línea de irrupción o profundización de los procesos para abrirle una ruta a lo que pregonamos. La estridencia y el uso de las imágenes de Chávez parecieran ser el recurso.
Recientemente, Marea Socialista puso a circular un documento que de no existir esta política de mantener la situación como va viniendo (pero en el mismo sitio), ahora mismo, los diferentes grupos que se mueven en torno al proceso estuvieran dando un debate abierto y profundo y no aprovechándose del aparente favor que nos ofreció Obama con su decreto.
En este documento hay cosas que reclaman un duro y profundo debate que seguramente no se dará. Para visualizar como estamos muchas veces jugando para el contrario, aunque el discurso sea zurdo, puedo hacer uso de la siguiente situación. Acabamos de aprobar una ley habilitante para enfrentar la política imperialista, pero el proceso ha sido tercamente incapaz de ponerle un freno a la fuga de capitales y ya la cifra supera los 340 millones de dólares. Con este hueco, no hace falta muchas leyes antiimperialistas. Somos obstinada y discursivamente antiimperialista, pero reducidamente anticapitalista. Este tema está en ese documento y probablemente no será objeto de un debate por parte de los grupos decisores dentro del proceso.
Este documento observa el decreto Obama en el marco de una disputa mundial y por ahí se nos cuela el fenómeno China, que esta revolución no discute en ningún momento. Está más o menos claro un cambio de socio internacional sin importarnos mucho la independencia.
Marea Socialista nos asoma también, a una situación donde comienza verse las consecuencias de la ausencia de Chávez. No en foto, pancartas de fondos y discursos, sino en el esquema de asumir y conducir la política. Esta ausencia de Chávez en el ámbito nacional y en plano de América latina, viene como domesticando todo ese caudal de rebeldía que arrancó en la década de los noventas del siglo XX y que Chávez siempre estaba atizando. El documento de Marea Socialista lo califica como “debilidades estructurales”, pero debilidades “que se acentuaron luego de la muerte de Chávez” y que están empujando a un “aflojamiento” de todas esas herramientas que Chávez impulsó: UNASUR, ALBA, CELAC.
Ya la UNASUR se va como pareciendo a la OEA. Se pronuncia sobre algo y luego se enconcha. UNASUR Se deja ver como un aparato burocrático, desconectado de los pueblos y de los movimientos. La existencia de UNASUR sin un movimiento de izquierda estructurado y articulado, va dejando esta herramienta para anuncios. Este tema de ausencia de una izquierda articulada es de gran importancia para la coyuntura actual y paro los movimientos que deben darse en el futuro. Siendo esto un tema relevante, no es un tema que se debata ni está en agenda.
A pesar de ser una propuesta que ha estado andando desde hace algún tiempo por intermedio de Marea Socialista y del Centro de Investigaciones y Formación Obrera (CIFO); la revolución continúa sin prestarle atención a una especie de central estatal de comercio exterior. Esto no se debate y la revolución continúa abogando por la buena fe de los capitalistas con una lluvia de dólares, que luego se fugan y dejan en el país las colas, que es definitiva, la estrategia de invasión que esta desmoralizando al chavismo.
NOTA: Ofrezco mis disculpas a los lectores por el (grave) error que dejé en una nota anterior a esta. Realmente pasó y soy responsable de ese error.