Cuando el gobierno de OBAMA manifestó su decepción por el apoyo de los países latinoamericanos a Venezuela, no fue otra cosa que el comienzo en la búsqueda de una excusa que por ridícula que fuese, permitiera a Obama asistir a la cumbre en panamá un tanto libre de las presiones que avizoraba la subsecretaria de Estado de EU para Latinoamérica Roberta Jacobson.
Surge para ello la excusa del formato pro-forma donde se plasmo las sanciones contra Venezuela que firmo Obama, dicho formato, refiere el asesor presidencial de Seguridad Nacional de EU Ben Rhodes, es el mismo (como buen imperialismo), que usamos para órdenes ejecutivas para todo el planeta. Vale decir, que Obama firmo (léase autorizo) sancionar a Venezuela Amén (así sea), ilegal sin ni siquiera ver el membrete en el papel impreso.
En consecuencia Venezuela no representa ninguna amenaza para nuestra seguridad nacional reconoce el gobierno de Obama a pocas horas de arribar a Jamaica y panamá.
Es de suponer que para lavarse la cara de esta ridícula excusa, Obama deba prescindir de algunos "asesores", sobre todo, aquellos que abren sus puertas y reciben las carpetas e informes de los vende patrias de la oposición venezolana.
Así como las bombas tienen sus efectos colaterales (en colegios, museos, hospitales donde se sospecha la presencia "enemiga",) de la misma forma, el supuesto formato debe tener sus efectos contra quienes de alguna manera "engañaron "a Obama para que firmara las sanciones contra Venezuela.
A todas estas, el globo de ensayo que los EU, pusieron a prueba, evidenciaron tres (3) cosas a saber: la decadencia del imperio, la autodeterminación de los pueblos y la fortaleza del legado de Chávez en función del pensamiento bolivariano: LA PATRIA ES AMÉRICA.
