El señor Barack Obama prendió el candelero y ahora no encuentra como apagarlo. Está desesperado, cuando faltan pocas horas para la instalación de la Cumbre de Las Américas. Nunca pensó el presidente afro-norteamericano que el tiro le iba a salir por la culata. Nunca pensó este señor que detrás del liderazgo de Nicolás Maduro, había un chavismo resteado con el legado del Comandante Supremo de la revolución, Hugo Chávez Frías, así como un pueblo arrecho dispuesto a defender su Patria y su soberanía.
Jamás pensaron los asesores de quien se creyó ser el amo del mundo, que la amenaza proveniente del imperio causaría una desbanda en el chavismo y el resto de las fuerzas revolucionarias, nucleadas en el Gran Polo Patriótico. Pero resultó otra cosa. El chavismo se unió, férreamente, a su líder. Y las bravuconerías del imperio de pronto, por “arte y magia” de la unión de pueblos de América Latina y del Caribe, no le quedo otra que arrugar.
Una vez más se demuestra que en la unidad está la fuerza para vencer al más pintado, así se llame Estados Unidos. Hugo Chávez no sólo despertó a los venezolanos que aman a su Patria, sino que igualmente despertó a los pueblos de este Continente y más allá. ¡Qué pena para los lacayos criollos! Esa gentuza traidora representada en cuatro personas: Leopoldo López, María Machado, Antonio Ledezma, Henrique Capriles. El resto de nombres no pasan de ser unos tontos útiles de la derecha radical nacional e internacional. Se les esfumo la esperanza de que los marines mancillaran al suelo de Simón Bolívar y Hugo Chávez.
Una derrota más. Y pronto se les hará morder el polvo en las elecciones para la Asamblea Nacional. Esta oposición mediocre venezolana no aprende, a pesar de los trancazos que se lleva de manos del chavismo. Más de 10 millones de firmas contra el “Decreto Obama” hicieron que el gringo agresor reculara. Pero no se salvará de la “pela” que le darán los mandatarios dignos en la Cumbre de Las Américas, en Panamá. ¡Los pueblos unidos, jamás serán vencidos!
¡Volveré!