"La Voz del Pueblo"

Reflexiones en torno a la guerra (I)

En homenaje a Eduardo Galeano, gran escritor y periodista uruguayo quiero hoy compartir una de sus reflexiones referente a la guerra para mí de gran interés y vigencia mundial.

A mediados del año pasado, mientras esta guerra se estaba incubando, George W. Bush declaró que "debemos estar listos para atacar en cualquier oscuro rincón del mundo". Irak es, pues, un oscuro rincón del mundo. ¿Creerá Bush que la civilización nació en Texas, y que sus compatriotas inventaron la escritura? ¿Nunca escuchó hablar de la biblioteca de Nínive, ni de la Torre de Babel, ni de los jardines colgantes de Babilonia? ¿No escuchó ni uno sólo de los cuentos de las mil y una noches de Bagdad? ¿Quién lo eligió presidente del planeta? A mí, nadie me llamó a votar en esas Elecciones. ¿Y a ustedes? ¿Elegiríamos a un presidente sordo? ¿A un hombre incapaz de Escuchar nada más que los ecos de su voz? ¿Sordo ante el trueno incesante de millones y millones de voces que en las calles del mundo están declarando la paz a la guerra? Ni siquiera ha sido capaz de escuchar el cariñoso consejo de Günter Grass. El escritor alemán, comprendiendo que Bush tenía necesidad de demostrar algo muy importante ante su padre, le recomendó que consultara a un psicoanalista en lugar de bombardear Irak.

En 1898, el presidente William McKinley declaró que Dios le había dado la orden de quedarse con las islas Filipinas, para civilizar y cristianizar a sus habitantes. McKinley dijo que habló con Dios mientras caminaba, a medianoche, por los corredores de la Casa Blanca. Más de un siglo después, el presidente Bush asegura que Dios está de su lado en la conquista de Irak. ¿A qué hora y en qué lugar recibió la palabra divina? ¿Y por qué Dios habrá dado órdenes tan contradictorias a Bush y al Papa de Roma? Se declara la guerra en nombre de la comunidad internacional, que está harta de guerras. Y, como de costumbre, se declara la guerra en nombre de la paz. No es por el petróleo, dicen. Pero si Irak produjera rabanitos en lugar de petróleo, ¿a quién se le ocurriría invadir ese país? Bush, Cheney y la dulce Condoleezza, ¿habrán renunciado realmente a sus altos empleos en la industria petrolera? ¿Por qué esta manía de Tony Blair contra el dictador iraquí? ¿No será porque hace treinta años Saddam Hussein nacionalizó la británica Irak Petroleum Company? ¿Cuántos pozos espera recibir Aznar en el próximo reparto? La sociedad de consumo, borracha de petróleo, tiene pánico al síndrome de abstinencia. En Irak, el elixir negro es el menos costoso y, quizás, el más cuantioso. En una manifestación pacifista, en Nueva York, un cartel pregunta: "¿Por qué el} petróleo nuestro está bajo las arenas de ellos?" Estados Unidos ha anunciado una larga ocupación militar, después de la victoria. Sus generales se harán cargo de establecer la democracia en Irak. ¿Será una democracia igual a la que regalaron a Haití, la República Dominicana o Nicaragua? Ocuparon Haití durante diecinueve años y fundaron un poder militar que desembocó en la dictadura de Duvalier. Ocuparon la Dominicana durante nueve años y fundaron la dictadura de Trujillo. Ocuparon Nicaragua durante veintiún años y fundaron la dictadura de la familia Somoza. La dinastía de los Somoza, que los marines habían puesto en el trono, duró medio siglo, hasta que en 1979 fue barrida por la furia popular.



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Ángel Bonillo


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