Florentino y el Diablo

Nuevamente este gobierno revolucionario se encuentra bajo los ataques imperiales que ha decidido amenazar la paz de nuestro país. Nunca como hoy Venezuela había sido tan asediada y atacada desde dentro y fuera. Todo comienza cuando Hugo Chávez asume la presidencia en 1999, y empieza a rechazar las imposiciones que el gobierno norteamericano acostumbraba aplicar a los gobiernos de turno, esto fue contado por el propio Hugo Chávez en su momento. Esa fue la primera alarma que le sonó al imperio de que algo iba a cambiar su estilo, de desvalijar nuestro país sin que nadie se le opusiera, por el contrario todo lo tenía servido en bandeja de plata.

De ahí en adelante la oposición venezolana asesorada desde los EE.UU empezó una arremetida brutal contra el gobierno revolucionario, hasta llegar al golpe de estado de 2002, logrando su cometido por un escaso tiempo de 48 horas pero en ese corto tiempo dejaron destrucción y muerte por dónde pasaron. Viendo los apátridas que el pueblo por primera vez en la historia, defendía a un gobierno y no sus intenciones, cambiaron la estrategia, arremetiendo directamente contra el pueblo, buscando un estallido social. A lo que el pueblo respondió con firmeza y confianza en su gobierno.

Desde entonces Venezuela se ha debatido en una completa turbulencia en el que el mensaje siempre ha sido el mismo. Destruir la Revolución Bolivariana a costa de lo que sea, sin importar vidas humanas, daños materiales, daños al ecosistema, e inclusive la aberración ha llegado a tanto, que hasta animales indefensos han pagado su odio desmedido.

Como con el pueblo, sólo han logrado conseguir a algunos descontentos, pero no la reacción que ellos esperan. El lobo feroz decidió mostrar sus verdaderas intenciones, el 9 de marzo de 2015, el mismísimo Barack Obama, firma un decreto en donde declara a Venezuela una amenaza"inusual y extraordinaria" a la seguridad nacional y a la política exterior. Nada más lejos de la realidad, conociendo el historial de terror que los gobiernos de EEUU han sembrado en aquellos países que han considerado una amenaza. Nuestra Venezuela es sólo un país, sediento de paz y luchando por su soberanía absoluta. Así empezó EEUU su ataque directo ya no eran los senadores, sino el presidente directamente. Sin dejar de lado a un país como España, que sin ninguna moral política acusa a nuestro país de represor, de violar los derechos humanos y de coartar la libertad de expresión, cuando en el suyo, los desahucios, los ataques a los manifestantes y ahora una Ley Mordaza, amenaza a sus habitantes.

A la fecha de hoy, el decreto de Barack Obama sigue vigente, se le añade una incursión de paramilitarismo proveniente de Colombia, que se ha infiltrado entre los habitantes de nuestro país para crear zozobra, muertes e inseguridad en la sociedad venezolana. Eso entre las muchas trabas que le ponen a este gobierno para impedirle su avance.

Ahora nuevamente, tal cual Florentino, Venezuela vuelve a enfrentarse con el Diablo, personificado en está ocasión por David Granger, presidente de Guyana, quien a escasos días de haber asumido la presidencia, su primer decreto como presidente de los guyaneses fue: Arremeter contra su vecino, con quien su país, tiene una disputa territorial desde hace más de ciento cincuenta años y a quien por cierto los derechos lo acompañan. El Sr. Granger no sólo ha ignorado todos estos cien años y más de reclamación del Esequibo por parte de Venezuela, sino que desde su pronunciamiento, su actitud ha sido una actitud guerrerista de provocación, desconociendo y desestimando cualquier acuerdo y/o diálogo `para lograr un entendimiento entre las partes. Mientras Nicolás Maduro recurre a los canales legales y diplomáticos para solventar la situación en paz, que es lo que él promueve, este señor hace declaraciones ofensivas e impregnadas de provocación, esperando generar en el gobierno venezolano una actitud hostil, como por ejemplo mientras el presidente se reúne en la ONU con Ban ki Moon, Secretario de la misma, para propiciar el nombramiento del Buen Oficiante, Granger de forma agresiva publica en Gaceta sus límites territoriales. Y sin ningún disimulo ha dicho que no permitirá que Venezuela recupere su territorio, confirmando de esta forma, que está consciente que nos pertenece, porque nadie trata de recuperar algo que no es suyo. Y con esa declaración asumió que de forma abrupta y violando las leyes quiere apoderarse de algo que no será para el beneficio de los habitantes de su país. A David Granger lo pusieron ahí con una misión socavar la estabilidad de nuestro país y que más que avivando un conflicto para lo que él no quiere ni acepta ningún tipo de solución, que no sea la de apoderarse de nuestro territorio Esequibo. .Sus acciones lo han puesto en evidencia y también creemos que para nada ha tratado de esconder quien maneja los hilos de sus movimientos.

Mientras tanto el pueblo venezolano junto a los demás pueblos de América Latina que de igual forma están siendo acosados por la bota imperial, continuaremos en pie de lucha. Haciendo valer nuestros derechos, heredados de nuestro libertadores, construyendo la Patria Grande, confiando en nuestros gobiernos que han dado el todo por el todo para hacernos libres y soberanos.

Confiamos en que nuevamente Florentino vuelva a darle una lección al Diablo y que de una vez por todas, la razón y el derecho le otorgue a nuestro país, lo que por ley le corresponde desde el comienzo de la historia.



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Zonia Linares

Nací con corazón revolucionario. Chavista desde 1992. Creo en Dios, mi patria sigo y seguiré los sueños de mi comandante eterno.

 sonfer723@gmail.com      @sonfer723

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