Cuando leo -este jueves 19 de noviembre- el Kiosko de Earle (Herrera) en su precisa columna cotidiana del diario Ciudad CCS, no hago más que estremecerme. Su reflexión, que hago tan mía, cierra con una invitación para mantenernos en guardia: “Esa ‘disculpa’ oculta algún falso positivo en embrión. Pueblo alerta”.
Se refiere, el camarada y colega, a la hipócrita (el calificativo es mío) disculpa ofrecida por los Estados Unidos a propósito de su violación de nuestro espacio aéreo. Pues resulta que en la misma aludida edición de Ciudad CCS, el titular principal recoge la afirmación del presidente Nicolás Maduro, donde califica de agravio a la práctica gringa denunciada por Edward Snowden, sobre espionaje a nuestra Pdvsa: “es una violación al derecho internacional” dijo el camarada Maduro Moros, al tiempo que anunciaba una revisión integral de las relaciones con el gobierno gringo por espiar a nuestra Patria.
Tras la nota de protesta que nuestra canciller, Delcy Rodríguez, giró al Estado imperialista, por instrucciones del Presidente Maduro, no queda sino esperar una nueva disculpa en medio del juego morboso de la desestabilización contra nuestro país y la Revolución Bolivariana y Chavista.
Alex Anfruns, en su artículo “¿Qué hay detrás del fenómeno euroyihadista?” (http://www.investigaction.net/Que-hay-detras-del-fenomeno.html?lang=es) hablando de las prácticas de terrorismo de Estado desde el imperio, cuya doble moral les lleva a aplaudir como “rebeldes” a sus terroristas, entrenados y armados por el Pentágono y sus demás aparatos, pero les condena cuando derriban torres gemelas en Nueva York o masacran franceses en la capital gala, reflexiona en su penúltimo párrafo, en los siguientes términos: “Las mentiras mediáticas son armas de distracción masiva que preparan el terreno para nuevas guerras. La propaganda consigue que incluso aquellos pueblos con tradición pacifista, por su memoria histórica ligada a las guerras y bombardeos de la población civil, acaben aceptando la necesidad de nuevas intervenciones ‘humanitarias’".
Y si ese artículo lo leemos con la lente del pensamiento crítico de la Revolución Bolivariana y Chavista, podemos observar que las estrategias imperiales son idénticas en cualquier lugar del planeta, cada vez que les corresponde atacar, cercar o frenar a los pueblos que, en defensa de su soberanía e independencia, están decididos a no aceptar tutelajes del pensamiento único y del avasallamiento imperial.
El artículo de Anfruns es tan urgente para la reflexión y la contramediática de los pueblos que luchamos por la paz, como lo es el de Earle Herrera, con el que comenzamos esta nota. El articulista de Investigations.net cierra con este párrafo: “La solución a las guerras consiste en respetar el derecho internacional y en favorecer la solidaridad entre los pueblos. Pero no se puede construir la casa por el tejado. Cada pueblo tiene el derecho y el deber de luchar por un futuro mejor, en el marco de una soberanía nacional que le permita poner los recursos de su país al servicio de su población. Y esto es incompatible con desestabilizaciones y la injerencia extranjera”.
En ese camino de alerta andamos, mientras nos preguntamos si habrá una tercera excusa gringa, hacia Venezuela… Las agresiones sí estamos convencidos de que seguirán siendo sucesivas. Aquí, en paz, seguimos construyendo nuestra Patria socialista, al tiempo que les decimos: ¡Váyanse al carajo yanquis de mieda!
