Mientras en el Medio Oriente el gobierno de los EEUU se da el lujo de entrenar y pertrechar a los terroristas del ISIS (entre otros), Rusia con aplomada y desafiante responsabilidad hace lo propio aniquilando y cauterizando esta nueva "gangrena" inoculada por el moribundo pataleo de un imperio que infructuosamente ve agonizar su hegemonía absoluta y criminal en el planeta.
Hace ya tiempo que reconocidos intelectuales, incluso de los propios EEUU, vienen alertando el desmoronamiento catastrófico de la economía del, otrora, gigante del norte. De ahí el salvajismo como ha querido recuperar su desgastada imagen e influencia a nivel internacional. Desde el mismo momento que Chávez asume la presidencia de Venezuela eleva con elocuencia y gallardía la necesidad de un mundo multipolar. El evidente cataclismo que significaría para la existencia del planeta que los EEUU y sus aliados continúen imponiendo sus fatídicos esquemas de poder en el mundo, es hoy una irremediable realidad que muchos países no están dispuestos a tolerar, y sin duda es el principal motivo del nuevo papel y beligerancia de China y Rusia en la esfera internacional.
Hoy por hoy el mundo se ha hecho demasiado pequeño para la insaciable voracidad de un engendro que desde sus propias entrañas viene arrastrando todo lo que lo rodea hacia la vorágine del horror, la corrupción y el hambre. El reparto que del mundo han hecho sus grandes consorcios económicos hace prever una hambruna sin precedente para los próximos años. El impacto al ecosistema generado en su acostumbrado e impune accionar por arrancarle los diferentes minerales a la naturaleza provocaran nuevos y más terribles siniestros con dimensiones prácticamente apocalípticas. La instauración del terrorismo como estrategia de control y mantenimiento de objetivos políticos es algo que ha venido siendo sistemáticamente instaurado en el mundo. Mientras, en el propio seno de su sociedad, donde cada vez resulta más alarmante y desvergonzado cómo son violados los Derechos Civiles de las clases menos consideradas, afrodescendientes e hispanos, hace del racismo una política tendiente arrastrar buena parte de esta población hacia el oscuro mundo de la corrupción y el crimen, es decir hacia su inhabilitación social y política. Estrategia que seguramente recrudecerá y será la forma como se pretenderá contener el gran descontento político-social de la recesión histórica que ya se les encuentra en puerta.
Para nada casual resulta el aumento del consumo de cocaína en los EEUU cuando en los actuales momentos en Colombia también se eleva la producción de este psicotrópico, desvergonzada e inmediatamente después de la misma creación de las siete bases militares por parte de los propios EEUU en Colombia. De larga y reconocida data es la manera como mediante el flagelo de la drogadicción los gobiernos estadounidense han venido aplacando y adormeciendo el descontento y las luchas reivindicativas de los sectores marginados de una sociedad altamente excluyente y racista.
En el marco de este mismo historial, y bajo el idéntico esquema de barbarie, la Oposición apátrida de Venezuela, operadores políticos incondicionales de sus intereses, llega hacia los próximos comicios de este 6 de diciembre centrando su oferta de campaña en la Guerra Económica. De la misma manera como sus amos comienzan destruyendo las economías de los países que pretenden intervenir, esta estrategia busca crear el caos generalizado, una guerra civil que abra paso a una intervención extranjera. El acaparamiento desvergonzado de alimentos y toda suerte productos, repuestos e insumos tiene su origen detrás de un poderoso emporio económico en el extranjero. La macabra mentalidad que no solo opera desde la pág. web dolar today es la misma que opera en los países cuya riquezas no han podido lograr por estar bajo gobiernos marcadamente nacionalistas. Es precisamente esta misma mentalidad la que esta detrás de los últimos planes de sabotaje que ha logrado anticipar y neutralizar el Estado. El gobierno de los EEUU tiene claro que el peor enemigo para sus intereses se encuentra en las Democracias en que el Pueblo orienta el rumbo de su futuro. De ahí que no cifra expectativa alguna en un triunfo de la Oposición, ya que por su desgastada credibilidad y torpeza durante quince años los tiene gastando enormes cantidades de dinero mientras la revolución bolivariana de Venezuela con su Pueblo cada día se hace más gobierno.
