Estados Unidos persiste en reconquistar a cualquier precio a Venezuela, la gallina de los huevos de oro. Que significa estratégicamente recuperar la fuente de materia prima energética más importante del hemisferio occidental. Además, frenar el avance de las fuerzas políticas revolucionarias que impulsan las ideas libertarias de Simón Bolívar con el agregado de socialistas del siglo XXI, inspiradas en el legado de Hugo Chávez de refundar las Repúblicas Latinoamericanas a través de procesos constituyentes.
Una reconquista a sangre y fuego que llevó a Estados Unidos a declarar a Venezuela como amenaza a la seguridad de esa nación. Quizás la primera advertencia seria de ese país a las fuerzas armadas y al conjunto de las organizaciones revolucionarias y progresistas que no solo en Venezuela sino en el continente lideran procesos de cambios profundos en la sociedad y el Estado.
Gobiernos que además plantean una lucha incondicional y de libre alineación en contra del capitalismo salvaje y de todas las formas de apropiación capitalista de los recursos no renovables de las que las naciones de Latinoamérica poseen reservas considerables.
El plan neoliberal es la retoma de sus prácticas que tienen como premisas la exclusión social: "Implementar economías agroexportadoras de alimentos, de materia prima de todo tipo, en desmedro de la incipiente industrialización que intenta consolidarse, en busca de una soberanía real, en nuestros países".
La exigencia que hacen a Venezuela está basadas en la entrega de PDVSA a las transnacionales con el doble rasero de los derechos humanos y de la libertad a los presos políticos que ellos no respetan en su propio país. Un comportamiento que contribuye al desenlace infeliz para el pueblo bolivariano que lucha por alcanzar su independencia, que no logrará hasta que no derrumbe definitivamente los muros del Estado burgués.
La magnitud del ataque a Brasil como hermano mayor y soporte del proceso de integración latinoamericano indica la importancia que el imperialismo y sus acólitos dan a lo que ocurre en nuestros países emergentes. El desafío de Brasil al unirse a China, Rusia, India y Sudáfrica coloca al imperialismo de esta parte del mundo a la ofensiva porque siente que el otrora traspatio ya no responde a sus intereses.
El propósito mayor es: "romper la unidad latinoamericana y caribeña, resquebrajar la confianza en los organismos de la Patria Grande". Para ello utilizan toda la fuerza de las instituciones de inteligencia, las financieras, políticas y militares. Además, los medios de comunicación, "sepultan la realidad, sustituyéndola por una fantasía, tal vez del sueño que también nos impusieron".
La injerencia descarada y abierta: "en países soberanos, con Gobiernos legitimados por sus pueblos, es una metodología del Imperio, más frecuente de lo deseado, con el único objetivo del saqueo de recursos naturales y obtener mano de obra barata". Metodología insostenible que traerá como respuesta la rebeldía de los pueblos y con ella la inestabilidad en toda la región.
Las fuerzas y los medios utilizados por Estados Unidos son la prueba contundente contra esos propósitos: El "trabajo" sórdido, desestabilizador, de EEUU contra los países de la región, intentando un ansiado retroceso, para lograr una sumisión que beneficie los intereses del Imperio". De allí, las denuncias en Bolivia de las andanzas de la CIA tratando de minar las fuerzas revolucionarias y las instituciones del Estado para ejercer control sobre la toma de decisiones en esa nación.
El esfuerzo del imperialismo por atrapar a Venezuela lo consiguió a medias al imponer una guerra no convencional y a la vez exigir que se cumplieran unas reglas democráticas como si el país hubiera estado en situación de normalidad para enfrentar un proceso electoral.En la cumbre de Panamá Estados Unidos recibió una paliza pero consiguió la promesa necesaria del gobierno de Venezuela que harían elecciones, eso desató la última fase de la guerra económica, psicológica, financiera y virtual que provocó la derrota electoral del 6 de diciembre. Estados Unidos sabe muy bien que Venezuela es la gallina de los huevos de oro y no la dejara tranquila jamás.
Fuentes:
- Las garras del imperio sobre América Latina y el Caribe (I) y (II)
- Injerencia descarada: Retoma la CIA su ofensiva en Bolivia