"Queremos que el gobierno imperialista termine de aceptar la realidad: ¡Venezuela se liberó, y se liberó para siempre! ¡Venezuela no es, ni será más nunca, una colonia norteamericana!"
Hugo Rafael Chávez Frías
Si algo pudiese resultar un dueto indisoluble en tiempos de globalización es la diplomacia y la política como estrategia de los Estados Unidos, quienes siempre han estado a la vanguardia con el "garrote" y la "zanahoria".
Ahora no obstante pareciera ser más sofisticada y luego de ofrecerse como una ayuda humanitaria (con el Comando Sur), envían al propio presidente Barack Obama para que se lave la cara en Latinoamérica, antes de despedirse de la Casa Blanca.
Cuando el terrorismo sigue haciendo de las suyas en Europa y la OTAN y la Europa ofendida en Bruselas- Bélgica busca cómo reaccionar contra los terroristas "yihadistas islámicos", Al Qaeda y su "guerra santa" ahora se espera una reacción en el medio oriente sobretodo en Siria, donde ya se hablaba de un cese al fuego.
Mientras el juego geopolítico de los norteamericanos vuelve sus ojos sobre "su patio trasero"; su accionar se ha centrado en la diplomacia para abrir un compás con el gobierno de la Cuba revolucionaria de Raúl y Fidel, quien esta vez prefirió estar detrás de las cortinas.
La ruptura de paradigmas pareciera caracterizar esta nueva era diplomática del imperio norteamericano una vez desaparecido el Comandante Chávez del escenario político, para ahora con su mano peluda calificar a Venezuela como "una amenaza":
"El presidente de Estados Unidos, Barack Obama firmó este lunes una nueva orden ejecutiva en la que declara una "emergencia nacional" por la amenaza "inusual y extraordinaria" a la seguridad nacional y a la política exterior causada por la situación en Venezuela". (http://www.lavoz.com.ar/politica/conoce-la-agenda-de-obama-en-argentina)
Mientras el decreto se mantiene y "por razones de tiempo" no pudo ser abordado el tema en La Habana entre Raúl Castro y Barack Obama; el Presidente Maduro un día antes de la citada visita viajó a Cuba para entrevistarse con el Presidente Raúl y con el propio Fidel; líder máximo de la Revolución Cubana, quien no se entrevistó con el mandatario norteamericano.
A la par de la visita a La Habana del presidente de los Estados Unidos - según su agenda – este también contempló una visita a Buenos Aires y a Bariloche para reunirse con su nuevo pupilo, el presidente Mauricio Macri, quien al igual que lo hizo con los fondos buitres, se le vio muy dadivoso y esplendido con el representante del imperio norteamericano.
Mientras este viaje de modas, tango y otras anécdotas para la Revista Hola de la familia de la Casa Blanca también llenó cantidad de páginas en los medios internacionales, fue en un bocado para las agencias de noticias a quienes el presidente Obama no desperdició ni un momento, para posarles afable y sonriente al lado de Raúl, en un partido amistoso de beisbol donde vio ganar a su equipo como parte de la auténtica diplomacia.
Cuba fijó su posición ante la apertura de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos a través del presidente Raúl, mientras Obama pedía más democracia en la isla antillana y declaraba como necesaria una nueva apertura en las relaciones de Norteamérica con América Latina.
Las escenas también se trasladaron al Sur con Macri en la Casa Rosada donde hubo un derroche de atenciones y hasta compartieron el mate, hablaron de fútbol y de negocios futuros. Igualmente la primera dama y sus hijas también derrocharon "simpatía y sencillez", calificativos dados por los propios pobladores de los países visitados.
La única diferencia quizá en las declaraciones de Barack Obama en los dos países estuvo al no decir ni pio por no reunirse con Fidel, pero si al lanzar un lamento al no poder haber saludado a Messi, el ídolo de los argentinos.
Otro banquete que se dieron las agencias de noticias fue el relacionado con el menú de Obama en sus dos cenas presidenciales. En La Habana destacaron "La histórica cena junto a Raúl Castro en el Palacio de la Revolución que incluyó una entrada de mousse de camarón con crema de mojito, una sopa cremosa con ron Caney y lechón al horno con guarnición de tamalitos y plátanos fritos como plato fuerte. El postre consistió en un trío de "dulces de la abuela", según detalló Univisión". (http://www.teletica.com/Noticias/120116-Cortes-importados-y-postres-tradicionales-el-menu-de-los-Obama-en-Cuba.note.aspx)
Por su parte en Buenos Aires con Macri se dijo que: "la cena de gala en el CCNK… comería cordero, trucha y beberá vinos mendocinos. A pesar de no tener la característica de una visita de Estado, Obama saludaría allí a los jefes de los cuerpos legislativos argentinos". (http://www.lavoz.com.ar/politica/conoce-la-agenda-de-obama-en-argentina)
Al igual que en Cuba Obama fue esplendido con los medios de comunicación junto a su esposa Michelle, sus hijas Sasha y Malia y su suegra Malian, quienes desbordaron simpatía y posaron para la prensa con trajes diseñados para cada ocasión.
Mientras el líder norteamericano vino de nuevo "como perro por su casa" al llamado "patio trasero" de América Latina, igual logró entrometerse en los asuntos y problemas internos, como el caso brasileño, colombiano, boliviano e igualmente de Venezuela, como si aquí no se hubiera dado la Revolución Bolivariana:
"No es del interés de Estados Unidos el ver fracasar a Venezuela, ya que si Venezuela fracasa, eso podría tener un impacto sobre las economías de Colombia, Centroamérica o México, y eso a su vez puede afectar a la economía de Estados Unidos. Mientras más pronto el pueblo venezolano pueda decidir un Gobierno en el que confíe que es legítimo, y que pueda comenzar a instituir políticas económicas que lo saque de la espiral en la que se encuentra, mejor será para todos nosotros" – dijo Obama.
La gira del primer mandatario por Cuba y Argentina apenas comienza a generar comentarios. El Presidente Nicolás Maduro le recordó que se ocupara de los problemas del pueblo norteamericano.
Mientras la cinta comienza a despejarse y se develan secretos sobre los negocios que están por debajo de la mesa en la gira del enviado de Washington, ya todos los latinoamericanos comentan que hay mucha tela que cortar detrás de las cenas con el imperio.
¡Amanecerá y veremos!