Los acontecimientos socio-político y económicos en América Latina y el Caribe muestran sin ambigüedad la vuelta de momentos históricos de servidumbre, coloniales, aparentemente superados en las últimas décadas. Después de pasearse por la destrucción de África, Medio Oriente, ¡Europa!, el poder imperial estadounidense vuelve hacia nuestro continente, hacia la Patria Grande.
Derrocados los gobiernos, asesinados sus líderes y ciudadanos, le dicen al mundo sin escrúpulo ni vergüenza alguna, con la arrogancia imperial, que la devastación, destrucción y muerte llevada a esos países fue una equivocación, cuando no dicen que fue necesario. ¿Y qué? El mundo se queda en silencio, nadie levanta la voz.
En América Latina, los asesinatos por encargo están a la orden del día, mientras que con acciones "leguleya" y supra constitucionales, desde los parlamentos avanzan hacia el derrocamiento de los gobiernos "socialistas" y la derogación de leyes y constituciones existentes. En estos parlamentos, convertidos en verdaderos y espectaculares show mediáticos, los secuaces imperiales esgrimen las más inverosímiles y absurdas razones, acusaciones sin fundamentos, sin causas ni delitos a juzgar, mientras los medios, actores propagandísticos cual mercenarios de la comunicación, jueces, jurados y verdugos, convierten la atrocidad, la arbitrariedad y la mentira en "verdad", su verdad. El objetivo final es la vuelta de los estados coloniales al servicio de la mayor y más poderosa potencia bélica que la humanidad conociera. La entrega de la soberanía, la independencia, la libertad y sobre todo la paz social. ¡Ya lo hicieron en África, Medio Oriente y Europa!
¿Qué hacemos? ¡Nos rendimos!