Mientras la oposición facistoide al servicio de las elites financieras se pelea por los dólares del imperio y no ofrece otra cosa que el regreso a un neoliberalismo repotenciado a lo Macri, y las supuestas terceras fuerzas, como las neo adecas del gobernador Henry Falcón , quien ya se imagina en Miraflores y muchos movimientos sociales de izquierda cada vez más defraudados de los ya repetidos errores de los dirigentes del gobierno, empiezan a frotarse las manos, el Presidente Maduro se encuentra en un laberinto asediado desde adentro y desde afuera por fuerzas de todo tipo, algunas a favor y otras totalmente en contra, y otras que ya no entienden porque ,mientras el pueblo sigue pasando roncha ,sus líderes se enfrascan en una diatriba violenta para tratar de desprestigiarse unos a otros y todos hablan de un dialogo donde incluyen hasta al papa , sin poder verdaderamente aportar soluciones a los problemas que día a día y cada vez más, nos afectan a todos los ciudadanos en la calle. Unos aferrándose al poder y los otros con las más egoístas ambiciones de volver a apoderarse de este.

Pero aunque algunos traten de negarlo, existe una guerra contra el pueblo venezolano para tratar de destruir el tejido social y poco a poco crear un estado de ingobernabilidad que provoque una intervención extranjera, este tipo de acciones, ya las hemos visto en áfrica y en oriente medio donde existen al menos siete conflictos bélicos que han ido de manera brutal desmembrando los estados/ nación mientras las transnacionales de la muerte se apoderan de las grandes riquezas naturales y se siguen beneficiando con el tráfico de armas y personas.

En nombre de la “eficacia” y el libre mercado las elites han emprendido una desquiciada batalla final contra lo público, en contra de todo lo colectivo y lo social.

En nuestro país, en esta guerra contra el pueblo, propiciada y financiada por los administradores del imperio y sus fuerzas al servicio de las elites financieras, colaboran tanto líderes de la derecha como gente que desde el propio estado desestabilizan y corrompen todo a su alrededor.

En un mundo que se desintegra, donde la globalización fracasa y solo deja atrás miseria y sufrimiento para las grandes mayorías, las elites oligarcas de siempre cada vez más poderosas y enloquecidas no permitirán ningún intento de rebelión en contra de su proyecto hegemónico de capitalismo depredador, cualquier líder verdaderamente nacionalista que trate de gobernar para su pueblo y de buscar la integración de naciones hermanas será vilipendiado, asediado, derrocado o simplemente asesinado.

La guerra contra Venezuela no va a detenerse. Las guerras en el mundo seguirán incrementándose .En USAmerica , un pueblo narcotizado, que cada vez es más explotado a través de la deuda, elegirá en unas elecciones puramente mediáticas al “menos peor “de los candidatos. Los dos, guerreristas y respaldados por el 1%. La unión europea, un proyecto netamente neoliberal, se empieza a desmoronar y el fascismo vuelve a mostrar sus garras. Aquí en nuestra América el proyecto de recolonización de la derecha fascista avanza según lo planeado por los centros del poder internacional.

Mientras, el pueblo venezolano sigue discutiendo sobre referendos, elecciones y demás “soluciones” para seguir manteniendo las estructuras de un estado burgués que debimos haber derrumbado hace tiempo.

Es hora de que verdaderamente ejerzamos nuestro derecho y cumplamos con el deber de participar en la construcción de una patria libre, soberana e independiente, como lo exige la constitución que sabiamente nos otorgamos gracias al Comandante Chávez.

Solo trabajando juntos, en solidaridad con verdadero amor a la patria y al prójimo podremos transitar una de las más tenebrosas épocas que ha vivido la humanidad en su historia. Hoy más que nunca es “socialismo o barbarie”, pero no un socialismo burocrático, dogmático y mucho menos corrupto, nos toca seguir luchando por la integración y la paz de Nuestra América, defender nuestros logros en revolución con ética y honestidad y entre todos construir un nuevo socialismo de justicia, moral y luces! Tal cual lo soñaron los grandes de nuestra América, Bolívar, Martí y el eterno comandante Chávez!