No hay duda que vivimos tiempos peligrosos y complicados. La derecha incrementa sus ataques desestabilizadores, algunos en la izquierda empiezan a resquebrajarse y venderse por unos dólares más. Las mafias bachaqueras en algunos lugares no hacen sino consolidarse, parte del pueblo, confundido y cansado, empieza también a doblegarse, y los apátridas saben muy bien cómo aprovecharse de esos sentimientos de derrota infundida. Derrota sembrada por la guerra comunicacional y económica a la que hemos sido sometidos desde el comienzo de la revolución y la cual se ha incrementado al máximo en estos últimos tres años.
Mientras esto sucede, y la revolución trata de recobrar sus fuerzas y su espíritu combativo, el fascismo avanza, tanto aquí como en el resto del mundo, debido a la ignorancia de muchos y la estupidez de algunos, lento pero seguro, disfrazado de democracia representativa, o encarnando las más crueles formas autoritarias de acuerdo al lugar y las circunstancias.
Así, lentamente y bajo la premisa del racismo y el miedo, se va destruyendo a nivel global el estado de derecho y se van desmantelando todos los beneficios sociales obtenidos por la clase obrera durante años de lucha. El modelo socio productivo capitalista neoliberal se transforma en un monstruo sin sentido y sin piedad, herido de muerte por su propia avaricia y naturaleza. Destructiva.
En Turquía el nuevo Hitler Otománico, Erdogan, se propina lo que parece, sino un autogolpe, un golpe avisado, reinventa su propio Reichstag, y después de más de 200 muertos, arremete contra toda oposición, deteniendo el primer día a más de 6000 personas, y continuando con la destitución de unos de 21000 educadores, a los cuales se les prohibió el derecho a salir del país, y la represión solo aumenta. Erogan un títere de la C.I.A que estaba cayendo en desgracia, sale ahora fortalecido y convertido en un dictador más. Al parecer al igual que con Ucrania, otro estadito totalitario es bueno para los planes de instalación de un estado totalitario global…, Pero el dictador es Maduro.
En Francia, cuna del republicanismo, el gobierno del presidente “socialista “Hollande, aprueba por la fuerza en medio del rechazo publico una ley del trabajo neoliberal, impulsada desde Bruselas por los que verdaderamente mandan en Europa sin haber sido elegidos por nadie, que despoja de muchos de sus derechos a los trabajadores, y trata además, de pasar una ley constitucional que efectivamente le quita el poder al soberano para concentrarlo en el gobierno. Bajo la misma premisa del terror extiende el estado de excepción por tres meses y prosigue con una agenda que no puede catalogarse sino de fascista, muy parecida a la instalada en los Estados Unidos después del auto atentado del 11 de septiembre, a través del “patriot act”.
En esta superpotencia decadente, el sueño americano se ha vuelto una pesadilla, donde según cifras oficiales del censo del 2014 el 14.5% de la población, aproximadamente 45 millones de ciudadanos viven en la pobreza, 16 millones de menores de edad viven debajo de la línea de pobreza, miles han perdido sus viviendas y viven en las calles, la precarización del empleo y la guerra permanente ha conducido a una insatisfacción general tan grande que según la revista Forbes , los suicidios aumentaron en un 24% en el periodo comprendido entre 1999 al 2014.En este ambiente los discursos xenófobos de personajes como el del ex alcalde Giulliani, donde denigra y amenaza descaradamente a la población musulmana o el del candidato Trump, quien dice que los inmigrantes son criminales que van a los EE.UU. a violar , robar y quitarle el trabajo a los norteamericanos, aumentan las tensiones y la violencia .Allí, en el paraíso capitalista, la tierra de “los libres y los valientes”, un ciudadano negro desarmado es asesinado cada 28 horas según las estadísticas, aumentan los ataques contra oficiales de policía y más de 2millones de personas están encarceladas, incluyendo a casi 60 presos políticos.
La otra candidata “demócrata”, para dirigir la administración del imperio de las elites es la Clinton una enferma adicta a las guerras de cualquier tamaño, y fiel sirviente de la banca neoyorquina. Cualquiera de los dos que salga electo, no será electo por el pueblo sino por un colegio electoral manejado por las elites…. Pero la dictadura es en Venezuela.
Y no voy a hablar de México, Guatemala, honduras pueblos hermanos donde el neoliberalismo ha engendrado una violencia criminal en contra de todos aquellos movimientos o líderes sociales que se opongan a los designios de las corporaciones y los políticos a sus órdenes.
La derecha fascista avanza en su intento de restauración conservadora neoliberal, y trata de salvar un capitalismo plutócrata en fase terminal, desmontando el estado de derecho a nombre de la “libertad” y la “democracia” sembrando caos y destrucción por todo el planeta, y tienen el descaro de acusar a los gobiernos progresistas o revolucionarios de corruptos y dictatoriales, cuando los verdaderos inventores de la corrupción, la austeridad y la represión, son precisamente los capitalistas.
En este mundo al revés, en este manicomio, donde el verdugo es convertido en víctima y el payaso en rey, los locos psicópatas se van apoderando lentamente del poder y van tomando el control del manicomio. Aquí en Venezuela ya se apoderaron de la asamblea y desde allí tratan de destruir la revolución y la unión de Nuestra América.
Fue nuestro gran poeta y pensador revolucionario Ludovico Silva quien predijo con mucho acierto allá por los años 70 que este modelo socio productivo del capitalismo iba a desaparecer al igual que los que lo precedieron, solo que el capitalismo caería de forma estruendosa y catastrófica.
Estaremos los revolucionarios preparados para ese desastre?