Cuando en la historia sobre la guerra de la independencia venezolana leemos, superficialmente, que un número de soldados venezolanos en tal o cual batalla se enfrentó a las tropas españolas, sin mucho pensar se cree, que las condiciones de preparación en cuestiones militares eran bastantes similares entre los bandos, en cuanto a alimentación, instrucción militar, conocimientos, tácticas, estrategias, vestimenta, equipamientos con armas blancas y de fuego y sus respectivas municiones. Sin embargo aquello, al pensarlo más profundamente, estaba muy distante de tener alguna similitud, ya que la oficialidad española tenían años de entrenamiento militar y prácticas combatiendo en grandes batallas europeas, sus jerarquías militares se la habían ganado con estudios, prácticas frecuentes y enfrentando a sus enemigos, las tropas españolas siempre estuvieron bien alimentadas y con apropiadas vestimentas, cuando la transportan a combatir a Venezuela ya traían de España y de otros países todo lo necesario, armas, municiones, cañones caballos y demás aprovisionamiento, y si no, le era fácil comercializarlo con otras naciones amigas; además que estando ya en tierras venezolanas subrepticiamente también comerciaban con algunas otras naciones que se habían declarado imparciales en el conflicto independentista; tal como lo hizo con los traidores originarios de los Estados Unidos.
En cambio los soldados venezolanos cuando la independencia, fueron personas de los campos, campesinos, esclavos de haciendas sin ninguna preparación militar, no poseían ningún equipo bélico equiparable para pensar desarrollar una batalla confiados en obtener la victoria, jamás habían tenido combates a muertes con enemigos, su vestimenta eran calzar sin ninguna otra protección unas simples alpargatas o chancletas, un pantalón común arroyado hasta la rodilla, el torso completamente desnudo y un rústico sombrero de cogollo. La oficialidad militar patriota, solo habían recibido los conocimientos básicos militares y ascendían de grado por el desempeño en las batallas. Las armas de los soldados venezolanos eran machetes y lanzas. Su alimentación era muy escaza y podía caber en una pequeña mochila que llamaba porsiacaso, la cual se la guindaban al hombro, allí llevaban arepas, algo de queso blanco, papelón y carne seca. La oficialidad militar patriota solo había recibido los conocimientos básicos militares y los que durante la guerra de la independencia, siendo por eso que ascendían de grado por el desempeño en las batallas.
Como es de presumir, durante el conflicto de la independencia el comercio con Venezuela se paralizó totalmente, importación y exportación, de manera que el asunto económico era casi nulo, ninguna nación aledaña a Venezuela se atrevía a comerciar con ésta debido a las amenazas que otras naciones podían aplicarles algunas restricciones, por lo que hubo gran escases de productos de toda clase, sobre todo de alimentación; de manera que las pocas armas y municiones que los venezolanos pudieron poseer fueron aquellas obtenidas del enemigo cuando éstos eran vencidos. Fue con el tiempo, unos 15 años de guerra independentista, que al verse que los venezolanos estaban imponiéndose, los patriotas pudieron comprar algunas armas a través de contrabandistas, pero eran pocas unidades lo que se podía obtener; porque abiertamente no había nadie que comerciara con ellos. El venezolano patriota de hoy tiene que tomar en consideración que la patria ha pasado por extrema dificultades, pero que debido a la resistencia y el inmenso ingenio que tiene sus habitantes para enfrentar extremada situaciones adversas, que parecieran insolubles favorablemente, se sale adelante; es lo que le queda: vencer; y esa victoria se logrará sin lugar a dudas. Viva Venezuela, Viva los venezolanos y Viva nuestra Patria Inmortal, tal como lo es Simón Bolívar, nuestro Libertador.