El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, enfiló nuevamente sus baterías contra el Gobierno legítimo y constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. Y la estupidez proferida recientemente, según su demencia, de que “hoy en Venezuela no hay democracia ni Estado de Derecho", escribió Almagro en una carta abierta a López, a quien llamó "amigo".
Para nadie es un secreto que este infortunado, servil, incondicional y arrastrado personaje tarifado de la CIA y del imperio norteamericano, anda confabulando con la ultraderecha apátrida para legitimar un Golpe de Estado en Venezuela. Es propicia la ocasión para recordar un fragmento de la carta dirigida a Almagro por el senador y ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, publicada el 18 de noviembre de 2015, en la que el estadista, a parte de decirle “adiós y me despido” también le recordó al secretario general de la OEA:
“Todos sabemos que Venezuela es reserva petrolera para los próximos 300 años. Allí radica su riqueza y su desgracia, porque Estados Unidos es adicto al petróleo y sus intereses presionan y cómo”
Bien, esa es la triste realidad de Luis Almagro, de los lacayos locales y del imperio yankke, apoderarse del petróleo y de todos los minerales valiosos de nuestro país. Recordemos que desde la Declaración de Independencia de EE.UU., el 4 de julio de 1776., ese imperio ha invadido unos 70 países y desde 1945, alrededor de cincuenta, con el único propósito de apoderarse de sus riquezas naturales.
En ese sentido, observamos la inmensa ola humana que se levanta en el país para rechazar la postura irracional e injerencista de Almagro. Desde cada rincón de la Patria de Bolívar el pueblo revolucionario manifiesta su irrestricto respaldo al Presidente Obrero, Nicolás Maduro Moros y el legado del Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías. Sigamos juntos construyendo el modelo socialista venezolano, diseñado por el Gigante de América, nuestro máximo líder y guía de este proceso revolucionario, y digámosle a la oposición venezolana, a Luis Amargado y al imperio norteamericano, que en Venezuela hay un pueblo que no se rinde, rodilla en tierra y dispuesto a entregar su vida, si es posible, por esta revolución.
¡Viviremos y Venceremos!