La destrucción de Irak, para apropiarse de su petróleo, se fue lentamente cocinando durante años. Se realizó un severo estudio de toda su infraestructura militar, de sus mandos, de sus armas, de sus estrategias de defensa, de sus aliados, de sus recursos económicos. La CIA trabajó incluso incansablemente toda esta armazón desde el propio Irán y Siria. Infiltró el alto mando de Sadam Husseín, y pudo conocer las grandes dificultades que representaba embarcarse en una contienda directa, terriblemente peligrosa.
La táctica fue primero desarmar a Irak con el apoyo de la comunidad internacional siempre liderada por Inglaterra en Europa. El ejército norteamericano es de los más ineptos del mundo, y de los más cobardes del mundo. Los soldados norteamericanos viven tomando barbitúricos para las depresiones, y padecen secuelas sicológicas horribles por el más mínimo trauma que les ocurra en sus enfrentamientos con el enemigo. Cientos de miles de soldados que fueron a la guerra de Vietnam todavía sufren severos trastornos síquicos y se conducen como piltrafas humanas mirando fantasmas enemigos por todas partes.
Es así como luego de la catastrófica derrota en Vietnam, EE UU se ha puesto a pelear con minúsculos paisitos como Haití, Granada, Panamá. Cuenta Noam Chomsky que La invasión a Granada en 1983, fue un fiasco militar. Al cabo de tres días, 7 mil soldados de élite norteamericanos consiguieron superar la resistencia de unas tres docenas de cubanos y algunos militares de Granada; y obtuvieron 8 mil medallas de honor por ello. Sobre todo, se dispararon a sí mismos, entre sí mismos. Bombardearon un psiquiátrico. Los aviones tenían una frecuencia de radio diferente que las tropas de Tierra. Ignoraban que había dos campamentos médicos. Un tipo del Pentágono, William Lind publicó un informe diciendo que el ataque había sido un total fiasco.
Por eso añade Chomsky que EE UU jamás ha tenido en sus planes librar una guerra contra alguien que pueda responderles. Que no están planificando un combate contra los rusos o algo así. Que la mayoría de las veces realizan trabajos de contrainsurgencia contra objetivos indefensos como Libia o Granada (o Panamá). He allí de dónde les nace a los gringo todo el terror que ven cuando Venezuela se está equipando militarmente para resistir cualquier ataque del imperio. Porque aquí no nos vamos a quedar como Granada o como en Panamá que lo que tenía eran machetes. Y creo sinceramente que si llamamos a nuestro embajador en Israel, con mucha más razón deberíamos llamar al de EE UU, quien le está dando el garrote a los genocidas judíos para que descuarticen al Líbano.
Y pienso como Eva Golinger que ya basta de que Venezuela le siga suministrando millones de barriles de petróleo al país que nos vive atacando y nos vive amenazando. Pienso, como Eva que si realmente el petróleo ya es el blanco y objetivo de las invasiones y agresiones de Washington en el medio oriente, también puede ser utilizado como arma.