La ausencia de Rex Tillerson en México a la reunión de la OEA en Cancún para tratar el “tema Venezuela”, es la más clara prueba de la derrota estadounidense, al evitar la presencia de su diplomacia al mayor nivel. El Canciller o Secretario de Estado Tillerson, huyó “por la derecha”, al considerar de antemano que la votación de la OEA no tendría la mayoría deseada por algunos gobernantes títeres al sur del Rio Grande, obedeciendo al mandato imperial de Trump, ansiosos por someter a la patria de Simón Bolívar.
Se agiganta la figura del Libertador antimperialista visionario, que advirtió acerca de esa nación, cuando dijo “parece destinada por la providencia a plagar de miserias a América”. La decadencia del imperio guerrerista tiene en funciones de gobierno a capitalistas salvajes neoliberales, ex ejecutivos de empresas petroleras, corporaciones mediáticas, farmacéuticas, médicas, y aseguradoras de riesgo económico, ideológicamente más a la derecha de las administraciones habituales en la Casa Blanca y el Pentágono.
No solo en Washington se enredan y confunden, en Venezuela, en la pequeña ciudad donde resido, vi enfurecidos jóvenes opositores que desde un autobús contratado, aliñados con alcohol y posiblemente “captagón”, insultaban vulgar e incoherentemente a efectivos de un destacamento policial. De pronto se fueron presurosos y calladitos sin megáfono, al ver acercarse un camión repleto de jóvenes Tupamaros antimperialistas, quienes cantando voceaban su apoyo a la Asamblea Nacional Constituyente. Acá, o en Washington están frustrados, y sometidos al poder del “captagón chorreado…”.