En estos tiempos de confrontación política, de guarimbas criminales, de discursos que no prenden en el corazón de los venezolanos, de diputados, gobernadores, ministros, constituyentes, alcaldes, concejales que parecen gallos de pelea si plumaje brillante, en estos días de elecciones sucesivas, de odios y también demostraciones de aprecio infinito.

En estos días cuando veo que las potencias extranjeras dirigidas desde muy al norte de nuestro continente y de muy al sur con un mandadero como Macri, de naciones donde son decenas de miles de asesinados, donde desaparecen estudiantes por decenas o por cientos, en países donde los falsos positivos eran como una fábrica o una acción en cadena.

En estas hora donde los que homologan a los asesinos de García Lorca, donde los asesinos de poetas de la altura y estatura humana de Roque Dalton, si donde esos criminales de la palabra ahora hablan sin que nadie los censure, a esos que se esconden tras la oscura impunidad para no decir como asesino a Roque Dalton y desde las páginas del diario EL PAIS de España intenta catapultar su "buen corazón".

Si en estos minutos donde el que dice cosas tenebrosas del pueblo mexicano, parece convertirse en la guía de su política exterior, donde algunos tartufos de magazine quieren darnos clases de honra y de amor a la patria, en estos que paladean el botín de guerra de la patria, de mi patria, de la tuya, de los ya muertos y de los que todavía no nacen.

En este segundo propicio solo me queda decir que frente a la invasión extranjera asumo con fe inaudita aquella parte hermosa del Himno Nacional Mexicano, si de ese himno de un pueblo heroico, y si una parte hermosa de su Ira estrofa:

Mas si osare un extraño enemigo

profanar con su planta tu suelo,

piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo

un soldado en cada hijo te dio.

Mis diferencias con el gobierno de la república se hacen minúsculas y ya tendré tiempo de enfrentar al gobierno de Maduro y su constituyente en otras condiciones, pero aun sonando cursi lo primero es defender la patria, la de mi hijo, la de mis hermanos y hermanas, la de mi abuela América, la de mi tío ochoita ,la de mi padre el viejo Valecillo, la de mi mamá, la de mis amigos y amigas poetas y artistas, la de los sueños y avatares, la de las suertes y las desdichas, la patria única, la indivisible, la acosada, la confrontada, la tantas veces discutida, aclarada u oscurecida.

Y en caso de una invasión militar a la patria aun estando en tierras lejanas, las preguntas saltan como sardinas en aceite hirviendo ¿dónde deberé estar, cual es mi puesto de combate, cuáles son mis tareas inmediatas? Yo con todas las criticas frente al gobierno, pero el que intente o se atreva a profanar el suelo nacional es mi enemigo.

No hay negociación, no hay discusión, no hay análisis, todo el que apoye una invasión de la república es simplemente traidor a la republica misma, traidor a la patria, traidor a su pasado, a su presente y a su porvenir. Asumir la defensa de la patria hoy más que nunca y el conflicto actual entre los venezolanos es nuestro, la defensa de la patria es mi prioridad, la defensa de la nación venezolana es lo que ahora y en esta hora marcada me toca vivir. Que mayor honor que dejar mis huesos nutriendo la tierra fértil venezolana, que maravilla que en el recuerdo de mi nación, se sepa que un hijo de Venezuela se quedó en el camino defendiéndola.

Ya hablaran los amigos de lo ocurrido, ya hablaran los que nos quisieron, ya alguien podrá decir que mientras estuvimos las cosas de los venezolanos la resolvemos los venezolanos, viva la patria. En todo caso soy de esa gran mayoría que no es de la MUD ni del PSUV solo somos venezolanos que deseamos ser respetados y recordados como hijos de Venezuela.

Por cierto la guarimba y los guarimberos se comportan como grupos de sabotaje de una potencia extranjera.