Una persona comúnmente prácticamente de la blasfemia estará eternamente condenado a la maldición. Este es el caso del presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien echa por la borda la deshonra de su apellido y que nada tiene de Santo, para consagrarse en un ser vil y gusano arrastrado al servicio del imperio. Sabemos que Santo es un infame y malagradecido, al olvidar que Colombia nació el 17 de diciembre de 1819 en la ciudad de Santo Tomé de Guayana, hoy Ciudad Bolívar, gracias al liderazgo del Libertador Simón Bolívar.
Juan Manuel Santos al igual que el narcoparamilitar Álvaro Uribe Vélez, este último de los nombrados ligado a través árbol genealógico al otrora rey del cartel de la cocaína, Pablo Escobar Gaviria, su primo hermano, ambos cautivos y esclavos del propio Satanás, uno no menos que el otro persisten en sus obstinadas pesadillas para causarle el peor de los daños a la Patria de Bolívar.
Nos da la certeza que Juan Manuel Santos quisiera completar la obra que no pudo lograr el ex presiden Uribe, cuando a la postrimería de su mandato dijo que le falto tiempo para invadir militarmente a Venezuela, violando así todos los acuerdos y tratados internacionales sobre la soberanía del país. De ser esta las intensiones de Santos, que a nadie le quede la menor duda que este payaso del imperio saldría derrotado en su intento, porque acá hay un pueblo patriota, consciente y dispuesto a defender hasta con su sangre la soberanía de la Patria. No se equivoque con Venezuela trasnochado presidente de Colombia.
A Juan Manuel Santos, como un perro fiel a su nuevo dueño, Donald Trum, se le terminó de caer la careta de cínico, cuando le ofreció recientemente asilo político a los extorsionadores Luisa Ortega Díaz y su esposo, el exdiputado Germán Ferrer, ambos personajes que están siendo solicitados por Código Rojo y más temprano que tarde serán repatriados a Venezuela donde serán juzgados por sus delitos de extorsión y traición a la Patria. No nos queda la menor duda que tanto la ex fiscal Luisa Ortega Díaz y el malhechor de su esposo, junto a los traiidores de la Patria Julio Borges y Freddy Guevara estarán compartiendo durante una larga estadía en los calabozos de Venezuela. ¡Amanecerará y veremos!