Juan Manuel Santos; ¡su pretensión invasora y la leche que no cuaja!

Desde Venezuela; en todas direcciones, el ciudadano de a pie se angustia, en zozobra sobrevive un día con su noche, el otro también. El paroxismo lo descontextualiza, lo enloquece; enajenados, al borde de la histeria colectiva clama a pulmón lleno ─¡en libertad y democracia absoluta!─ por la tan anunciada intervención militar extranjera ─requerida a capricho de la dirigencia opositora venezolana─ con la ayuda humanitaria que nos libere del oprobioso régimen.

La ayuda humanitaria ¡no llega!. Como acción neocolonizadora no termina de aparecer en el horizonte, desde ninguna dirección, ¡ni siquiera caída del cielo! ─como bombas de fosforo, de racimo, inteligentes, de extinción masiva, que matan inocentes como daños colaterales─ ¿sólo es propaganda cinematográfica?

¡Arrechísimos para salir en tv, redes sociales…!, desde lejos claro está, hay infinidad de personajes, las horas del día no alcanzan para tantos héroes protagonistas y deseos frustrados. El contingente es cada vez más numeroso, a distancia, más que seguras, bien lejos de los devastadores efectos de la ayuda humanitaria, sus bombas inteligentes y ejércitos mercenarios.

La dirigencia opositora interna ¡vive la hora, la vida loca! No sabe a quién hacer caso; a Trump, a Rajoy, a Mogherini, a Santos…, Juan Manuel Santos el presidente del enclave llamado Colombia. Desde su protagonismo egocéntrico la dirigencia opositora venezolana está perdida en su laberinto. No sabe, ¿quién será el elegido? ¡No tienen ni idea quién será el plenipotenciario gobernante! La incertidumbre los enajena, los chifla, los desequilibra emocional, física y psicológicamente hasta perder la razón, el sentido y cuerpo de Nación, de identidad Patria.

Como si fuera poco la desgracia opositora ─porque no sólo son chavistas los que padecen los estragos de la guerra económica y sanciones contra Venezuela, como daños colaterales, también y en gran medida afecta a los opositores comunes, al venezolano de a pie, al honesto, al confiado, al amante, creyente y deseoso de un mejor vivir─; perdiendo tres a cero, sin out, sin madrina, sin emergente ni pícher ni manager acorde a nuestra sociedad, distinción, clase y categoría, el desgraciado de Diosdado y la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), anotan una más, desde tercera, ¡caminando!

¡ANC llama a elecciones presidenciales anticipadas en Venezuela!

─¿Cómo es la vaina?

─¡Si, escríbanlo en mármol, que lo escuchen, lo sepan, lo lean, lo vean…, en el mundo, los extraterrestres; desde Venezuela, en el malvado régimen de Nicolás Maduro, la ANC electa por soberanía nacional de más de Ocho Millones de venezolanos, llama, sí, llama, convoca a elecciones presidenciales anticipadas ─como solicitaba ante el mundo la oposición venezolana durante los últimos años─, libres, democráticas, soberanas…!

─¡Oh! ¡Ahora nos agarran en la bajaita, desvestidos, en pelotas, y no sabemos con qué carajo, argumentos, nos vamos a tapar!

─¡Chúpate esa mandarina José Mapuey, dirían en otros tiempos!

¡Nos vuelven mierda! ─en palabras de Donald Trump─ ¡Esa vaina de mierda de democracia no es así! ¡No queremos elecciones! ¡Queremos a Trump, a Rajoy, a Mogherini, a Santos…! Su fuerza y poder interventor, su ayuda humanitaria.

Desde Colombia; enclave estadounidense, con la mayor producción y exportación de cocaína del mundo, protegida por siete bases militares de alta tecnología del mayor consumidor de drogas del planeta ─Estados Unidos, OTAN─ desde donde se entrenan a los nuevos ejércitos terroristas, su presidente Juan Manuel Santos ─respaldado por siete bases militares estadounidenses-OTAN─ se arroga, sin tapujos ni ambigüedad alguna, el mando, poder y decisión sobre la oposición venezolana. Él, Juan Manuel Santos, desde la Colombia colonizada, es el poder desde el poder neocolonizador, ¡el que le quita el sueño a la dirigencia opositora venezolana!, es sin duda alguna el gobernante plenipotenciario del nuevo orden mundial en América Latina.

─¿Le cuajará la leche…?

Los heroicos libertarios ─por montones─ sólo sirven para propaganda antivenezolana desde tv, prensa, radio, redes sociales, para inducir el odio entre venezolanos. Los interventores, sus jefes, a lo lejos, bien lejos, menos Juan Manuel, ¡bien gracias!, ¡que nos jodamos entre nosotros! Después, pero mucho, mucho después; cuando descarguemos nuestra arrechera contra el vecino, el hermano, el amigo…, contra el régimen, contra la institucionalidad, contra la constitución, contra la sociedad, medios, empresarios, en la barbarie, decididos, convencidos e inducidos sobre el momento histórico y la toma del poder, entonces, sí. Sí vendrán, en cambote, desde el cielo, el mar, desde los cuatro puntos cardinales y el espacio extraterrestre, sí vendrán con ejércitos terroristas, colonizadores, a imponer su libertad, su democracia, su progreso y todo lo que se le ocurra en procura de la nueva era colonial.

¡Vendrán a proclamar y reclamar su derecho a ser gobernante plenipotenciario de la tierra devastada!

¿Te quedaras con las ganas Juan Manuel? Después no digas que te faltó tiempo. ¡Dios quiera que ni cachapa ni queso te toque!



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Felipe Marcano


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