Ya el secretario de Defensa norteamericano J. M. Mattis, lo dijo de Corea del Norte, que era un claro y presente peligro para su país; para nuestro país todavía no lo han señalado de puertas hacia afuera; pero internamente para su país somos eso "un claro y presente peligro" que no es una simple frase como lo señaló el periodista Walter Martínez, sino un código para intervenir en Venezuela
El mismísimo Trump ha asumido el control para una posible intervención a nuestro país, sino lo asume pesonalmente lo hace a través de uno de sus adalides más cercanos. En estos momentos la atención los tiene atrapados en el bloqueo económico y las elecciones de abril. Primero fue el vicepresidente Mike Pence quien visito algunos países con el consabido interés de endurecer bloqueo económico luego le siguió Pex Tillerson quien visito a algunos paises, entre ellos a Colombia y allí junto a Santos no dudo en montarse con este personaje en el tinglado para atacar a Venezuela. Luego aparece Francisco Palmieri, subsecretario de Estado para Latinoamericano y el Caribe, abriéndole las puertas a Colombia y Brasil para que se mostraran condescendientes con los inmigrantes venezolanos que huyen de la "dictadura" madurista. Otra voz que se ha unido al coro interventor es el embajador gringo en Colombia Kevin Whilaker, quien señaló que "Venezuela necesita una salida democrática, institucional y rápida". Sucede esto en un país donde la FARC, el principal grupo insurreccional del país, entregan las armas, bajo una fulana paz y ahora a cuenta gotas han venido asesinando a sus principales lideres o el asesinato en el Tumaco de campesinos por parte del ejercito Colombiano y los militares yanquis.
Todo este cuadro injerencista con la presencia de militares en la frontera colombiana. Veíamos un video de tanques fuertemente apertrechados se paseaban muy orondamente por la única calle de la pequeña población de la Parada, lugar adyacente al puente internacional de San Antonio del Tachira. Brasil ha enviado sus tropas a la frontera, lo mismo ha hecho la Guyana. Todo esto en el marco de un entrenamiento de venezolanos en suelo Colombiano, con el deliberado propósito de hacerlos pasar como venezolanos que estuviesen "invadiendo a Colombia" como irregulares y de esta forma crear un conflicto y a la vez meterle candela a una posible invasión gringa y Colombiana a nuestro país
El jefe del Comando Sur Almirante Kurt W Tidd, ha sido mas directo y contundente en sus declaraciones, no ha tenido empachos en abordar varios puntos dentro de esa declaradera, lo que les falta por decir es que Venezuela representa para ellos "un claro y presente peligro". Esta fue su última estocada: "Venezuela, sin embargo, nada contra la corriente democrática. Las recientes elecciones no fueron ni libres ni justas… y el colapso económico que está ocurriendo en el país amenaza la prosperidad en la región. Los venezolanos están huyendo: más de 500,000 solo para Colombia, lo que supone una carga increíble para una nación que acaba de salir de una guerra civil de décadas. Decenas de miles de venezolanos también han huido a Brasil y la vecina Guyana". Mas adelante espeto; "El país tiene vastos recursos, especialmente petróleo, y si se usa correctamente podría ser una historia de éxito económico". Aquí se le fueron los tiempos con eso de que "si se usa correctamente".
Hasta Cuba lleva palo en estas infames declaraciones, cuando señala que "La influencia negativa de Cuba en Venezuela -especialmente a través de su servicio de inteligencia y las Fuerzas Armadas, que desempeñan papeles asesores clave en la formulación de la política interna venezolana- es evidente en las tácticas cada vez más autoritarias del régimen de Maduro y en los abusos contra los derechos humanos".
Luego le sale al paso el Grupo de Lima, dentro de esta retahíla de declaradores y de amenazas veladas, conformados por malolientes gobiernos que se unen a la comparsa para tumbar al gobierno del presidente Maduro y que abrigan esperanzas para una posible intervención a nuestro país. Entre los cuales aparece Panama y otros paises ilegitimos que se enfrascan dentro de esa polémica de aplicar sanciones para nuestro país.
El portal por internet Resumen Latinoamericano y del Tercer Mundo del 17 de febrero, que generosamente me envían, escribe el profesor Julio Yao, un análisis bajo el titulo de "Venezuela, una intervención imposible’, que dada su importancia, interes y por los argumentos que esgrime, me he tomado la libertad de suscribirla:
"¿Qué derecho tiene EE.UU. para depredar a Venezuela, si es el mayor violador de la Carta de la ONU y el principal negador absoluto del Derecho Internacional; si EE.UU. es el Estado que más tratados de derechos humanos ha rechazado o no ha ratificado a nivel mundial; si EE.UU. es el país con el mayor número de penas de muerte en el planeta; si EE.U. es el Estado cuyo presupuesto de "defensa" es mayor que el presupuesto total de los siguientes seis Estados; si EE.UU. es el Estado con mayor cantidad de bases militares en el mundo (más de mil); si EE.UU’.
"¿Qué derecho tiene ese país delincuente de negar el derecho a la existencia del pueblo venezolano?"
"¿Qué derecho tiene Colombia para encabezar la agresión contra Venezuela, si a lo externo es un país ocupado por EE.UU. (siete bases militares) y carece de independencia; y, a lo interno, es un narcoestado que mantiene a uno de cada diez habitantes en el extranjero, seguido por Brasil y Perú; si Colombia ha traicionado los Acuerdos de Paz con la guerrilla y asesina y permite a paramilitares liquidar sistemáticamente a defensores sociales y de derechos humanos; si Colombia tolera que se hostiguen y agredan a movimientos políticos que participan en la política nacional (FARC), y si Colombia es cómplice de las sanciones y será punta de lanza de la invasión a Venezuela?"
"¿Qué derecho tiene el Perú para alegar falta de democracia en Venezuela, si su presidente, Pedro Pablo Kuczynski fue casi destituido por el Congreso por "incapacidad moral" para gobernar por recibir sobornos de Odebrecht, por indultar ilegalmente a Alberto Fujimori, genocida confeso; y si su gobierno está sitiado permanentemente por reclamaciones de trabajadores de la salud y la educación?"
"¿Qué derecho tiene Argentina para cuestionar la transparencia en Venezuela, si su presidente, Mauricio Macri, está embarrado con Odebrecht y en los "Panama Papers" hasta los tuétanos y su gobierno está cotidianamente acosado por reclamaciones de su pueblo (y por Mapuches), de jubilados y las clases medias, que han visto estancar su progreso bajo Cristina Kirchner?"
"¿Qué derecho tiene Brasil para prestar su territorio como trampolín intervencionista y denunciar a Venezuela como "dictadura", si su presidente no electo, Michel Temer, llegó al cargo a raíz de un "golpe suave" contra Dilma Roussef y fue acusado por el Fiscal General del Estado de "corrupción pasiva, obstrucción de la justicia y organización criminal", mientras bloquea antidemocráticamente la candidatura de Luis Inacio Lula da Silva a la presidencia?"
"Qué derecho tiene México, para denunciar a Venezuela por "crisis humanitaria", si su presidente, Enrique Peña Nieto, preside un gobierno corrupto y sustentado por el narcotráfico y el crimen organizado, que ha entregado las riquezas de México a las transnacionales de EE.UU. y ostenta el mayor número de periodistas asesinados y desaparecidos a nivel mundial?"
"¿Qué derecho tiene Honduras (¡por favor!) para cuestionar la legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, si su "presidente", inconstitucional y no electo, producto de un fraude de carácter cósmico, José O. Hernández, se aferra al poder sentado en las bayonetas del Comando Sur y mata sin asco a su pueblo?"
"¿Qué derecho tiene Panamá para cuestionar la independencia y la democracia de Venezuela, si el Partido Panameñista (del presidente Juan Carlos Varela) llegó al poder en brazos de los invasores (que lo juramentaron en un base militar extranjera) a raíz de la invasión de 1989, motivo por el cual los acuerdos firmados bajo ocupación son ipso facto, nulos?"
"No obstante la ninguna capacidad moral o legal del Grupo de Lima para atacar a Venezuela, EE.UU. insiste en invadirla con la complicidad de gobiernos no representativos, anacrónicos, forajidos y enemigos del Derecho Internacional"
"Se nos quiere hacer creer que en Venezuela hay una "crisis humanitaria" que exige enfrentar a pueblos contra pueblos de la región, a pobres contra pobres y a hermanos contra hermanos, para satisfacer los apetitos de Washington"
"Pero las intervenciones humanitarias, que responden a la necesidad de proteger a víctimas de las guerras cuando no existe la voluntad o la capacidad del soberano para asumir esa responsabilidad, han sido desnaturalizadas por los poderes hegemónicos para encubrir sus fechorías depredatorias. Pero, ¡ojo!, la intervención humanitaria es un concepto polémico aún bajo debate".
."Pero en Venezuela no hay crisis humanitaria ni guerra civil (tampoco en Panamá): hay una masiva intervención externa en los asuntos propios, internos y externos, de su pueblo, que se manifiesta en guerras ultramodernas y multiformes, con apoyo transnacional de países, organizaciones no gubernamentales y personalidades que intentan destruir el país, matar su revolución y robarle a Venezuela sus prodigiosas riquezas naturales".
"La intervención en Venezuela sería una agresión contra América Latina y el Caribe, un retroceso temporal de la Unidad Latinoamericana, un golpe a la memoria de los libertadores de Nuestra América, y por lo mismo, esa intervención es imposible ¡y no puede triunfar!". Finaliza escribiendo el profesor Julio Yao.