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Lo que sabe el Presidente Nicolás Maduro, por distintas fuentes tantos del Norte como las provenientes de centros del poder en Rusia y China es que la Casa Blanca, le ha hecho conocer una nueva realidad de las acciones del imperio que desarrollará a partir de enero de 2019. EE UU ha dado luz verde a sus empresas militares y a sus socios guerreristas en el mundo, para desplegar una nueva política internacional que se aboque de una buena vez "A LA SALIDA MILITAR DEL CASO VENEZUELA". Los viajes del Presidente Maduro a China y a Rusia tienen que ver con últimas informaciones peligrosas al calor de los acontecimientos en Ucrania, los serios conflictos de intereses con Irán y el caos económico del dólar y que empujan inevitablemente al imperio a una salida bélica para reordenar sus fuerzas impositivas en el mundo. Los cuerpos de inteligencia de estas dos grandes potencias, China y Rusia conocen a detalle del plan gringo contra Venezuela.
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Según informes del PENTAGÓNO, "todos los lapsos se han agotado" y según los estrategas del Norte "darles larga a la situación de precariedad política que se vive en Venezuela es dejar consolidar un frente fuertemente negativo para los intereses norteamericano en uno de los terrenos más importantes para el control de América Latina… Venezuela no es Cuba…". En realidad lo de "precariedad" tiene que ver con la grave desintegración que sufre la oposición la cual no tiene ninguna manera de recomponerse a corto plazo.
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El método para acciones militares estadounidense siguen un patrón estándar que se han aplicado en casos "extremada amenaza a los intereses de Estados Unidos…" como los que se han dado en Afganistán, Irak, Siria y Libia. Lo que le ocurrió a Gadafi, por ejemplo, fue revelador de cuanto le puede pasar al Presidente Maduro, ya que ambos mandatarios le han tocado el punto más sensible al poder norteamericano en el mundo: "…sacar de circulación al DÓLAR!...". Venezuela ya está dentro de los "congruentes escenarios" para desarrollar en ella una acción militarista a gran escala. "Con la ventaja de que en este caso, los ataques serán desde distintos flancos: el Caribe, Guyana, Brasil y a lo largo de toda la línea con Colombia". Además será multifocal mediante el uso de paramilitares, sabotajes de la industria petrolera y minera, reforzando aún más la destrucción de la economía con un persistente desabastecimiento de artículo básicos…, guerra cibernética y apagón de las comunicaciones.
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El imperio norteamericano con refuerzo de militares argentinos, chilenos, peruanos y brasileños junto con expertos y pertrechos de la OTAN, han analizado las posibles pérdidas humanas, los llamados daños colaterales y los efectos que estas acciones pueda ocasionar a Colombia, con efectos que podrían trastocar seriamente el comercio de la droga hacia Estados Unidos (Imaginad por un momento que Venezuela pueda bombardear (o perturbar severamente) gran parte de las 210.000 hectáreas de coca colombiana provocando pánico, un verdadero tsunami financiero en Walt Street!).
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En Washington se han realizado estudios sobre la llamada "Guerra Total de todo el pueblo" (tan mentada últimamente por el Presidente Maduro…), con participación de los milicianos conjuntamente con la ofensiva que desarrollarían las FUERZAS ARMADAS BOLIVARIANAS, al igual que el polvorín que podría desatarse en todo el continente Sudamericano de no crearse un muro de contención bien fortificado que pueda impedir la eventual expansión de convulsiones sociales a lo largo de todo el continente.
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El discurso de Gadafi en la ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 23 de septiembre de 2009, fue decisivo para que dos años más tarde éste fuese asesinado de la manera más monstruosa por el imperio euro-americano. El discurso del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante la ONU fue otro duro golpe para la soberbia y desafíos de Estados Unidos y sus socios estratégicos en el mundo, por lo que en menos de 24 horas después, Washington optó por desatar toda clase de histéricas amenazas y sanciones contra nuestra valiente nación bolivariana.
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Debe saberse que ya todas los preparativos militares de Colombia no están dirigidos a atacar a la guerrilla sino a planes de lo que podría significar una guerra con Venezuela. El escenario lo ha tratado de ir adecuando con muchos errores el actual inexperto político Iván Duque, quien ha vivido de gira en gira por el mundo hablando horrores de Venezuela. El papel que se le dio fue el de presentar en su país un cuadro tétrico producto del estado terrible de la situación venezolana que afecta políticamente la estabilidad social y económica de Colombia, para de allí luego se acepte la tesis de que la "agresión del terrorismo desde Venezuela ha sobrepasado toda posible solución diplomática". Iván Duque ha trasmitido todo un cuadro de esta posible guerra entre Venezuela y Colombia a los gobiernos de Alemania, Francia y España, por órdenes y estudios de Estados Unidos. El Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia, se mantiene en un expectante "acuartelamiento" de todas sus unidades castrenses desde hace más de un año.
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Todo el relato y el expediente que se ha venido armando desde hace un año sobre la crisis migratoria, la violación de los derechos humanos, escasez horrible de alimentos y medicinas, está ya estructurado en muchos centros decisivos del mundo con el fin de proceder luego a lo típico: el tiro en la nuca. Es decir que el horror que se produzca en Venezuela por una intervención militar no cause sino alivio en las naciones civilizadas y nadie decente pueda chistar. Es decir, en la ONU se esperan la aprobación de algunas resoluciones que insten a Venezuela a "permitir la entrada de ayuda humanitaria (con equipos militares)…".
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Todas las presiones han ido precedidas por agresivas declaraciones del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien ha "alertado a Nicolás Maduro de que deje de mover tropas militares a la frontera de Colombia en obvios y evidentes intentos de intimidación a un país pacífico como el que preside el señor Iván Duque (la víctima y el agredido…)". En las últimas declaraciones del secretario de defensa de Estados Unidos, James Mattis, atacó al presidente de la República Nicolás Maduro, calificándolo de "un déspota irresponsable". Utilizó Mattis, exactamente las mismas palabras de Henry Kissinger sobre Allende poco antes de que éste fuese asesinado. Esto que se sepa: únicos que son y saben ser RESPONSABLES en el mundo son los norteamericanos y sus aliados.
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James Mattis analizó con el Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia el escenario de una legítima defensa del territorio neogranadino producto de las permanentes agresiones y maniobras militares venezolanas conjuntamente con los terroristas del ELN… la excusa perfecta para llevarnos a una guerra con Venezuela, que de inmediato sería aprobado por todos los países del Cartel de Lima (sin México, claro).
(Este análisis continuará en un próximo trabajo…)…