Nunca olvido la anécdota de un colega periodista y locutor, que en Maracay con motivo de una entrevista de trabajo donde accedió al cargo de Redactor, en un comentario al margen, me explicó que era nativo del Táchira, en la frontera, y detalló porqué su animadversión a Colombia, pues cierta gente de la nación vecina quiere degradarnos diciéndonos "veneco, coma comida colombiana p´a que ge ponga inteligente…".
Siempre he dicho también, que esa clase de colombianos habladores de gamelote incesante, pretenden convencer con labia incontenible y terminan dándole la razón a quienes afirman "dime de qué presumes y te diré de que careces…". En el caso de la democracia colombiana la siguiente información de actualidad delata esa tal "democracia inteligente…", que ni es popular, ni es justa, ni verdaderamente demócrata representativa.
El ex secretario de Transparencia de la Presidencia de Colombia, y ex cónsul en Londres, Rafael Merchán, testigo en el caso Odebrecht por presuntos sobornos, apareció muerto en su apartamento en Bogotá. Se trata del segundo testigo de este caso, que aparece inerte y las causas de su muerte aún están por esclarecerse, reseñó el diario El Espectador. El primero fue el ex contralor de la Concesionaria "Ruta del Sol II", Jorge Pizano, quien reveló irregularidades en los contratos de las vías que comunican al centro de Colombia, con la Costa del Caribe. En noviembre 2018 Pizano apareció muerto en su finca en Cundinamarca, en circunstancias que aún investigan las autoridades colombianas.
El director de Medicina Legal, Carlos Valdés, renunció a su cargo luego de admitir errores en la investigación. Rafael Merchán había sido citado como testigo, en los sobornos de Odebrecht, y había declarado contra un ex gobernador colombiano, cuando descubrió una red de corrupción que incluía asociación con particulares para apropiarse de al menos 600 millones de dólares. ¡Ah! pero en Colombia, la política responde al título de esta opinión, "en mi democracia representativa, cadáver no habla". Advierto que se trata de corruptos del bipartidismo, no de gente decente que a pasos agigantados se vuelve en Colombia cada día más bolivariana y revolucionaria, sin guerra civil, asqueados de ver su patria arrodillada a USA y presidentes gringos asesinos invasores.
