Pedro es chavista, él lo dice y hasta lo grita. Quien le hable mal de Chávez o le diga simplemente que el gobierno de Maduro es por demás ineficiente, se mete en una vaina con él. Lo es tanto que pese guarimbas y todo lo que aquí ha pasado, y a él le ha pasado, en su negocio, en cuanto espacio esté disponible, tiene propaganda "del proceso". No le importa le amenacen y griten cosas desagradables.
-"Eso es embuste tuyo". "Lo que pasa es que te volviste escuálido". Eso suele decir Pedro, dueño de un mediano negocio donde vende tantas cosas que la gente compre. Lo que quiera o busque, si Pedro hoy no tiene, vuelva mañana; de eso habrá en su inventario. Sobre todo dice aquello cuando alguien se queja ante él porque los reales no le alcanzan ni "pa´ comprá la comía".
Entonces frente a él no diga nada contra el gobierno porque Pedro es un "abnegado" soldado al servicio de esta revolución y no está dispuesto a escucharle sus mentiras y mensajes a favor de los escuálidos y el imperialismo.
La hegemonía está en todas partes. Suele estar y nadie le ve. La siente, sufre sus efectos y hasta se camina como ella lo determina y pocos lo saben. Hasta quienes contra ella se descargan suelen ser hegemónicos y abundan quienes intentar serlo sin lograrlo porque generalmente hay que tejer una red para la que no se tiene tiempo, recursos y hasta el talento, aunque sea diabólico, para lograrlo.
¿Quién es el "Hegemón Principal a lo interno? Por ejemplo, pudiera ser Polar, la de los Mendoza, que ejerce una hegemonía en un área que es bastante amplia, aunque no "ancha y ajena", como dijese Ciro Alegría del mundo, sino bajo el control de esa importante porción del capital. Eso es cierto, pero todavía en Venezuela no puede hablarse de una sola. Los señores feudales en cierto modo ejercían su hegemonía en sus espacios territoriales, pero había muchos hegemones. Los grandes y los pequeños. Incluso, dentro de un feudo, el hegemón mayor estaba obligado por las circunstancias materiales y culturales a ceder parte de su poder en beneficio de uno más pequeño para mantener el equilibrio. Un importante intelectual alemán habla de la sociedad capitalista como el sistema planetario, con astros, planetas y satélites.
En Venezuela EEUU, sin duda, descaradamente, intenta imponer su hegemonía. Pero seguro que si lo logra mantendrá incólume al hegemón Polar verdadero, ese de los Mendoza, contra el cual Maduro no se mete ni de vaina. ¿Es mentira lo que digo? Tanto que suelo decir que al grupo Polar no le incomoda para nada que Maduro siga en el gobierno. ¿Y por qué, si hasta gana y acumula más que en el pasado? Y les sugiero no me crean, guíense por Julio Escalona cuando dice: "Creo que por esa razón el pueblo, en materia de precios, ha quedado desprotegido y a merced de sus victimarios. El presidente Maduro ha tratado de equilibrarlo con una amplia política social, que es anulada por la guerra económica impulsada, entre otros, por la Polar." Lo único diferente que pudiera decir, hablando de esa tragedia es que nunca, antes ni ahora, el gobierno de Maduro ha estado en capacidad de dar una respuesta y no se puede permitir que el hegemón haga lo que quiere. Habrá que ir a un estado de cosas, una confluencia de fuerzas y definición de objetivos donde el hegemón deje de hacer lo que le venga en gana. Pues si además, si el hegemón mayor, el planetario, impone absolutamente su voluntad, trabajando en llave los dos, si es verdad que acabarían con nosotros.
Pero aún sin que el Hegemón planetario, ese que se mueve por el mundo casi como si fuese el sol, hoy alumbra aquí y mañana u ahora mismo en otro lejano espacio, nos haya impuesto su control total, porque de qué está en eso en gran parte es como obvio, el hegemón Polar hace lo que quiere sin que nadie, pese el discurso como de muchacho malcriado, ese destinado a no dejar dormir a la mamá, se lo impida. Es un simple mirar lo que hace, comentar con rabia entre telones cuando mucho, hacer un raído y monótono discurso para que la gente crea, sobre todo "los revolucionarios", mientras le deja hacer lo que le da la gana. Y lo que es peor, por esos mecanismos de la alienación y la especulación, avaricia y hasta individualismo mezquino y egoísta, propios del capitalismo, se logra que hasta "chavistas", según ellos, revolucionarios por lo mismo, jueguen o combatan a favor de la Polar". El Hegemón y los hegemones, ponen a quienes se creen libres y en actitud de enfrentarlos a su servicio y bailar al son que ellos toquen. ¿Acaso no pasa eso con Maduro?
Pedro, como partidario que es del gobierno, suele hablar con alguna que otra gente contra los especuladores y la gran empresa hegemónica que nos aniquila bajo la mirada impotente de aquél de quien Pedro cree otra cosa.
-"Hola Pedro ¿cómo estás?
- "Bien pero arrecho."
Así respondió al saludo del vendedor de la empresa hegemónica que le surte gran parte de la mercancía que vende.
-"¿Qué te pasa? ¿Por qué estás malhumorado?"
- "¡Coño acabo de llegar del mercado y en esa vaina a uno le atracan! Imagínate que cada vaina que hace dos días tenía un precio para hoy casi costaba el doble."
Mientras hablaba respiraba hondo y muy seguido, por lo que su interlocutor le invitó:
-"Cálmate, siéntate, aprovecha que es temprano y todavía no hay clientela. Descansa y luego me sigues contando."
- "Bueno, te diré", dijo Pedro ya más calmado, "que ese no es el precio de las cosas. La gente especula sin parar y lo peor es que muchos siendo chavistas como yo, lo hacen sólo por especular y de paso le echan vainas al gobierno."
El agente de la hegemónica siempre se cuida de no hacer comentarios políticos ante Pedro. Conoce la debilidad de éste y bastante de su negocio. Por eso, quizás, le apoyó en sus comentarios contra los especuladores del mercado. Al final, pasado un rato, le dijo:
-"Bueno, Pedro, vayamos a lo nuestro. Allí te traje una mercancía que sé tienes bastante, pero como mañana tendrá un precio casi el doble de ahora, quiero te quedes con ella. Eso sí, no la saques ahorita, espera hasta mañana, guarda de la misma que tienes en exhibición. Y mañana le pones el precio este", dijo aquello mientras le extendía un papel con los precios de mañana.
Pedro que le escuchaba atentamente, más que al cura el monaguillo y la señora beata, asintió a lo dicho por el enviado del hegemónico y casi de inmediato, haciéndose acompañar por dos de sus ayudantes, comenzó a recoger y guardar allá atrás la mercancía expuesta en estantes junto a la que acaba de llegarle. Mañana le pondría a toda un nuevo precio. De esa manera se ganaría unos cuantos reales adicionales, pues pondría un precio que no es. Uno especulativo como si no se diese cuenta. No había en eso pecado alguno, es "la lógica del mercado".
Terminada la tarea, en la cual también le ayudó el agente hegemón, Pedro preguntó a este:
-"¿Cuándo vuelves?"
-"Dentro de cinco o seis días, pues gran parte de esa mercancía la venderás este fin de semana y te traeré entonces la de nuevo precio. El precio de mañana. No te olvides tenerme lo mío en efectivo como siempre."
-"Por supuesto", le dijo Pedro mientras le tendía el brazo sobre los hombres, "bien sabes que tigre no come tigre y si………..".
El agente hegemón se fue y cuando Pedro quedó solo, porque sus ayudantes estaban por allí muy ocupados, volvió a arrecharse contra esos especuladores, "hasta camaradas chavistas" del mercado que sin darse cuenta dañan al pueblo y mal ponen al gobierno.