Dentro de lo que se conoce como guerra mediática y tenaz lucha por posicionar tendencias de la realidad y acomodar versiones de la verdad, ante un sistemático y permanente ataque a todo lo que posiblemente pueda beneficiar al gobierno…y por lo tanto, desarrollar en la artillería del pensamiento, toda una estrategia para hacer ver que "el régimen ya cayó", que "técnicamente ya está caído" y uno de los rumores favorito de la oposición es lanzar en el horizonte mediático, fechas claves para decir: "hasta ese día llega Maduro"…
La producción de una "guerra de fechas", que este año en menos dos meses, siguen alimentando la esperanza en el antichavismo, y que luego se convierte en frustración, cuando intentan convencer al escualidismo, de que "Maduro se va hoy" y así lo hicieron saber el 5 de enero…y luego el 10 de enero…y después que el 23 de enero…y que el 12 de febrero si…y que ahora es el 23 o el 24 de febrero, y así sucesivamente en un ritornelo de que todas las fechas anteriores era un simple "penúltimo ultimátum"…
Ahora vivimos todo un escenario de "amenazas con fecha" sobre todo por parte de "la comunidad internacional" que se sienten con un derecho que nadie les ha dado, para el mas descarado injerencismo en los asuntos internos de un Estado libre y soberano…que se concreta en una acción revestida de una insólita soberbia, cuando nos dicen: "Tienes 8 días para que convoques a elecciones"…"Te damos tres meses para que hagas elecciones presidenciales"…"Si no renuncias en tanto tiempo, vamos a reconocer al auto-proclamado"…"Debes renunciar, todas las opciones están encima de la mesa"…"Si no se va, no está descartada la opción militar"…"Para combatir al dictador, estamos apoyando al auto elegido"…"Queremos fecha concreta para cambios políticos ya"….
Y siguen los ultimátum sin diálogos, ni respeto a nuestro ordenamiento jurídico, y ahora en una payasada jurídica, la oposición política venezolana se inventa un "Estatuto para transición", que le da un ultimátum a la constitución, violentando el espíritu, propósito y razón del contenido del Articulo 233, en una elástica y conveniente interpretación…
Los ultimátum se han convertido en un instrumento político-mediático de demostración de poder sobre el amenazado: "si no haces lo que yo quiero, te va a pasar tal cosa", es decir, son una especie de narrativa del chantaje, producto de tener una aparente ventaja real y latente sobre el contrario, al que se le exige algo, sin dar nada compensatorio a cambio…
El problema estratégico para la oposición política venezolana, es que todos sus anteriores ultimátum, nunca le han dado el resultado esperado, por lo tanto siempre será el penúltimo…