Los fríos vientos del norte amenazaron con sus huracanadas descargas de hostilidades, otra vez a la tierra de los libertadores y heroínas de América. Todo empezó con el transcurso de dos décadas, en donde los dirigentes opositores pro green-go, no fueron capaces de ganar la presidencia, en especial en la última elección donde Nicolás Maduro fue proclamado por casi 6 millones de votantes, la única potestad y escudo que cualquier pueblo democrático y libre posee, para elegir a sus dirigentes. Eso es el primordial motivo que originó la esquizofrenia depresiva y digestiva, causándole un inaudito padecimiento de verborrea descontrolada, chorreando, defecando y evacuando impaciencias, frustraciones y desesperos de las sanguijuelas ejes imperiales.
Sobrepasando todo los límites razonables de insolencias, este eje imperial que se compone principalmente de oligarcas colonizadores del viejo continente, sus historias son conmovedoras y sanguinarias, promotores de cientos de millones de homicidios, infectados hasta la médula del racismos, ambiciosos, insatisfechos, hambrientos y sedientos de los irrecuperables viejos tiempos del nuevo mundo, donde saquear, violar, asesinar y ultrajar a los originarios en todos los continentes incluyendo el americano, eran premiados, apoyados, custodiados y bien vistos, pero tendrían que retribuir a sus cuarteros, las magnificencias europeas.
Inmediatamente luego del desplome del muro de Berlín, solo una superpotencia quedo a la vista, EEUU. A partir de entonces los green-go, fueron, por ahora son y se duda que sigan siendo la única superpotencia mundial. Mosqueados y celosos de los manjares que se perdieron en el siglo XVI, desde el último tercio del siglo pasado hasta la actualidad, tomaron el novedoso rol del re-colonialismo green-go, más de 70 países fueron sometidos a sus dictámenes, y quienes se oponían quedaron destruidos, e igualmente saqueados, hasta el día de hoy les siguen exprimiendo sus recursos y riquezas, mientras otros resisten honorablemente y los distintos expulsaron valerosamente a los invasores imperiales.
Donald Trump podrá ser el perverso, narciso, y el poderoso emperador green-go, pero literalmente es un obediente y receloso cachorrito, del banco israelí, al cual le debe miles de millones US$, sumiso y codicioso al dinero más que cualquier antecesor, sometido, manejable, dócil y complaciente, a quienes él y la inmensa mayoría de los dirigentes internacional tendría que rendirles siempre pleitesías, a las mismísimas magnificencias del pasado, (MKR) Mafia Khazarian Rothschild. La mafia del crimen organizado más antiguo y mejor fundado que la humanidad haya conocido.
Ahora el ojo del carnívoro imperial, tiene clavada la vista en la República Bolivariana de Venezuela, pero revolución bolivariana y chavista, mas la F.A.N.B. y, el pueblo venezolano, ganaron contundentemente la batalla de 23F, pero esta guerra es eterna, habría que recordar en que el eje imperial no se rinde, siempre volverá con otro novedoso payaso o hazmerreír, retornará a manipular otra vez a los obstinados, cansados y hipnotizados seguidores del antichavismo. La oposición venezolana perdió la poca credibilidad que le quedaba, dejaron a sus seguidores otra vez con las promesas rotas, solos, enardecidos, engañados, abandonados, avergonzados y arrechos.