Ese titular habla por sí solo. En palabras más claras y contundentes: si nuestro presidente Nicolás Maduro no "renuncia", como lo hizo Abdelkader Bouteflika en Argelia, no se comerá las hallacas en familia del 24 de diciembre del año en curso, pues, así lo informa el general Craig Faller, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos. Se trata de otra amenaza que se une a la del vicepresidente Mike Pence, lanzada en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, la semana pasada, donde afirmó que Maduro tiene que irse, sí o sí.
El señalamiento del general Craig es otra cortina de humo… Puede ser. ¿Quién sabe? Pero una cosa sí es cierta, los gringos vienen con todo. Ya ellos perdieron la confianza en su títere, Juan Guaidó, quien no ha hecho el mandado como ellos se lo exigieron, atendiendo a la promesa del payaso. En efecto, como reza el viejo dicho: tanto da el cántaro al agua hasta que se revienta. Son muchas las presiones, sanciones y amenazas de todo tipo, pasando por los ataques cibernéticos contra nuestro sistema eléctrico nacional.
Ahora, señoras y señores, pareciera que se acabó el pan de piquito. Pudiera ser que le llegó la hora de actuar a los marines. Cosa que alegraría mucho a los apátridas que piden a grito que nos invadan. Las máscaras rodaron por el suelo. Se ha venido imponiendo, poco a poco, los deseos de los integrantes del partido de derecha Voluntad Popular, hoy día, conducido por Juan Guaidó. Ya no disimulan. Los videos los desnudan con sus plegarias de guerra. y el odio que los carcomen por dentro.
Si los gringos cumplen con sus amenazas de invasión, la oposición venezolana, tanto la derecha radical, como "mosquitos muertos" de la desaparecida MUD, tendrán que enfrentar, junto a los marines, a las fuerzas chavistas, resteadas con la revolución. Moriremos muchos defendiendo el legado de Hugo Chávez, pero también morirán muchos de los apátridas y traidores. Que no le que la menor duda. ¡Cuidado, con una segunda guerra a muerte! Después, cuando no haya nada que hacer, no se vayan a quejar.
Recibirán su merecido por canallas, por mala gente, por perversos y traidores a la patria de Bolívar y Chávez.