Trump refrita el Chavismo sin Maduro

Después de fracasar con sus intentos de dividir la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, fracasar en sus intentos de aislar al país y colocar a Venezuela como un Estado fallido; bloquear a Venezuela financiera y comercialmente, imposibilitándoles toda posibilidad de negociación en el exterior, para procurar lo que ansía el embajador William Brownfield: el colapso de la sociedad venezolana; sabotear sus vitales servicios básicos de electricidad, agua y gas; restringir alimentos y medicinas a la población venezolana; sabotear la moneda nacional y propiciar la dolarización de la economía, afectando con ello los ingresos de los venezolanos y venezolanas en BsS. Minimizándolos, mediante el mecanismo de la especulación y el alza constante de todos los bienes que se comercian en el mercado interno. En fin, toda una política criminal cuyos efectos, en palabras de Mark Weisbrot, Codirector del Centro de Investigación en Economía y Política en Washington D.C.: "…No existen estimaciones de la cantidad de muertos ocasionados por las sanciones, pero dada la experiencia en situaciones similares, es probable que haya miles o decenas de miles hasta el momento. Y empeorará rápidamente si las recientes sanciones persisten". Políticas criminales, que no solo han continuado, sino extendido al conjunto de las actividades comerciales que Venezuela realiza lícitamente con el resto del mundo libre que no teme a las represalias imperialistas.

En otro informe del mismo Centro, los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs, estiman que las medidas coercitivas aplicadas por la Administración Trump, causaron la muerte de alrededor 40.000 personas entre 2017 y 2018. No contentos con ello, ahora la Administración Trump, en vocería del enviado especial Eliot Abrams, para el caso Venezuela, hace pública una parte de lo que será su nueva estrategia para procurar el cambio de régimen que se han propuesto ejecutar en Venezuela. Nuestro Canciller Jorge Arreaza, hizo público parte de esa "nueva" estrategia, tal cual se lo confesó el propio Abrams: "Ya que el golpe de Estado fracasó, vamos ahora por el colapso de tu economía". Sin duda, es en ese terreno donde el Gobierno Bolivariano ha demostrado ser más incompetente para contrarrestar los ataques imperialistas, e incluso, más incoherente. Como lo evidencia, esa política implementada por el BCV de restringir la oferta monetaria de BsS, estimulando la dolarización de la economía venezolana. No es, en la construcción de un Estado de migrantes y dependiente de sus remesas, en que Venezuela podrá consolidar un futuro Socialista. No será, constituyéndonos en la "nueva Colombia", que exporta su pueblo al exterior para ser esclavizado, en que la Patria Bolivariana obtendrá las soluciones al actual estado de penuria económica. La experiencia de los países que han sido objeto de políticas de guerra económica-comercial de parte del imperialismo de EEUU, como por ejemplo: Rusia, Irán o Turquía, demuestran que es, en sentido contrario a lo dispuesto por el BCV, valga decir: en la desdolarización, en que sus economías han logrado superar las políticas de "sanciones" y bloqueo imperialista.

Si en el plano económico, la Administración Trump, profundizará su bloqueo financiero-comercial; en lo político, retoman una política diseñada por la CIA para el candidato de la Administración Obama, en contra del Hno. Presidente Nicolás Maduro, una vez que falleciera nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez Frías. En el proceso electoral de abril de 2013, el entonces candidato del imperialismo: Henrique Capriles, hizo esfuerzos por crear una dicotomía entre la figura del candidato en quien el Comandante Chávez solicitó al pueblo venezolano apoyar y elegirlo Presidente de la República. Solicitud, que el pueblo respaldó y satisfizo con sus votos. No obstante, los resultados no fueron satisfactorios pues mucho del pueblo chavista, se abstuvo de participar producto de la intensa campaña de confusión; mediante la cual, la derecha imperialista, logró cuajar en parte del electorado la imagen distorsionada de un Maduro distinto a Chávez o como lo expresara el candidato de la derecha fascista: "Maduro, tú no eres Chávez". Aún hoy, podemos encontrar compatriotas que expresan sin tapujos que son chavistas, más no maduristas. Incluso, en declaraciones que diera el candidato del imperialismo a los medios, en aquellos días de comienzo de abril de 2013, dirigiéndose a los seguidores del Comandante Chávez, les manifestaba: "Maduro está destruyendo el legado de Chávez" […] "Ustedes, que lucharon por un cambio años atrás, que se mantuvieron en esa ruta del cambio, ustedes tienen una responsabilidad histórica para que todo lo que ha sido la conquista de nuestro pueblo no la destruya quien se dice ser heredero". Seis años después de aquellas palabras del entonces candidato presidencial Henrique Capriles, las mismas vuelven a resonar, en boca de un representante imperial, Eliot Abrams: "Tengo un mensaje para los seguidores del PSUV y todos los seguidores del Presidente Chávez, Ustedes están viendo al régimen de Maduro destruir su legado y es verdad, esa no es mi preocupación. Conocí a Hugo Chávez hace quince años y bueno como soy republicano pueden concluir que yo nunca hubiera votado por él. Pero en el PSUV y los Chavistas deberían estar preocupados…", manifestaba el representante para Venezuela de la Administración Trump, en su intervención en un foro sobre Venezuela en el Atlantic Council, realizado por estos días de abril. ¿Qué busca Abrams o a quiénes intenta llegar dentro de filas revolucionarias? ¿Serán muchos, los llamados "blandengues"? No sabemos. Lo que sí es cierto, es que el camarada Diosdado, se refiere a ellos en términos muy duros. Casi que retándolos a brincar la talanquera, temerosos como están, ante la anunciada intervención militar. La cual, se desvanece en el mismo momento en que la Administración Trump, saca sus cuentas sobre el terreno y evalúan el papelote que hicieron en Siria, país del cual, tuvieron que salir humillados y derrotados por las fuerzas humanitarias de la República Árabe Siria, Rusia, Irán y las milicias del Hezbolá.

Pretender dividir al PSUV, es una acción destinada al fracaso. No serán, un grupito de blandengues direccionados por el imperialismo, quienes dividan al principal partido de la Revolución Bolivariana, el partido de Hugo Chávez. El imperialismo, lleva seis años, desde la muerte de nuestro Comandante Chávez, intentando dividir su partido y destruir su legado. No han podido, ni podrán con la unidad monolítica pero a su vez, diversa, de quienes integran al PSUV. El propio Abrams, en su disertación en el foro así lo reconoce, y es por ello, que tiene que recurrir a la vieja política cuartarrepublicana de ofrecer latas de zinc al pueblo venezolano: "Imaginen una Venezuela donde no hay apagones, y agua limpia sale del grifo" […] "En el futuro, se invertirán miles de millones de dólares en Venezuela para reconstruir los sectores agrícola e industrial". Obvia, Abrams, que éste no es el mismo pueblo que vendía su conciencia por unas pocas latas de zinc que les ofrecía el candidato adeco o copeyano, sino que trata con el pueblo que se crece en las dificultades. El pueblo que ha levantado con orgullo, las banderas antiimperialistas que les dejara como testigo el Comandante Hugo Chávez, quien irremediablemente –para desgracia del imperialismo- No aró en el mar…



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Henry Escalante


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