La última medida coercitiva tomada por el Gobierno de Donald Trump contra el estado venezolano, cuál es el bloqueo de todos los bienes e intereses propiedad del Estado venezolano, ubicados en territorio de los EEUU, es lo que podríamos considerar la "Joya de la Corona" en cuanto a medidas coercitivas económica se refiere, lo que podría venir luego de dicha medida en el peor de los casos, sería un bloqueo naval o "cuarentena", que implicaría acciones que trascienden las de carácter económico propiamente dicha, y entrarían en el terreno de la agresión bélica. Lo de la situación del embargo CITGO, y el bloqueo económico financiero son circunstancia precedentes a la medida ejecutiva de aplicación inmediata decretada por el Presidente Trump.
En términos prácticos estas medidas afectan fuertemente al pueblo venezolano sobre todo en el segmento de mayor vulnerabilidad, a los más desposeídos y los trabajadores de los sectores públicos y privados, a quienes cobramos quince y último, la hipótesis de que el sometimiento al sufrimiento de la población pudiera conllevar a la "rebelión de las masas", frase que tomamos prestada del título del famoso libro del filósofo español José Ortega y Gasset publicado en 1929, es como también dicen los investigadores, una hipótesis nula, en cuanto a la no correspondencia de variables, la diáspora, el sentimiento de impotencia que notamos a diario en las colas de los bancos, para surtir gasolina o en las de los supermercados así lo indican, es lo que todos oímos, y el cada uno "arréglese como pueda", operan como válvulas de escape ante la presión de la Hiperinflación desatada, y el caos de los servicios públicos, particularmente en cuanto al agua, gas, y electricidad, amén de la dramática situación medico-asistencial venezolana, en la cual mueren de mengua diariamente muchos ciudadanos.
Las medidas tomadas por el gobierno norteamericano y las políticas equivocadas del gobierno chavista madurista se conjugan en la conformación de las causas del padecimiento de la sociedad venezolana en todos sus estratos, y de diversas formas, es decir las causas poseen componentes endogenos y exógenos y solo enfocándonos a combatir tales causales, pudiéramos recuperar nuestra patria en términos de rescatar las condiciones materiales de vida y de dignidad.
Ante este panorama visualizamos dos posiciones definidas en la oposición venezolana, que se juega en dos tableros distintos para hablar en términos ajedrecisticos, una que juega a profundizar las contradicciones y el caos, con orientaciones foráneas, en el paradigma de "la rebelión de las masas" ya señalado, y la otra que sostiene que es a los venezolanos a quienes corresponde asumir la lucha contra los factores endogenos y exógenos mencionados , sin desestimar la ayuda externa, la cual ante el tétrico panorama económico y social es realmente necesario.
El escenario de la mesa de diálogo de Barbados ofrece una oportunidad para un gran acuerdo nacional, pero ello sólo será posible si dicha mesa se amplía mediante la incorporación de los voceros de sendas orientaciones del sector opositor, la voluntad política de los participantes en la mesa de diálogo, en el entendido que ellos no actúan a título individual sino como voceros del espectro político nacional, seguramente conseguirán los mínimos necesarios para una salida a la crisis en el corto plazo. Juntos, las bases del chavismo (no su dirección política oficial) y la oposición mayoritaria, actuando con sentido patriótico, podemos incidir en el cese de las medidas coercitivas, y en la sustitución del fracasado proyecto de gobierno chavista madurista; el pueblo venezolano en unidad total, sin distingo de ideologías políticas, colocando sus genuinos intereses y su derecho a una vida digna en el centro de su pensamiento y acción, seguro que podremos lograrlo, separados es misión imposible.