¡Guillo! con los besos de Judas del imperio

Sus portaaviones se desplazan cual descomunales piratas hambrientos de bronca, amenazando repúblicas débiles para imponer sus tratados y sus negocios. Cuando alguien les planta cara, les desafía a sus superdotados y amariconados Rambos, entonces comienzan a lanzar llamados de conciliación y de arreglos de “normalización de las relaciones”. Pero si Chávez se descuida, y no enfrenta al monstruo y no hace público en el mundo la feroz campaña que ha estado manteniendo el imperio en procura de un golpe y una guerra civil en Venezuela, aquí nuestra tierra tuviera bañada en sangre, incendiada, destruida. Ahora con el rabo semi-oculto tratan de extender la mano mientras maquinan otros métodos para intentar hundirnos.

Ellos no pueden descansar, ellos no van a dejar de perturbar nuestra paz. No debe olvidarse que EE UU jamás apoyó nuestra lucha de independencia, y más bien trabajó intensamente, suministrándole armas y todo tipo de recursos a los realistas, durante más de diez años. Cuando Bolívar vence de manera incontestable a los españoles en la batalla de Boyacá se va a producir en estos bandidos un giro de ciento ochenta grados en su política provechosa y vilmente interesada hacia nosotros. Iban a dejar de ser los meros “neutrales”, como falsamente pregonaban para considerar seriamente en reconocernos como Nación independiente; lo que demuestra que frente a los gringos sólo la fuerza, el carácter decidido y determinante es lo que les detiene en sus afanes intervencionistas, en sus pérfidas políticas colonialistas.

Esta visión profunda la trasmitirá el Libertador el 25 de mayo de 1820, a José Tomás Revenga, su Secretario General (posteriormente Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Hacienda): “Jamás conducta ha sido más infame que la de los norteamericanos con nosotros: ya ven decidida la suerte de las cosas y con protestas y ofertas, quien sabe si falsas, nos quieren lisonjear para intimar a los españoles y hacerles entrar en sus intereses. El secreto del Presidente (de los Estados Unidos) es admirable. Es un chisme contra los ingleses que lo reviste con los velos del misterio para hacernos valer como servicio lo que en efecto fue un buscapié para la España; no ignorando los norteamericanos que con respeto a ellos los intereses de Inglaterra y España están ligados. No nos dejamos alucinar con apariencias vanas; sepamos bien lo que debemos hacer y lo que debemos parecer”.

“Yo no sé lo que deba pensar de esta extraordinaria franqueza con que ahora se muestran los norteamericanos: por una parte dudo, por otra parte me afirmo en la confianza de que habiendo llegado nuestra causa su máximo, ya es tiempo de reparar los antiguos agravios. Si el primer caso sucede, quiero decir, si se nos pretende engañar, descubrámosles sus designios por medio de exorbitantes demandas; si están de buena fe, nos concederán una gran parte de ellas, si de mala, no nos concederán nada, y habremos conseguido la verdad, que en política como en guerra es de un valor inestimable. Ya que por su anti-neutralidad la América del Norte nos ha vejado tanto, exijámosle servicios que nos compensen sus humillaciones y fratricidios. Pidamos mucho y mostrémonos circunspectos para valer más..

jrodri@ula.ve


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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