Tras un cuestionado triunfo electoral, la segunda venida de la dinastía Bush a la casa blanca marca la pauta histórica de un proceso de reorganización del mundo. El comunismo no era ya el demonio a vencer, a través de los heraldos de la guerra surgía, desde las sombras del poder estadounidense, un enemigo mucho más poderoso, un enemigo al que solo Estados Unidos con su poderío bélico y tecnológico podía enfrentarse en defensa de la humanidad. ¡El Terrorismo! Afganistán, Irak, viven sin clemencia los primeros y más devastadores estragos de esta nueva cruzada. ¡No importó legislación ni derecho ni institucionalidad alguna! A decir del gobierno estadounidense, secundado por Inglaterra y España, era de vital importancia enfrentar al terror, derrotarlo, para salvar a la humanidad. ¿Cuántos años han pasado y cuál ha sido el resultado?
En 2008, al terminar su segundo mandato, la dinastía Bush, dejaba a la gran nación americana, a los Estados Unidos de América, contra la pared, en banca rota, con una sociedad fallida, sumida en la desgracia y una lucha antiterrorista fracasada. Naciones enteras devastadas por sus atrocidades, sus mentiras. Por la mala conducción económica. Crisis económica estadounidense que se extendió por el mundo, fundamentalmente Europa, aliado incondicional, que extrañamente decía buscar independencia y soberanía geopolítica, economía. Once años han trascurrido, la economía estadounidense no ha mostrado signos importantes de recuperación, por el contrario, los ha llevado a ser la nación más endeuda del mundo con una moneda sumamente devaluada, una nación irrespetuosa de tratados, leyes, e instituciones internacionales, violadora de derechos humanos, que tras perder su influencia y poder decisorio en la geopolítica, economía y relaciones entre estados-naciones, recurre a su poder mediático, propagandístico, militar, ya ni siquiera económico, militar-tecnológico, cual mafioso, gánster, para imponer su visión, modelo de sociedad, de dominio, sobre otras naciones, sobre el mundo entero.
Desde el surgimiento de la "Primavera Árabe" Libia y Siria, son devastadas, llevadas sus sociedades a la más grande de las miserias, a la necesaria diáspora, migración hacia Europa para la creación del miedo, terror sobre viejos conquistadores ante la invasión forzada de hordas tercermundistas, africanas, y acciones terroristas contra las que solo el poderío estadounidense era capaz de proteger, salvar a la sociedad europea. Creación de estados-naciones fallidos en el viejo continente, entiéndase "Africanización Europea", las revoluciones de colores eran cosas del pasado y bien conocidas en la Europa occidental. ¡Grecia con su debacle económica y el Reino Unido con su guabinosa salida de la Unión Europea señalan el mejor ejemplo!
En esta segunda década del Siglo XXI, América Latina, tras su despertar de la década pasada, no escaparía al plan de la teoría del caos constructivo: ¡Es una acción global envolvente, en espiral! Venezuela, su modelo político-social, de relacionamiento con el mundo, a partir de la Constitución Bolivariana, se convertiría en el enemigo público número uno. ¡Un hueso duro, muy duro de roer, donde las acciones directas e indirectas son eventual y satisfactoriamente derrotadas! ¡Todas y cada una! ¡Con mucho daño a la economía, al Estado-Nación, a la sociedad y su forma de vida! Cambiando de estrategia, necesario fue; irse por el resto del continente, de México hasta Argentina, derrotando Estados-Naciones, sus constituciones, procesos sociales y políticos mediante golpes de estados judiciales, económicos, violaciones de derechos humanos, en desprestigio de la institucionalidad de cada Estado Nación, creación de sociedades descontentas y descontextualizadas, negadoras de su identidad e institucionalidad como estados-naciones. A partir de elementos internos y externos, desde la migración venezolana, como mal ejemplo de gobierno, se busca instaurar en América el descontento social necesario para la irrupción en la creación del Estado-Nación Fallido urgido de ayuda humanitaria, protección y tutelaje extranjero, que los liderazgos políticos, económicos, académicos, religiosos, sociales…, no pueden proporcionar según esta visión de mundo neocolonizador.
¡Aquí y ahora, en este contexto histórico, lo que está en juego, es la supremacía y continuidad imperial estadounidense! No importa si se es de derechas o de izquierdas, neoliberal o socialista, se trata de una guerra del poder imperial estadounidense contra el resto de la humanidad. ¿Por qué la urgencia del muro fronterizo?